El autobús suaviza su caída y se acerca al nivel previo a la reforma
La estadística de abril dará un dato homogéneo, al cumplir el año las nuevas líneas
El autobús urbano en la Cuesta de la Dehesa Serena.-Mario Tejedor
Las cifras del transporte urbano siguen a la baja. Algo esperable, teniendo en cuenta la tendencia tras cambiar el esquema de líneas y suprimirse los transbordos que antes pesaban en la estadística. La novedad en lo que va de año no es que la cifra de viajeros caiga en relación al mismo periodo de 2018, sino que lo hace menos acusadamente y que se acerca al volumen previo a la reforma. Es lo que se desprende del seguimiento mes a mes: que se recortan distancias con los correlativos del ejercicio anterior. No obstante, si se toma como referencia la media del trimestre resulta una reducción del 10,5% en los usuarios.
Se trata de 9.575 desplazamientos menos. El acumulado de enero a marzo da una cifra total de 81.734 viajeros. Doce meses antes constaban 91.309. Con todo, sin acudir al detalle mensual el 10,5% menos viene a representar una progresión positiva. Y es que, en la comparación del año completo 2018 con 2017 se alcanzó un descenso del 15%.
Que paulatinamente las cantidades tienden a alcanzar las anteriores al crecimiento de líneas y paradas es algo que se advierte con las observaciones mensuales. Mientras en enero la rebaja se colocó en el 16,18% (casi 5.000 usuarios), en febrero el porcentaje negativo se redujo al 9,1%. Ya en marzo hay que hablar de una caída del 6,31% y 2.011 usuarios menos.
En estas fechas se cumple un año desde que el Grupo Avanza, adjudicatario del servicio, modificó el modelo de transporte urbano para incrementar las líneas, llegar a Las Casas, ofrecer el doble sentido en los recorridos e incorporar la plaza del Salvador como núcleo de llegadas, con lo que desdobló la hasta entonces prevalencia de Mariano Granados como eje. Entre los ajustes personales de los viajeros, la adaptación y una contabilidad que ya no tenía en cuenta los transbordos, la estadística menguó. El año 2017 cerró con 326.874 viajeros, cuando un año antes eran 383.911 y las cifras reflejaban mes a mes una recuperación que dejaba atrás las desfavorables y descendentes de la crisis.
Las novedades se implantaron en marzo de 2018, con unas jornadas gratuitas destinadas a dar a conocer los recorridos y las mejores frecuencias. Abril fue, por tanto, el primer mes completo con la innovación desplegada. Y por eso la estadística del próximo abril ofrecerá un reflejo más fiel de la tendencia del autobús urbano. Entonces los datos serán homogéneos, pues la forma de contabilizarlos será la misma, sin los transbordos.
De momento en 2019, la línea de 2019 se mantiene a la baja, aunque con las tendencias mensuales expuestas y la conclusión del 10,5% menos. Hay otros datos que reflejan la recuperación y la fidelidad de los viajeros.
Por ejemplo, la evolución semanal de las medias en días laborables. Lógicamente, se producen fluctuaciones en periodos tan cortos, pero se advierte un considerable incremento entre la primera del año y la que concluye marzo. Así, de los 1.042 en las jornadas iniciales de 2019 se ha pasado a 1.250 según la última referencia.
En enero sólo en una ocasión se sobrepasaron los 1.100 usuarios. En febrero se llegaron a sobrepasar los 1.200 en una ocasión y en otras dos semanas llegaron a rozarse. Durante tres de las cuatro semanas del mes pasado superar los 1.200 desplazamientos en jornada laborable fue la tónica habitual y en la tercera se llegó a la media máxima del año (1.279).
También son positivos los resultados referidos a los abonos. La comparación se establece sobre la base de marzo en relación al mismo mes de 2018, que prácticamente conoció por completo el anterior esquema circular de líneas.
En la actualidad constan a la empresa adjudicataria 170 abonos de jubilados, prácticamente el mismo nivel que doce meses antes, incluso con una ligera elevación de ocho. Los abonos normales han pasado de 56 a 86. Es decir, una treintena al alza.