Heraldo-Diario de Soria

AGRICULTURA

Campaña de siniestros «reiterados» que dejan daños por 6,5 millones

El pedrisco ha sido la principal causa de las declaraciones, con más de 39.000 hectáreas afectadas de un total de 52.000

-

-

Publicado por
IRENE LLORENTE YOLDI
Soria

Creado:

Actualizado:

Aunque todavía hay zonas donde están cosechando el girasol, Agroseguro da por finalizada una campaña que en superficie siniestrada ha sido mucho menor que el año pasado, con algo más de 52.000 hectáreas afectadas frente a las 180.000 de la temporada anterior, sí que se ha constatado un «daño muy reiterado», principalmente por pedriscos de una intensidad muy alta que han dejado zonas afectadas hasta en un 90%. Es el balance que realiza el director de la zona norte de Agroseguro en la que se circunscribe Soria, Francisco Javier Zarcero, quien constata que han estado tasando hasta 85 peritos. Y en los términos de Ágreda y Ólvega se han registrado pérdidas en prácticamente la totalidad de su producción por los pedriscos continuados. Así con todo, Zarcero estima un daño medio en la provincia que «podría alcanzar el 40%».

Para el director de la zona norte de Agroseguro «ha sido un año de siniestros muy reiterados y muy entretenido porque hemos tenido hasta 85 peritos trabajando en las tasaciones de la provincia debido al abundante pedrisco que se ha registrado en muchos periodos y de forma muy continuada que ha pillado a casi toda la provincia, sobre todo a Ágreda, Ólvega, El Burgo o Almazán». De hecho, indica que el pedrisco ha sido la principal causa de las declaraciones, en un 70% de la superficie contratada, con más de 39.000 hectáreas dañadas. Además, el agua «retrasó mucho la siembra lo que provocó parcelas de no nascencia. Y lo mismo ocurrió con el girasol».

Con estos siniestros a Agroseguro le toca pagar más de 6,5 millones de euros a los agricultores afectados, unas indemnizaciones que la entidad ya ha abonado prácticamente en su totalidad, tal y como asegura Zarcero. La principal cantidad se corresponde con la línea 309 de herbáceos extensivos, 5,6 millones de euros, por siniestros en 49.500 hectáreas (44.551 parcelas), la mayor parte por pedrisco, 38.695 hectáreas (36.935 parcelas), lo que supone un 72% de la superficie de cereal afectada. No obstante, es una quinta parte de la totalidad de terreno asegurado en herbáceos extensivos en esta campaña, 245.911 hectáreas y 4.820 declarantes para garantizar una producción de 773.706.810 kilos de cereales.

Pero también la uva se ha llevado «un buen palo», dado que buena parte de toda la superficie asegurada se llevó un daño importante en casi 400 hectáreas. Primero las heladas de mayo dejaron algo ‘tocada’ la viña, a la que luego le pasó factura el pedrisco, con una afección media en las parcelas del 67%. Y los siniestros en viña se han movido en una horquilla de entre el 30 y el 90% en las localidades de Alcubilla de Avellaneda, El Burgo de Osma, Castillejo de Robledo, Langa de Duero, Miño de San Esteban y San Esteban de Gormaz. Así, a los viticultores afectados les corresponden casi 500.000 euros en indemnizaciones por heladas y pedriscos. Cabe recordar que para el ejercicio 2018 Agroseguro tenía protegidas 659 hectáreas de viñedos en Soria de 115 declarantes por un valor total de producción de 2.807.000 kilos. Además, en la línea 315 de cultivos forrajeros, se han pagado 3.067 euros, mientras que otros 92.908 euros en la línea 318 de hortalizas al aire libre primavera-verano, 114.098 euros en la línea 307 de hortícolas al aire libre de otoño-invierno, otros 53.141 euros en la línea 327 de hortalizas de ciclos sucesivos y 34.627 euros en explotaciones frutícolas.

