Renieblas recuperará ‘ritmo’ en su Ayuntamiento gracias a 8 vecinos

El último padrón de población ha dejado pocas alegrías en la provincia, donde dos de cada tres municipios han visto descender el número de sus habitantes. Incluso en algunos esta bajada les llevará a perder concejales, es el caso de El Burgo de Osma, Borobia, Vadillo y Yanguas. La visión más optimista está en Renieblas, el único pueblo que consigue revertir esta tendencia y que ganará dos ediles en su Ayuntamiento para las próximas elecciones municipales. Un hecho que ha sido posible por los ocho nuevos empadronamientos en el cómputo de la actual legislatura. Renieblas ha pasado de 98 a 106 habitantes, lo que le ha permitido pasar el umbral para recuperar los dos concejales que perdió en 2015 –en 2011 eran 114 los empadronados–.

Su alcalde, Isidoro Gallardo, explica que varios propietarios han rehabilitado casas en el pueblo y algunas se han puesto en el mercado lo que ha facilitado su alquiler y por lo tanto la llegada de nuevos pobladores. La cercanía con la capital propicia que vivan en Renieblas aunque muchos acudan a Soria a trabajar. «Alguno también ha arreglado su casa y se ha venido aquí a vivir», especifica, poniendo de relieve que esa preocupación de los propietarios de las viviendas por poner en valor las casas está siendo un revulsivo. «Hay otras caídas y conviene que se preocupen porque están en ruinas», matiza.

En el pueblo conviven cinco matrimonios jóvenes, con hijos que acuden al colegio de Almajano y también a Soria, algunos al instituto, cuenta el alcalde. La última pareja en llegar, hace apenas un mes, es la que se ha hecho cargo del bar, actualmente cerrado para «una lavada de cara», puntualiza Gallardo, quien se ha hecho cargo del establecimiento, junto a su mujer, durante 30 años, diez menos del tiempo que lleva en el Ayuntamiento. Ha cumplido los 63 y entró en la política municipal con 23, siempre sin sueldo, como el resto de la corporación.

«El bar –que reabrirá el día 11– es muy importante para el pueblo, estos días que está cerrado esto parece un cementerio. Siempre viene mucha gente, a comer, a cenar, cazadores... Diariamente es muy importante», recalca, poniendo el énfasis tanto en la actividad económica que genera como en el punto de encuentro social que supone para Renieblas, un pueblo que vive de la agricultura y la ganadería principalmente.

Gallardo asegura que con tres concejales en el Ayuntamiento –dos del PP y uno de la Agrupación de Electores de Renieblas– todo «es más ágil», pero los cinco no les pilla por sorpresa porque es el número que han tenido otras legislaturas.

El alcalde destaca lo relevante que es ganar población también desde el punto de vista económico. Para empezar, la Mancomunidad de los 150 Pueblos reparte 60 euros por cada habitante, además de los habituales tributos del Estado. Además, Renieblas reparte leña entre sus vecinos por una cantidad mínima y también les permite cazar en el coto con un coste muy bajo. «Se les deja cazar en el término, que es bastante grande, hay caza mayor y menor, pero para ello tienen que vivir aquí», puntualiza el regidor sobre un coto que es exclusivo para los del pueblo.

Gallardo sigue enumerando ventajas para el bolsillo, generalmente las más valoradas, del hecho de empadronarse en Renieblas. «Se cobra menos del impuesto de circulación, lo mismo que en la contribución, en el agua, en fincas rústicas...».

Recalca que la despoblación no es un problema que se cure «con una aspirina, tiene que darse una cirugía de caballo para que las cosas cambien, que haya más inversiones», matiza. Su esperanza está puesta en el canal del Campillo, porque los cultivos de regadío supondrían todo un revulsivo en el pueblo, asegura.