Heraldo-Diario de Soria

THINK EUROPE

Galiano urge a llevar la despoblación a la agenda de políticos y medios

El editor de El Mundo califica de «inmenso problema» en varios frentes la pérdida poblacional

Publicado por
ANTONIO CARRILLO
Soria

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Los territorios despoblados celebran cada aparición de su patología en reportajes, libros o declaraciones políticas por aquello de adquirir resonancia, pero todavía queda mucho camino por recorrer ante un «problema inmenso». El presidente de la empresa Unidad Editorial – matriz del periódico EL MUNDO–,Antonio Fernández–Galiano, dejó ayer un mensaje claro: Es prioritario que medios y responsables institucionales le den el espacio que requiere en sus agendas.

«Tanto los medios de comunicación como los políticos nos quedamos enganchados en el cortoplacismo de noticias más impactante en detrimento de otras vitales», reconoció el reconocido editor. Existe una «responsabilidad conjunta» de ambos, pero también «de la ciudadanía. Los ciudadanos tampoco demandan mucho este tipo de cosas» que calificó de «capitales».

Fernández–Galiano realizó estas declaraciones en el marco del encuentro internacional Think Europe, que se desarrolla en Soria hasta mañana viernes centrado en la misión de las localidades de tamaño mediano en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. En este sentido ejemplificó cómo se considera que «la sostenibilidad es fundamental en el medio ambiente pero se relaciona menos con el inmenso problema que es la despoblación» incluso en ciudades.

Interpelado por la presidenta del PSOE y miembro del Consejo Asesor de la Red Española para el Desarrollo Sostenible, Cristina Narbona, el editor coincidió con ella en que no siempre se piensa en noticias que atañen a medio o largo plazo. De hecho afirmó que «las luces largas están fundidas» y preguntó de forma retórica «¿cuántas veces ven ustedes titulares de portada o abriendo telediarios con este tipo de problemas?».

Si bien reconoció que hay excepciones a la hora de preocuparse en política y comunicación por la despoblación, instó como reto «fundamental» a «poner en la agenda la victoria de la razón sobre la emoción». La combinación de la despoblación y la baja tasa de natalidad es «insostenible» y «deberíamos preguntarnos qué va a ser de nuestros negocios dentro de 20 ó 30 años» si no se atajan.

Fernández–Galiano detalló que «somos víctimas de lo meramente económico» mientras que la lucha real contra la desigualdad se debe afrontar «con la racionalidad de los recursos». ¿Ejemplos? «No es lo mismo gestionar un colegio o un hospital en una población de 10.000 habitantes que en una de 2.000 ó 3.000. El derroche de recursos puede ser tremendo y la desigualdad también».

De hecho el editor tomó como ejemplo la ciudad anfitriona. «En el caso de Soria se perderá en los 16 próximos años un 17%–18% de su población. ¿Eso se lo puede permitir Soria? ¿Qué atención prestan los medios de comunicación en España? Escasa o nula. ¿Qué atención le prestan los partidos políticos? Escasa», sentenció.

La consecuencia de no prestar la debida atención a la despoblación es que «nos vamos a enfrentar a problemas serios que no conocemos» especialmente en los costes y prestaciones de los servicios. En primera persona, «como editor me afecta la merma de derechos en una población atrincherada» en municipios en declive por la dificultad de mantener medios de comunicación en marcha.

«Acercar la información al ciudadano es una aspiración fundamental» recogida tanto en la Declaración Universal de los Derechos Humanos como en la Constitución. Por ello se congratuló de que «estamos aquí, en Soria, lo cual exige cierto coraje y gracias a ciertos grupos que comparten con nosotros la edición», en referencia a este medio.

No obstante no sólo se trata de evitar una pérdida de derechos para los que quedan. Fernández–Galiano alertó de que la despoblación conlleva «una pérdida de patrimonio histórico–artísco o malbaratar activos». Es el caso de las viviendas que dejan atrás las familias cuando emigran del medio rural al urbano. Por un lado quedan las casas vacías y por otro se impulsa a construir en «macrourbes» y ciudades dormitorio, requiriendo grandes inversiones para prestar servicios básicos y con un modelo «más agresivo para el medio ambiente».

No obstante, el último mensaje dejó una reflexión en positivo. Lejos del victimismo planteó que sería «un círculo virtuoso si conseguimos parar la despoblación». Eso sí, la información sobre esta problemática «llega, pero con toda la contundencia al ciudadano». Un reto para medios, políticos y, al fin y al cabo, para los propios consumidores de contenidos.

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