Por comarcas

En cuanto a la zonificación del daño por comarcas, el Campo de Gómara, con 18.795 hectáreas y 17.209 parcelas es el cuadrante más perjudicado, seguido en la distancia por El Burgo de Osma, que aunque concentró grandes daños también, las afecciones no supusieron ni la mitad de la superficie que en Gómara, con 9.220 hectáreas y 9.110 parcelas. La suma de ambas zonas refleja que más de la mitad del daño, con sus consiguientes indemnizaciones, se dieron en enclaves adscritos a ambas áreas geográficas. En tercer lugar, se situó Almazán, (9.078 hectáreas y 5.795 parcelas), seguido de Tierras Altas (5.172 hectáreas y 5.600 parcelas), Soria (4.750 hectáreas y 4.710 parcelas), Arcos de Jalón (2.294 hectáreas y 2.028 parcelas) y Pinares, con 242 hectáreas y 112 parcelas.

De forma específica en el girasol, también Campo de Gómara ha sido la comarca más castigada, con 2.909,85 hectáreas y 1.689 parcelas, seguida de la comarca de Almazán, con 2.168 hectáreas y 1.452 parcelas. En tercer lugar, Soria, con 1.149 hectáreas y 1.008 parcelas, y Arcos de Jalón, con 804 hectáreas y 669 parcelas. Las menos devastadas han sido El Burgo de Osma, con 695 hectáreas y 803 parcelas, Tierras Altas, con 40 hectáreas y 53 parcelas, y Pinares, que sólo ha registrado daños en dos hectáreas.

La superficie total siniestrada en esta campaña ha alcanzado las 52.000 hectáreas, lo que supone un 20% del total que estaba asegurado, 248.429 hectáreas. Y la mayor parte, 41.760 hectáreas (38.872 parcelas), de cereal, mientras que otras 7.766 hectáreas (5.676 parcelas) eran de girasol. Estos datos desvelan que nueve de cada diez hectáreas afectadas se registraron en campos de cereal.

Implantación del 90%

Para esta última temporada se han realizado 5.057 declaraciones de seguros, unas pólizas que han protegido una superficie total de 248.419 hectáreas para garantizar una producción de 804.001.936 kilos. A este respecto, se trata de la provincia con mayor implantación del seguro de herbáceos en la Comunidad, con un aseguramiento de más de un 90% de las hectáreas cultivadas, 268.145. En toda Castilla y León se aseguraron 1.605.957 hectáreas de las 2.533.301 cultivadas, lo que supone un 63%.

A lo largo de los últimos veinte años la indemnización abonada al campo ha resultado de lo más dispar. Fue en el año 2000 cuando los agricultores recibieron 657.093 euros por los siniestros declarados en las 254.771 hectáreas aseguradas. La cifra récord en Soria se pagó en el año 2012, la considerada como peor campaña de los últimos veinte años. Agroseguro inyectó en el sector 22.244.028 euros para paliar los resultados desastrosos de producción. Entonces estaban aseguradas 235.760 hectáreas. Y la tercera peor cosecha por volumen de indemnización fue la de 2005, con 13.761.461 euros. Pero la provincia se sitúa entre las que lideran también en las estadísticas nacionales un año tras otro el nivel de aseguramiento de su campo, al ser un territorio que en gran parte soporta una climatología irregular y extrema, desde pedrisco a heladas, pasando por sofocantes temperaturas, sequía, e incluso hasta inundaciones, de modo que la producción agraria está sometida a riesgos difíciles de prever y evitar. De este modo, asegurar la tierra se convierte en una necesidad, si se quiere reducir la incertidumbre de los agricultores, ganaderos, acuicultores y propietarios forestales y garantizar la estabilidad de sus explotaciones. Tampoco la situación de los últimos años ha favorecido a la agricultura, dado que se está caracterizando por su gran variabilidad, precisamente con fenómenos meteorológicos muy intensos y extremos.

Lo cierto es que estar seguro en el campo al profesional le supone una inversión cuando menos importante. De hecho, para que el productor pudiera hacer frente al pago de unas pólizas de alto coste, debido tanto a los numerosos riesgos que cubre como a la larga duración de dicha cobertura al ser de todo el año, el sistema español cuenta desde su creación con una subvención del Gobierno central, a través de la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (Enesa), dependiente del Ministerio de Agricultura, que se completa con ayudas procedentes de las arcas de las consejerías del ramo de cada Comunidad Autónoma. Por eso, cualquier movimiento a la baja de estas partidas presupuestarias desata la preocupación del agro.

tracking