Heraldo-Diario de Soria

UNIVERSIDAD

Maridaje de vino, traducción, Peñín y torrezno

La UVa celebra su congreso internacional sobre lenguas y caldos con guiño chacinero

Miguel Ibáñez, José Luis Ruiz Zapatero y Samuel Moreno presentan ayer el congreso.-LUIS ÁNGEL TEJEDOR

Miguel Ibáñez, José Luis Ruiz Zapatero y Samuel Moreno presentan ayer el congreso.-LUIS ÁNGEL TEJEDOR

Publicado por
ANTONIO CARRILLO
Soria

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El Campus Duques de Soria y especialmente la Facultad de Traducción e Interpretación, volverán a ser noticia... en el mundo del vino. Las instalaciones de la Universidad de Valladolid (UVa) albergarán la cuarta edición del Congreso Internacional sobre la Lengua de la Vid y el Vino y su Traducción del 3 al 6 de abril, una iniciativa que reúne a destacados expertos y que viene a hacer palpable el trabajo del Grupo de Investigación Reconocido Traduvino.

A pesar de que son varios los países representados, también habrá guiños locales. El prestigioso enólogo José Peñín, creador de la baremación vinícola más importante de España (Guía Peñín), apadrinará el maridaje entre caldos y Torrezno de Soria que promete ser una de las citas quizás menos académicas pero sin duda más sorprendentes del congreso. También Bodegas Castillejo de Robledo pone su granito de arena con una serie de contraetiquetas que recogen el cartel de la cita en sus botellas de vino madurado en roble.

El vicerrector del Campus Duques de Soria, José Luis Ruiz Zapatero, avanzó que «el día 5 (de abril) se celebrará el maridaje entre vino y torrezno». La cita tendrá lugar en el Círculo Amistad Numancia de la mano de Peñín, «historiador, enólogo y difusor» a través de una guía que ya lleva más de un cuarto de siglo como referente.

Asimismo quiso agradecer a Bodegas Castillejo de Robledo su apoyo y al director del congreso, Miguel Ibáñez, la puesta en marcha de un evento cuyo número de inscritos «va por buen camino». Ruiz recurrió al término «maridaje» para celebrar cómo una vez más universidad y empresa colaboran, algo «fundamental».

También ejemplificó con el caso de la Asociación de Productores de Torrezno de Soria cómo el asociacionismo «puede conseguir bastantes cosas», partiendo de una producción inicial de 32.000 kilos el primer año de puesta en marcha hasta llegar a los 1.411.625 en el último año. «Es multiplicar por 44», aseveró, a la par que glosó cómo la unión de distintas entidades en Saborea Soria permitió el crecimiento.

Ibáñez, por su parte, explicó como más allá de las académicas conferencias y presentaciones la actividad Cómo maridar vino con torrezno viene a animar el congreso. Pero no todo será comprobar si le queda mejor la juventud o toque de roble, el tinto o el clarete. La cita culmina otro bloque de trabajo de Traduvino que se suma a las labores constantes de investigación y desarrollo, «publicaciones de impacto nacionales e internacionales o cuatro tesis doctorales» surgidas bajo este grupo de trabajo que vincula traducción y vinos.

Por el momento ya hay confirmados unos 50 alumnos y la inscripción sigue abierta prácticamente hasta el inicio. Se confía en mantener la línea de años anteriores y que pasen un centenar de personas. Ya se han cerrado 15 ponencias y no faltarán dos talleres o una mesa redonda sobre enoturismo.

«Es un congreso de dimensión internacional que convierte a Soria en referente» con actividades tan singulares como Traducir la metáfora a la lengua de signos. Prueba de ello es que ya hay presencia confirmada de universidades nacionales como las de Alicante, Castellón, Valladolid, La Rioja, UNED, Castilla–La Mancha, León Cádiz o Juan Carlos I; o internacionales, caso de países como Alemania, Argentina, Inglaterra o Francia.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Productores de Torrezno de Soria, Samuel Moreno, recordó el éxito de cuando hace años se probó la experiencia de maridar torrezno y vino en La Rioja. «Cuando me comentaron lo de este congreso, yo encantado», dado que se trata de dos productos que se vinculan con facilidad hasta el punto de ser «primos hermanos».

Moreno afirmó que «vamos a aprender mucho con Peñín» en una sinergía que, quien sabe, quizás siente las bases de algo sonado. Sea como fuere, será un hito más dentro de cuatro días de actividad constante en el que el vino no se bebe, sino que se habla; y no suelta la lengua, sino las lenguas. Se trata del cuarto evento de este tipo desde 2004 y ahora toca cribar ponencias para demostrar que también mejora con el tiempo.

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