El edificio de I+D busca la mayor calificación en sostenibilidad

Mientras las obras del nuevo edificio de I+D+i del Campus de Soria continúan su ritmo, desde la UVa han iniciado un procedimiento para dotar al nuevo complejo de la máxima distinción en construcción sostenible. Según consta en la Plataforma de Contratación se ha licitado un contrato de los servicios técnicos necesario para la obtención de la Certificación LEED, gestionada por el United States Green Building Council (USGBC) en la ejecución del edificio I+D+i y formación especializada en el Campus Duques de Soria de la Universidad de Valladolid. La UVa invertirá unos 42.0000 euros en esta consultoría.

El plazo de ejecución de los trabajos es de 17 meses y las ofertas de las empresas interesadas se pueden presentar hasta el próximo 11 de julio. La apertura de sobres se hará el día 12 por lo que antes de finales del próximo mes el contrato ya podría estar adjudicado. La UVa ya tiene cierta experiencia en la obtención de estas calificaciones no en vano el Edificio Lucía del Campus de Valladolid también tiene el sello platinum.

Según consta en el pliego de prescripciones técnicas publicado por la UVa, los trabajos que se contratarán «comprenderán toda la asistencia técnica necesaria para el proceso completo de certificación LEED con objetivo PLatinum, durante la construcción y la posterior a la ocupación, hasta la obtención de la certificación definitiva».

Hay que recordar que cuando se presentó el proyecto del edificio ya se advirtió desde la UVa que una de sus características iba a ser la sostenibilidad y la eficiencia energética. Uno de los requisitos del proyecto era lograr un edificio de muy bajo consumo energético y máximas condiciones de confort para sus usuarios, empleando para ello soluciones sostenibles y eficientes, anticipándose la UVa así a los requerimientos de la Directiva Europea relativa a la eficiencia energética de los edificios.

Este condicionante se ha materializado mediante su diseño integrado, la simulación energética dinámica realizada con la herramienta EnergyPlus 8.5.0. y el modelado de la información de la construcción (BIM, Building Information Modeling), que permiten un enfoque ‘trans’ y multidisciplinar, integrando los diferentes criterios y objetivos constructivos y de gestión desde las fase iniciales de diseño, para la generación y explotación de los datos del edificio durante todo su clico de vida, minimizando costes y consiguiendo unos excelentes patrones de uso sostenible de los recursos. La UVa informó de que se consigue así un edificio eficiente que logra regular y equilibrar fluidamente su interacción con el entorno, el terreno y sus usuarios, en los aspectos que se desean controlar: luz, sonido, aire, energía, agua radiación, residuos, entre otros, de forma que se constituye en un edificio como almacén de energía en balance con el entorno para conseguir el consumo de energía casi nulo.

El proyecto contempla la utilización de la mayor cantidad de técnicas pasivas posibles que permitan mantener el confort térmico de los espacios interiores sin consumo de energía. Para ello, se han hechos esfuerzos concretos en la mejora del aislamiento de los paramentos, la eliminación de puentes térmicos y una cubierta vegetal extensiva para aumentar al máximo la inercia. Además, se prevé el aumento del rendimiento de las superficies vidriadas y el equipamiento más eficiente con técnicas de recuperación del calor, junto con la utilización sistemática de fuentes de energía renovable locales, como el aprovechamiento de la capacidad térmica del terreno (geotermia para climatización y pozos canadienses para el precalentamiento y el enfriamiento del aire de entrada para ventilación), la radicación solar (aprovechada mediante un muro solar para climatización en la fachada sureste y un muro cortina de vidrios fotovoltaicos para la obtención de electricidad en la fachada suroeste) y el viento, y la conexión del edificio con la calefacción de distrito de biomasa forestal existente en el campus. Todo ello monitorizado y gestionado para el uso más eficiente posible, que va a permitir obtener reducciones de demanda de energía funcional del 84 por ciento en iluminación, del 98 por ciento en calefacción y del 56 por ciento en refrigeración, obteniendo una reducción total de consumo de energía final del 68 por ciento respecto a los requerimientos actuales del Código Técnico de la Edificación, y del 60 por ciento respecto a los estándares de sostenibilidad, obteniendo los valores de ‘Edificio de Energía Casi Nula’ pretendidos