Un millar de sorianos solicita abrir zonas para poder soltar a los perros

Llevar al perro sin correa por la ciudad es objeto de multa, pero en muchas ocasiones los animales necesitan correr y ejercitarse para su correcto desarrollo y convivencia. Para proponer una solución, el grupo Soria Perruna entregó esta semana casi un millar de firmas (932 en papel, aunque sigue recogiéndose de forma digital en Change.org) para que las zonas periféricas de la ciudad permitan soltar a los perros de manera controlada y responsable por los propietarios.

Estas zonas controladas se ubicarían en puntos como los pipicanes de la ciudad, las márgenes del Duero, vías verdes o el monte Valonsadero. La petición pasa por una actualización de la ordenanza municipal que la acerque al Convenio Europeo de Protección de Animales de Compañía.

«Solicitamos que en estas zonas tengamos espacios para nuestros perros controlados y no atados para proporcionarles oportunidades de ejercicio adecuadas y dar normalidad a la convivencia. Ya que en los núcleos urbanos respetamos la normativa vigente, pedimos que fuera de estos núcleos tengamos un poco más de espacio para obtener como refieren en Europa, mascotas que contribuyan a la calidad de vida de sus dueños y que tengan una buena relación con el ser humano», señala la solicitud.

Los propios firmantes, en muchos casos miembros del colectivo Soria Perruna que aglutina a un millar de propietarios de canes, señala que no se trata de eliminar las guías de convivencia. «Comprendemos y compartimos que nos tenemos que regir por normas pero El artículo 19 referente a las normas de convivencia pensamos que se ha quedado obsoleto e injusto. Nos hacemos responsables por ley de los daños ocasionados hacia otras mascotas, personas o al entorno donde haya ocurrido el incidente» a través del seguro de responsabilidad civil. «Todo este documento no es referente a lo perros potencialmente peligrosos ya que sus normativas y leyes nada tiene que ver con lo que solicitamos».

También se han entregado al Ayuntamiento fotografías sobre el estado de determinados pipicanes de Soria y otras de zonas análogas en óptimas condiciones. Con ello también se reclamó que en estos espacios «los trabajos se hagan con coherencia y buen hacer . Se podría hacer como en otras ciudades, donde se construyen parques caninos con doble puerta para evitar que algún perro pueda escaparse, se ponen carteles con normativas, teléfonos de mantenimiento, teléfonos de emergencias, suministro de agua para los canes, etcétera».