Heraldo-Diario de Soria

CATAPÁN

El vino riega un ‘sí’ rotundo a San Juan

Miles de sorianos celebran el Catapán en las 12 cuadrillas para dar el pistoletazo de salida a los actos populares

Detalle de la celebración del Catapán.-VALENTÍN GUISANDE

Detalle de la celebración del Catapán.-VALENTÍN GUISANDE

Publicado por
ANTONIO CARRILLO
Soria

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«Vecinos, vecinas, ¿queréis que se celebran las fiestas de San Juan para este 2019?». Huelga decir que los sorianos dieron ayer un rotundo sí a la continuidad de la tradición, y lo hicieron para ponerse manos a la obra con el Catapán. Los jurados de cuadrilla de este 2019 ya pueden decir con todas las de la Ley que lo son y cada cual tiene su Santo y sus bártulos para ejercer como tal.

Los secretarios se encargaron de la ingrata labor de poner en cifras la actividad del último año, desde las barras de pan que se consumieron hace un año hasta la más preciada de las botas que se subastase en los Agés. Hubo detalles y palabras de agradecimiento para los jurados salientes, una invitación a que los vecinos hagan suya la cuadrilla, la mesa presidencial con la preceptiva mantelería y los elementos típicos y, claro está, el comienzo de la música. Eso, por la parte canónica.

Por la más festiva, miles de vecinos –imposible dar una cifra exacta con tanto itinerante– aprovecharon para catar el pan, el vino, el queso y el bacalao al menos de su cuadrilla, cuando no de unas cuantas aledañas. Como es habitual la tarde comenzó con los vecinos de cada barrio arremolinados en torno a los escenarios para probar las primeras botas y se fue trasladando con el paso de las horas a determinadas cuadrillas céntricas.

No obstante, lo primero era reunirse con los vecinos y reencontrarse con sorianos que residen fuera pero que este fin de semana aprovechan para regresar un poco más tarde. Las charangas y alguna dulzaina desgranaron el repertorio típico mientras en San Esteban los vecinos agradecían «que el vino esté del tiempo. Muy rico», especialmente en una tarde que no acompañó en exceso... al menos hasta calentarse con las botas, que no pararon un momento.

Los cuatros y ayudantes se venían arriba en Santa Bárbara, donde como es habitual la calle rebosaba. Un poco más de vino, un trocito de pan y dos de queso para pasarlo iban caldeando el ambiente. Mientras los vecinos del Rosel y San Blas entraban disimuladamente a buscarse en alguna de las fotografías que adornan el local y en las que sí, está medio barrio retratado. Los de Santo Tomé, San Clemente y San Martín descubrieron un techo colorido y los del Salvador, un guiño al Coso de San Benito. Y los de Santiago se iban fijando en esas botas que se han ido presentando por Facebook pero que ayer manaron en abundancia, llegando a causar una colorida –y cantada– peregrinación de jóvenes hasta el barrio del Calaverón.

En definitiva, Catapán en estado puro. Entre los más jóvenes hubo quien lo completo con algún calimocho o alguna caña y, como reza la sanjuanera, algunos cogieron «la primer tajada». También hubo algunos ya más talludos que cayeron en brazos de Baco aunque el buen ambiente vecinal fue la tónica durante la práctica totalidad de la jornada.

Mientras unos iban arremolinándose en la zona de la plaza de toros, los más puristas emitían su juicio gastronómico, que para algo el nombre de este día empieza por ‘cata’. «Este año el bacalao está muy rico, menos salado. Y el queso también muy rico. Pero el pan un poco chicle». Sea como fuere, la puntuación final fue alta. Lo importante es reunirse en el barrio, dar un año más el sí a las fiestas de San Juan... Y, por qué no decirlo, que el vino caliente el corazón.

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