Heraldo-Diario de Soria

QUINTA ESQUINA

Carmen Aldea: «En el feminismo cabemos todas si la reivindicación es justa»

Madre de familia numerosa, trabajadora dentro y fuera de casa, ejerce de mujer siempre y de feminista cuando puede («con actos también se habla», dice). Por eso la sabemos rompedora, de las de batalla diaria.

-LUIS ÁNGEL TEJEDOR

-LUIS ÁNGEL TEJEDOR

Publicado por
P. PEREZ SOLER
Soria

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Pregunta.– Felicidades.

Respuesta.– ¿Por qué? (Hoy –8 de marzo– es el Día de la Mujer). Igualmente.

P.– Madre, esposa, trabajadora, comprometida socialmente en una parroquia… ¿pero le queda tiempo para ser mujer?

R.– Queda tiempo porque mujer somos intrínsecamente.

P.– ¿Y para ser feminista?

R.– Menos pero con los actos también se habla.

P.– ¿Cómo educa a sus hijas en la igualdad?

R.– Procuro que hagan todos de todo, las hijas y los hijos. Las hijas para que sean sobre todo independientes y honestas consigo mismas y que nunca, nunca sean sumisas. Que sepan dónde quieren ir, en qué condiciones y, por supuesto, a lo que ceden. Porque a veces hay que ceder, si no la convivencia sería imposible. Pero en qué sentido y qué limites no hay que pasar nunca en esas cesiones.

P.– ¿Qué es eso de la igualdad real?

R.– La igualdad real es el día a día. ¿Realmente somos iguales o yo me levanto y no paro y a ti te queda tiempo para estar en el sofá? Eso es la igualdad real. Por supuesto a nivel laboral, en salarios, en cargos… Pero también está la igualdad en la cotidianeidad de las cosas, en el día a día, en la casa, en el ocio…

P.– ¿Dónde sembrar la igualdad en el cole, en la familia, en la calle…?

R.– Primero en la familia. Luego en los ambientes en que uno se mueve. Obviamente en el colegio y cuando vas creciendo en el trabajo, en la calle. En la calle se inculca mucho.

P.– Es usted microbióloga. ¿Cómo fue su discriminación positiva para acceder a su plaza?

R.– No hubo discriminación porque en el servicio público va todo con mucha igualdad, por puntos y tal. Lo que sí recuerdo es una ayuda a nivel humano. Me pilló que acababa de dar a luz y me llamaron para una sustitución de verano. Mis compañeros de entonces cambiaron sus vacaciones para respetarme las ocho semanas mínimas de baja maternal después de dar a luz. Y se lo agradeceré siempre. Fue un valor humano…

P.– ¿Cuál es su principal lucha como mujer?

R.– Mi principalmente lucha como mujer quizá sea que nos consideren los hijos como realmente independiente. Porque los estereotipos que a veces cogen los jóvenes te encasillan… ‘Es que cedes en estas cosas y no eres tan liberal’… No, no, es que en la vida se puede ser liberal y puedes ceder, por la convivencia o cualquier otro motivo. Ésa es mi lucha.

P.– ¿Qué hay que seguir visibilizando?

R.– Creo que hay visibilizar mucho las injusticias. En este caso las que discriminan a un sexo o a otro. Las injusticias sobre todo en los países de desarrollo medio o subdesarrollados, y en los desarrollados quizá las injusticias no sean tan llamativas pero hay que seguir hablando de ellas. La igualdad y la justicia es lo que tienen que primar.

P.– ¿Su reivindicación más allá del 8M?

R.– Creo que la reivindicación feminista que tenemos que seguir haciendo es en la igualdad y en la educación. Es la base. Hay que luchar, entre comillas, en clave feminista pero en igualdad y justicia en la educación.

P.– ¿Cuántas mujeres caben en el feminismo?

R.– Creo que caben todas. Todas caben en él. El feminismo llevado a los extremos siempre es malo, como todo. Si la reivindicación es justa, cabemos todas.

P.– A riesgo de equivocarme, ¿por qué parece a veces que hay un discurso feminista oficial en el que da la sensación de no caben todas, o al menos no todas están representadas?

R.– Se tiende a generalizar en muchos aspectos y muchas reivindicaciones. Y hay veces que no se puede generalizar porque cada caso es un mundo. Y claro, esa generalización llega a ser incluso excluyente. Dices ‘estaría de acuerdo con el 80% de las reivindicaciones de un sindicato, pero hay otro 20% con el que no’. Y a veces parece que o estás a favor o te excluyen. Creo que el discurso tiene que ser moderado. Vamos a buscar justicia y no solo la reivindicación en sí. Porque si dejamos la justicia, caemos en el extremo del feminismo que tampoco es bueno.

P.– Algo tendrá esta lucha internacional. Ni credos, ni políticas, ni colores…

R.– Esta lucha tiene que ser continuada en el tiempo porque sigue habiendo desigualdades. Pero me reitero siempre en buscar la justicia y la equidad.

P.– ¿Y antes que mujer…?

R.– Antes de mujer no soy nada. Y por ese ser mujer soy madre, esposa, trabajadora… Soy mujer dentro de todos mis campos.

P.– Le propongo un brindis-hashtag: #YoDecidoLasBatallasQueEmprendo.

R.– Me uno a ese hastag y añado… siempre acompañada de quien me quiere bien.

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