Heraldo-Diario de Soria

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De Torrubia a Calatayud a pie y «cabreado» por la falta de autobús

El alcalde soriano marchará el día 31 antes de acudir a la manifestación de Madrid

El alcalde de Calatayud, José Manuel Aranda, y el de Torrubia, Raimundo Martínez, en la entrega de firmas.-LUIS ÁNGEL TEJEDOR

El alcalde de Calatayud, José Manuel Aranda, y el de Torrubia, Raimundo Martínez, en la entrega de firmas.-LUIS ÁNGEL TEJEDOR

Publicado por
ANTONIO CARRILLO
Soria

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El alcalde de Torrubia de Soria, Raimundo Martínez, se sumará como otros muchos a la manifestación de la Revuelta de la España Vaciada que se celebrará el 31 de este mes en Madrid. Sin embargo, lo hará de una forma todavía más reivindicativa, recorriendo a pie el tramo entre su pueblo y Calatayud (Zaragoza), dado que el más que prometido autobús de línea sigue siendo una entelequia.

Según confirmó el propio Martínez, «estoy cabreado» con una situación que sigue sin solventarse. Desde hace más de un lustro se ha trabajado a escala municipal y vecinal para que un autobús conecte Soria con Calatayud a través de la comarca de Campo de Gómara, dando así acceso al AVE en la localidad aragonesa. No hay resultados.

Tras buenas palabras e intentos de adjudicación, las alternativas en la actualidad pasan por el taxi, el vehículo particular o la opción del alcalde de Torrubia, acudir hasta la estación de tren bilbilitana paso a paso. La distancia entre ambos puntos es de 58,2 kilómetros por carretera según señala Google Maps.

Martínez lamentó que se siga sin vislumbrar una solución a esta demanda popular «tras cinco años luchando». Cabe recordar que incluso Calatayud, que representa un gigante de 21.000 habitantes frente a la humilde Torralba, apoyó con firmeza la medida tanto en lo institucional y como en lo social.

El responsable municipal de la localidad de Campo de Gómara insistió en que «hay que dar la vuelta a la tortilla» y no descartó futuras medidas para dar aún mayor visibilidad a esta promesa incumplida. Desde que se cimentó la demanda del autobús han pasado Gobiernos de distinto signo pero los cambios han sido intrascendentes.

El primer impulso llegó con una recogida de firmas tanto en la vertiente soriana como en la aragonesa que se saldó con más de 15.000 rúbricas presentadas al Gobierno de España a través de la Subdelegación. La culminación de la recogida se produjo hace algo más de dos años y medio y se venía apoyando institucionalmente la petición.

De hecho, al tratarse de una concesión estatal, el pliego apareció publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Parecía que una vez puesta en marcha, la tramitación desembocaría en la puesta en marcha del servicio. Sin embargo –‘poco dura la alegría en casa del pobre’– el impulso que parecía definitivo no lo fue en absoluto.

La patronal de transporte en autobuses decidió recurrir y el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TACR) estimó parcialmente sus quejas. El procedimiento se retiró a mediados de 2017 y no se ha vuelto a abrir, por lo que la situación es prácticamente igual a la de hace cuatro o cinco años, al menos en cuanto a avances reales. Después de casi tres décadas sin tren, la posibilidad de alcanzar en transporte público la línea de AVE Madrid–Barcelona sigue siendo utópica.

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