Heraldo-Diario de Soria

El azote de las denuncias falsas

La unidad de robos violentos de la Comisaría de Delicias logra el 95% de detección de engaño /Este año llevan 42 descubiertas, con el ‘robo’ del móvil de alta gama como caso estrella / «En la entrevista llegan a sudar, a cabecear... la mayoría derrota a los pocos minutos. La mirada les delata», asegura el jefe del grupo

Miembros del Grupo Tercero de Delicias, especializado en detectar denuncias falsas. --PABLO REQUEJO

Miembros del Grupo Tercero de Delicias, especializado en detectar denuncias falsas. --PABLO REQUEJO

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Í. ARRÚE / VALLADOLID
Soria

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«El denunciante manifiesta que ha sido informado de la obligación legal de decir la verdad y de la responsabilidad penal en la que puede incurrir en caso de simular ser víctima de una infracción penal (artículo 457 del Código Penal), o de faltar a la verdad en su testimonio (art. 458)».

Este párrafo está presente en todas las denuncias que se formulan en España ante la policía. Aún más, es el arranque de todo el manifiesto de la denuncia justo después del nombre y del DNI.

Pero sucede que, asombrosamente, es considerado papel mojado por la gran mayoría de denunciantes de ficticios robos con violencia. Personas que creen que prosperará la falsedad y que, si les pillan, todo quedará a lo sumo en un mero tirón de orejas y en un ‘no lo vuelvas a hacer’. Craso error.

Las condenas por estos delitos son altas, dejan antecedentes penales y lo que es peor:las ‘trolas’ apenas tienen recorrido ya que la policía posee adiestrados ‘sabuesos’ para olfatear y neutralizar el engaño. Dentro de un mes se pondrá en marcha en todas las comisarías española el sistema informático VeriPol capaz de detectar mentiras en las denuncias, pero el rastreo de las falsedades, con el análisis de la denuncia y con una entrevista personal al denunciante, es viejo.

En Valladolid llevan ya muchos años escrutándolas, especialmente las referidas a los delitos de robo con violencia. Su incidencia es alta y no cesa. Solo en lo que va de año, ya han detectado 42 denuncias falsas en Valladolid.

De ello se encarga el Grupo Tercero de Delitos contra la Propiedad y las Personas de la Comisaría de Delicias del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) en Valladolid. El grupo está formado por ocho agentes y no les falta trabajo.

«En Valladolid estamos en torno a un 70% de denuncias falsas en los casos robos con violencia, pero los que incurren en ellas no saben que detectamos las que son mentira en un 95% de los casos», resume con media sonrisa el inspector jefe del Grupo Tercero.

El abanico de denuncias falsas por robo con violencia es amplio, pero el caso ‘rey’ es el ‘atraco’ en el que se han apoderado de un teléfono móvil, y con más incidencia aún de los de alta gama. 

La motivación para arriesgarse a esta trampa es múltiple. La más común es para enmascarar la pérdida del teléfono con un robo con violencia ficticio y tener una vía para cobrar del seguro. Si comunican que el celular se ha extraviado no ven un duro de la compañía.

Contextos no creíbles

La experiencia es una de las armas de los policías para detectar el engaño, pero todo es más fácil cuando se repiten pautas que dan al ojo. «Es curioso, pero se producen tres picos todos los años, después de Navidades, para recuperarse de los gastos;antes del verano para ingresar un dinero extra y en las ferias. Este año también ha ocurrido en Valladolid», aseguran.

Otra constante casi infalible es que las denuncias falsas cometidas por menores de 22 años son para tapar una posible reprimenda de los padres por haber perdido el móvil o el bolso. No faltan tampoco los que han perdido los móviles en peleas y quieren recuperar, al menos, el dinero con el seguro.

En los mayores de 22 años las causas son múltiples. Prima el tema económico (ludopatía y adicción a drogas que se quieren enmascarar de cara al entorno familiar) y también personas en situación de crisis económica que se la juegan. Es el caso de un varón que retiró 500 euros de un cajero de Valladolid y que denunció que a la vuelta de la esquina (sin cámaras) le asaltaron. El banco pagó porque no excedió de 100 metros de distancia desde el cajero y también el seguro del hogar.

Se dan también otros casos como el ahorrarse el cerrajero y el cambio de bombillo cuando se ha perdido el bolso con unas llaves. La tentación es denunciar robo con violencia y que lo cubra el seguro. 

También juega a favor de los investigadores que los que apuestan por presentar una denuncia falsa son gente no ducha en delinquir. Parece una obviedad, pero en la mayoría de los casos son particulares que, ante una situación sobrevenida, realizan su primera ‘pifia’ y no son hábiles. Si fuesen ‘malos’, trabajarían mejor sus respuestas y su puesta en escena para que fuese verosímil lo expuesto. La parte buena para la resolución es que los noveles derrotan enseguida en la entrevista. Se vienen abajo.

«Y si han implicado a terceros para dar cobertura a su fabulación, más fácil detectarlo. Para nosotros es el mejor escenario. Les decimos a los testigos que van a ser cooperadores de un delito y se retractan al instante. Nos dicen:‘Me presté a echar una mano a mi amigo, pero por ahí ya no paso’. Y se desmarcan», recuerdan los investigadores.

La bisoñez se nota en casos que no son creíbles. Por ejemplo, exponer que han sido víctimas de atraco con una jeringuilla. «Esto ya da mucho el cante, porque no ya no se estila en Valladolid.El yonqui de heroína ya no usa la vía venosa». Incluso tiene difícil credibilidad el atraco a punta de navaja, muy poco frecuente en Valladolid.

Y tampoco abona el terreno a un relato creíble una denuncia plagada de vaguedades y de imprecisiones. «Si alguien denuncia que le han robado con violencia en la plaza Mayor a mediodía, le preguntamos: ¿No pidió usted auxilio? ¿Cómo es posible que no tenga un testigo? Son situaciones irreales, porque es un lugar y una hora en la que tendrían que salir muchísimos testigos», apuntan los agentes.

Ysi se detectan las mentiras, también se llevan a cabo arrestos. La Policía Nacional detuvo en junio a un varón de 47 años, A.P.S., quien simuló que le habían robado su vehículo después de que el coche golpeara a varios turismos estacionados en la calle Vía. En la estación de autobuses, hace meses, se produjo un llamativo caso con dos detenidos.

Dos varones acordaron un encuentro sexual consentido mediante precio en los baños. Pero, finalmente, por discrepancias en cuanto al pago, uno de arrebató la pulsera de oro. La víctima denunció que le había amenazado e intimidado con una navaja, hechos que no eran ciertos.

Otro caso recordado es el de la detención de una pareja que denunció que su coche había sufrido un incendio. Los agentes comprobaron que el fuego había sido provocado para cobrar una indemnización superior a lo que les costó el turismo ya que lo compraron averiado y con muchos kilómetros.

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