Más de 3.200 pacientes salen de Soria para recibir atención médica

La sanidad soriana derivó a lo largo del pasado año a 3.226 pacientes a distintos centros asistenciales, principalmente de la propia comunidad autónoma. Se trata de personas que requirieron una primera visita, en concreto 2.744, en las distintas especialidades asistenciales, mientras que 482 acudieron a revisiones. La cifra ha aumentado respecto a los 3.066 de 2016.

El gasto generado por los desplazados se elevó a 159.177 euros para la Gerencia de Asistencia Sanitaria de Soria, ya que al no contar con las prestaciones necesarias ha de remitir a los pacientes a diferentes hospitales. En concepto de desplazamientos interprovinciales el coste fue de 136.413 euros y de 22.764 euros por atención y desplazamientos de pacientes fuera de la provincia y de la comunidad autónoma. Todo ello es consecuencia de la ausencia de técnicas de diagnóstico o de tratamientos apropiados a las patologías de los pacientes sorianos.

Los pacientes que acudieron a centros de Castilla y León sumaron 2.417 en el caso de la primera asistencia y de 160 para revisiones; otros 159 fueron a Aragón, de ellos 109 para revisión; a Madrid se desplazaron 277 (199 fueron por primera vez); los que tuvieron Logroño como destino sumaron 51, todos por primera vez, y otros 64 se derivaron a otros centros de distintas ciudades del país, 41 de ellos por revisiones. Asimismo, también se produjeron traslados a centros con los que la sanidad pública de Castilla y León tiene conciertos firmados, aunque apenas fueron siete pacientes, y tres de ellos para revisión.

La especialidad de centros de fuera de la provincia que recibe un mayor número de pacientes es la de medicina nuclear, exactamente 500 a lo largo del pasado año. La medicina nuclear es una especialidad en la que se utilizan radiotrazadores o radiofármacos para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades como el cáncer, y también ayuda a la detección de afecciones renales, cardiacas, cerebrales, etc.

A la especialidad de neurocirugía se derivaron 227 pacientes y otros 197 a hemodinámica, que se encarga del estudio de la dinámica de la sangre en el interior de las estructuras sanguíneas, así como también la mecánica del corazón mediante la introducción de catéteres finos a través de las arterias de la ingle o del brazo.

De la especialidad de oftalmología se trasladaron desde Soria a otros hospitales 195 pacientes, otros 188 en cardiología y 151 en cirugía vascular. De traumatología y cirugía ortopédica se derivaron 146 personas y 233 en digestivo.

Los desplazamientos para recibir tratamiento de radioterapia van en aumento, como indican las cifras registradas por la Junta de Castilla y León, puesto que entre enero y agosto de este año han sido 141 los pacientes desplazados, más que en todo 2017 cuando se contabilizaron 135. Cuatro de cada cien pacientes que salen fuera de la provincia por cuestiones sanitarias lo hacen para recibir radioterapia.

Los enfermos de cáncer que necesitan este tratamiento se desplazan principalmente a Burgos, desbancando a Logroño que aunque sigue recibiendo pacientes derivados de Soria, ha bajado en esta actividad con respecto a los últimos años. «Burgos ha mejorado en todos los sentidos», destaca el presidente de la delegación soriana de la Asociación Española Contra el Cáncer, Fernando Ligero.

A lo largo de 2017, acudieron 98 pacientes al Hospital Universitario de Burgos, frente a 26 del Hospital de La Rioja. Hasta Guadalajara se desplazó un paciente, seis al Miguel Servet de Zaragoza y dos al Universitario de Salamanca, los mismos que al Clínico de Valladolid. Lo habitual es que se desplacen a Burgos o a Logroño, pero si el paciente lo solicita, por cuestiones familiares o mayor proximidad, se les atiende en otros centros hospitalarios aunque sean más lejanos.

«Lo que siempre pido es que se cubran todos los inconvenientes del que tiene que salir de Soria a recibir el tratamiento, porque así se garantiza que los sorianos puedan llegar a la mejor tecnología y a la medicina más especializada. Está claro que las últimas innovaciones no llegarán a Soria, pero lo interesante es que el enfermo pueda ir a un sitio donde haya la mejor tecnología», puntualiza Ligero.

En ese sentido, agradece el avance de que las ambulancias que transportan a los enfermos se limiten al fin sólo a dos personas, reduciendo los tiempos de viaje. «Hemos pedido que no sean ambulancias totalmente cerradas, con ventanas que puedan hacer algo más ameno el trayecto», señala el presidente de AECC en Soria, quien reconoce que los tiempos de atención en el centro de recepción se han reducido mejorando por tanto la asistencia.

Uno de los aspectos que ayuda es la disponibilidad de pernoctar en Burgos, Valladolid y Salamanca en los pisos de la Asociación Contra el Cáncer de Soria, abiertos para cualquier paciente oncológico desplazado allí. «No hace falta ser socio, sólo que haya sitio disponible», matiza Ligero.

Según los datos que recogidos por la Gerencia de Asistencia Sanitaria de Soria, el transporte sanitario no urgente en traslados programados realizó 2.000 viajes fuera de la provincia el año pasado, y otros 335 fuera de la comunidad en el caso de ambulancias convencionales. La ambulancia colectiva fue en 801 ocasiones a otra provincia de la región y en 349 a centros de otras autonomías.

En lo que concierne a las ayudas por desplazamientos, manutención y alojamiento, a lo largo del pasado año se incoaron 1.350 expedientes por desplazamientos interprovinciales, lo que arrojó un importe desembolsado por la Gerencia de Asistencia Sanitaria de 136.400 euros.