Investigan si el autor de la amenaza de bomba en un autobús está relacionado con el yihadismo

El Juzgado de Almazán investiga si el vecino de Soria detenido el 29 de octubre por una falsa amenaza de bomba cuando viajaba en el autobús de la línea entre Madrid y Logroño tiene alguna vinculación con el terrorismo yihadista, según ha podido saber este periódico de fuentes de la investigación.

Agentes de la Guardia Civil de la Comandancia de Soria detuvieron dicho día a K.B, de 23 años y de origen argelino, que viajaba en el autobús que cubría el mencionado trayecto y que en un momento del viaje, a la altura del término municipal de Medinaceli, amenazó a viajeros del autocar y sembró el pánico al gritar que llevaba una bomba en la mochila.

Tras su detención fue enviado al Hospital Santa Bárbara de Soria, donde fue valorado por médicos del centro con el fin de saber si estaba en condiciones de poder declarar. Tras la valoración médica, que reveló que estaba en las condiciones exigibles para poder prestar declaración ante la juez de Almazán, durmió en los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil de Soria, cuerpo en el que declinó declarar, y al día siguiente fue trasladado al Juzgado único de Almazán.

En este órgano judicial, el detenido se negó a prestar declaración como investigado como presunto autor de un delito de desórdenes públicos (artículo 561, que contempla penas que oscilan entre los tres meses y un día y un año de prisión o multa de tres a 18 meses) ante la juez, María Luisa García, quien dictó un auto en el que acordó la libertad con cargos de K.B. que firma en el juzgado los días 1 y 15 de cada mes.

Según informó la Subdelegación del Gobierno, este viajero de origen argelino, que cogió el autobús en Madrid, llegó a decir que llevaba una bomba en su mochila. Ante estas amenazas, el conductor del autobús decidió parar y avisar de la situación al servicio de emergencias 112. Concretamente se detuvo en el kilómetro 7 de la A-15, en dirección de Soria. Este punto se encuentra en el término municipal de Medinaceli. Posteriormente, el servicio 112 avisó en torno a las 10.40 horas a la Guardia Civil.

Según la Subdelegación del Gobierno, los pasajeros bajaron del autocar y los agentes de la Guardia Civil cuando llegaron al lugar de los hechos detuvieron a la persona que había motivado el percance. La amenaza de que llevaba explosivos en una mochila o en su equipaje provocó que, por precaución, se avisase al Grupo de Desactivación de Explosivos de la Guardia Civil (TEDAX) con sede en Burgos y también a un equipo con un perro especializado en detección de explosivos que se desplazó desde Zaragoza.

Paralelamente, se cortó la carretera y se desvió el tráfico por la antigua carretera N-111. Los pasajeros del autobús fueron trasladados en otro autocar hasta la capital soriana. Más tarde, los TEDAX y el perro del Servicio Cinológico confirmaron que no había explosivos de ningún tipo y la carretera se reabrió al tráfico con normalidad pasadas las 15.00 horas.

Posteriormente, K.B. ingresó en el área de psiquiatría del Hospital Virgen del Mirón de Soria tras ser evaluado por el forense después de amenazar a un familiar.

K.B. ingresó tras protagonizar un episodio de amenazas por el que fue evaluado por el forense que tras el incidente protagonizado en el autobús señaló que estaba capacitado y que razonaba normalmente. Este vecino de Soria, que tiene una orden de alejamiento de la madre a la que supuestamente amenazó, abandonó  el área de psiquiatría del Hospital Virgen del Mirón de la capital a mitad de la pasada semana.

Posteriormente, la Guardia Civil realizó un registro en el domicilio familiar de K.B, al que ahora no puede acercarse, en el que se incautaron del ordenador y de otros objetos con el fin de investigar si tiene algún tipo de relación con el terrorismo yihadista.

Entre los motivos que levantan ciertas sospechas figuran los viajes a Madrid y la posesión de números de teléfonos incompletos, según ha podido saber este periódico de fuentes de la investigación que realiza el Juzgado único de Almazán.

K.B. fue detenido el 29 de octubre como presunto autor de un delito de desórdenes públicos por una falsa amenaza de bomba cuando viajaba en el autobús de la línea entre Madrid. Un día después, la juez del Juzgado único de Almazán dejó en libertad con cargos a este vecino de Soria.