Las bajas laborales repuntan tras lo más duro de la crisis

La gripe es responsable de una de cada cinco bajas laborales en España, según el informe del Sistema de Vigilancia de la Gripe, que indica que es el virus que más absentismo laboral provoca. Esta y otras enfermedades y contingencias comunes provocaron el año pasado una media mensual de bajas de 575, según los datos recogidos por la Seguridad Social, por encima de las 523 al mes que se registraron a lo largo de 2016. La cifra de 2017 es la más alta desde el año 2012, considerado el techo de los peores efectos de la crisis económica en la provincia de Soria. Entonces eran 663 de media los procesos al mes pasando a 509 en 2012; fueron 440 en el año 2013;algo menos, 434, en 2014,y 471 en 2015.

En conclusión, hasta noviembre de 2017 ya se habían iniciado unas 6.325 bajas, mientras que en todo 2012 fueron unas 6.100 provocadas por enfermedades comunes o accidentes no laborales que afectaron a trabajadores encuadrados en el Régimen General, así como en los regímenes especiales Agrario, de los Trabajadores del Mar y para la Minería del Carbón.

Estos datos indican que la incidencia mensual por cada mil trabajadores protegidos es ya del 18,5%, evidenciando el aumento que están experimentando los procesos de incapacidad temporal por contingencias comunes en los últimos cinco años. Si en 2011 la incidencia era del 21,8, un año más tarde bajó a 16,6 ; en 2013 se vivió otra bajada hasta el 14,9, que se mantuvo en 2014, y en 2015 ya volvió a subir hasta el 16,2 y el 17,4 de 2016.

En la misma línea, los 881 procesos de baja en vigor al cierre del mes de noviembre superan con creces la cifra registrada en los doce meses del ejercicio anterior. En 2016 llegaron a 726 y en 2015 fueron 620. La progresión al alza viene acompañada también por el número de trabajadores protegidos, es decir, los que se encuentran bajo el paraguas de la Seguridad Social, en este caso y por cuestiones de estadística sin contar a los autónomos. Atendiendo a este parámetro, el número de bajas laborales ha recuperado ya niveles similares a los de antes de la crisis puesto que las 881 mencionadas que generaron 30.995 trabajadores superan ya a las 745 que en 2007 registraron los 30.804 empleados entonces con protección social.

La cifra más baja de la serie se produjo en 2012 con 504 procesos en vigor al cierre del mes de diciembre, cuando existían 29.534 trabajadores.

La duración media de los procesos de baja es, por otro lado, la más alta de toda la década en la provincia. Los trabajadores que sufrieron una incapacidad laboral lo hicieron de media por un tiempo de 42,7 días. Lo más parecido se remonta al año 2006 cuando las bajas duraban de media 41,3 días.

La provincia se situó el año pasado en este aspecto por debajo del conjunto de Castilla y León, donde la duración media llegó a los 49,4 días. León se lleva la palma con 72,21 días y en el lado contrario se encuentra Burgos y sus 39,6 jornadas de media sin ir a trabajar.

En lo que concierne a los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, la media mensual de procesos iniciados hasta noviembre de 2017 fue de 122, ya por encima de los que hubo en los doce meses de 2016 cuando se contabilizaban 110. También la incidencia por cada mil trabajadores protegidos por la Seguridad Social fue superior en 2017, exactamente del 3,7 frente al 3,5 de todo 2016.

El número de procesos de baja en vigor hasta noviembre se elevaba a 149, lo que atendiendo a la comparativa interanual supone hasta 36 más. También la media de los días que duraron las bajas vio un alza. Si en 2017 fueron 38,2 días, un año antes eran 35,4.

Según indica el secretario provincial de Comisiones Obreras, Javier Moreno, existen dos factores que explican el alza de las incapacidades temporales, por un lado un aumento del número de empleados, «a menos empleo menos bajas», y por otro una circunstancia provocada por la crisis y que ha llevado a una precariedad laboral, «a unas condiciones peores y al hecho de que las empresas cada vez invierten menos en prevención de riesgos, con lo que se incrementan las posibilidades de sufrir un accidente».

Autónomos

Consideración aparte merecen las cifras referentes a los trabajadores autónomos, con apenas 60 bajas de media al mes por las contingencias comunes, algo menos que en la comparativa interanual ya que en 2016 eran 62.

La incidencia media mensual por cada mil trabajadores protegidos se sitúa en los autónomos en el 7,6, prácticamente la misma que un año antes. El número de procesos en vigor al final del mes de noviembre era de 157 (había 179 en diciembre de 2016) para un total de 7.840 trabajadores protegidos entonces.

En cuanto a la duración, la media de los procesos hasta noviembre de 2017 fue de 78,4 días (79,6 en todo 2016).

El secretario provincial de CC OO destaca que hay que diferencia entre «los autónomos dependientes, que desempeñan sus tareas para una sola empresa, una nueva manera de precariedad laboral, y aquellos que trabajan por cuenta propia».

La diferencia de la incidencia media con respecto a los trabajadores del Régimen General se debe, principalmente, a que «no se pueden permitir coger bajas de corta duración, y cuando ya lo hacen es porque no les queda más remedio ya que la situación es insostenible y se trata de bajas de larga duración. El autónomo, si se queda en casa es porque ya no aguanta más. Hay que poner en valor el trabajo del autónomo, que lo está pasando muy mal», reivindica Moreno.