Heraldo-Diario de Soria

El Plan de Ruido desaconseja el pavimento de adoquines

Pide una «especial atención» debido a su «mal comportamiento acústico»

Pavimento adoquinado para los coches en Mariano Granados.-Valentín Guisande

Pavimento adoquinado para los coches en Mariano Granados.-Valentín Guisande

Publicado por
JOSÉ ÁNGEL CAMPILLO
Soria

Creado:

Actualizado:

Las peatonalizaciones y los espacios compartidos entre los peatones y los vehículos, las Zonas 30, han conseguido amortiguar el nivel de ruidos de la capital, un núcleo que en todo caso cumple de manera general con los parámetros normativos. No obstante, los pavimentos empleados para la circulación rodada en los espacios pacificados pueden colisionar con la calidad acústica. De manera que la revisión del Plan de Ruidos alerta sobre el uso del adoquinado. Entre las propuestas de actuación para que Soria siga manteniendo un nivel sonoro adecuado, el documento pide una reflexión sobre este material, sobre el que se ha basado buena parte de los espacios con los que el peatón ha ganado amplitud. Así, pide «prestar especial atención a la implantación de pavimentos especiales de tipo adoquinado, pues su mal comportamiento acústico desaconseja su empleo».

Esto, en lo referido a las zonas 30. De cara a los trabajos de mantenimiento y sustitución, propone «evitar empleo de pavimentos de textura ruidosa y uso de pavimentos adoquinados» en las obras. Para las zonas 30 apuesta por implantar «reductores de velocidad (badenes y elevaciones de la calzada), estrechamientos, cambios de alineación obstáculos en intersecciones, cambios en el pavimento» o «franjas transversales de alerta». Pero el documento recomienda «evitar discontinuidades en el pavimento y los resaltes en los trabajos de mantenimiento sobre la vía».

El adoquín rugoso ha sido la base de las más recientes semipeatonalizaciones y se ha implantado en el entorno de San Juan de Rabanera tras el mal comportamiento y las roturas de las losetas originales. «Técnicamente, por el peso de los vehículos, es el que más apropiado ha sido», explicó la concejala Ana Alegre sobre el material empleado en las zonas 30. La edil recordó que el Plan de Ruidos considera un elevado número de posibles medidas y que la relativa al adoquinado es otra «recomendación». Otras acciones, como los badenes, también pueden al paso de los coches producir «ese ruido puntual».

Alegre explicó que el Plan recoge la peatonalización como uno de los aspectos beneficiosos que han contribuido a reducir la contaminación acústica. Si bien el adoquín acrecienta el ruido en relación al tráfico, no hay que olvidar que también «disminuye la velocidad y tienen que ir más lentos los vehículos», lo que también alivia el sonido. Por otra parte, estos elementos son los más adecuados «por el entorno» de las zonas 30. Es decir, espacios céntricos y con valor cultural y patrimonial.

El Consistorio tendrá en cuenta las recomendaciones del Plan de Ruidos, de cara a «posibles actuaciones futuras, cuando saquemos el pliego», aseguró Alegre.

Asfaltos especiales

En la mejora acústica de las calles tiene un papel la moderna tecnología. Los redactores de la revisión del Plan de 2012, de la empresa Audiotec, señalan que en los cambios y mantenimientos puede utilizarse el asfalto fonorreductor. Se trata de aglomerados elaborados a partir de neumáticos reutilizados, que absorben parte del sonido. El estudio recuerda, eso sí, que debería mantenerse una correcta conservación. Y es que la capa pierde propiedades con el paso del tiempo. «Se aconseja su empleo en aquellas vías en las que el Mapa de Ruido evidencia problemas de contaminación acústica», expresa el estudio que, de manera general en cuanto a las campañas de asfalto reclama prioridad para aquellas calles con afecciones sonoras sobre el vecindario.

Pantallas en las zonas de ocio

No es raro que las terrazas y las aglomeraciones en las zonas de bares afecten a la tranquilidad de los vecinos. Junto a la presencia disuasoria de la Policía Local y las inspecciones, el Plan de Ruidos destaca el papel de la concienciación ciudadana para evitar los conflictos. Así, propone «campañas de medición y visualización de ruido mediante sonógrafos registradores en terrazas y en zonas de concentración de personas dirigidas a los hosteleros y al público en general». Es decir, iniciativas como las que se realizan en otras ciudades colocando pantallas donde figuran los niveles de ruido y se advierte cuando se sobrepasa lo permitido. De esta manera la gente es consciente de que el ocio debe convivir con los residentes y los empresarios avisar a sus clientes.

La administración tendría un mayor conocimiento de las referencias acústicas midiendo lo sucede en ciertas zonas. Esto serviría para elaborar planes específicos para ellas, sobre la base de unos datos detallados.

El Plan de Ruido dedica un apartado a la participación, con campañas sobre los efectos nocivos del ruido, guías de buenas prácticas, la conversión de manera temporal de calles en espacios sólo para el peatón, jornadas o cursos sobre conducción ecológica y actos para potenciar el transporte colectivo. El documento no se olvida del público escolar en cuanto a las buenas prácticas ni del a formación de los técnicos.

Itinerarios peatonales, calles sólo para andar, la promoción de los carriles bici y más aparcamientos para bicicletas contribuyen a un menor ruido.

tracking