Csif asegura que hay «falta de voluntad» para abrir la cárcel

La nueva cárcel de Soria «no se abre únicamente por la falta de personal», aseguró ayer el responsable nacional de Instituciones Penitenciarias del sindicato Csif, Jorge Vilas. El sindicalista afirma que lo único que se necesita es «voluntad política» ya que se trata de un «tema económico». En este sentido considera que de cara a la apertura el nuevo complejo necesitará unos 300 funcionario más y «si eso no se cumple, es imposible que se abra la cárcel en condiciones».

El representante de CSIF estuvo ayer en Soria para denunciar las «precarias» condiciones de los funcionarios de prisiones y valorar la próxima apertura del nuevo centro penitenciario. Vilas calificó como «aberración» la gestión que desde el Gobierno central se ha desarrollado con la nueva cárcel ya que «ha costado más de 130 millones, lleva años prácticamente terminada y no se abre únicamente por la falta de personal». Desde el sindicato consideran que las nuevas instalaciones permitirían realizar «una buena labor» de reeducación y reinserción y que «una condiciones de trabajo dignas» para los empleados públicos.

Con respecto a la apertura del complejo el próximo verano, Vilas se mostró «escéptico». «Reclamamos que se cumplan, pero nuestra experiencia con el actual secretario general de Instituciones Penitenciarias es que no cumple su palabra». Asimismo advirtió de que «no nos sirve una apertura de un módulo de forma testimonial, la prisión cuenta con 720 plazas y esperamos que esté abierta y con la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) cubierta, con los funcionarios que están en la actual cárcel de Soria no es suficiente».

Cuestionado por la futura RPT de la nueva cárcel, Vilas aclaró que «lo primero» que debe decidir Instituciones Penitenciarias es «cómo quiere abrir» la prisión. «Ahora mismo en Soria hay 117 funcionarios en todas las áreas, una cárcel como la nueva necesita de unos 400 empleados públicos, la diferencia es abismal, la nueva cárcel necesita un mínimo de 300 funcionarios para trabajar en condiciones», recalcó. Para Villas abrir un solo módulo «no es rentable». «Lo lógico cuando gastas 130 millones es abrirla entera, pero ahora mismo Instituciones Penitenciarias, como ha pasado en Málaga, abren un par de módulos y los cubren con gente de prácticas, pero eso no es una solución real». Para cubrir las plazas, Vilas remarcó que el «problema» es la provisión de las plazas. «Lo único que se necesita es voluntad política, es un tema económico».

Tal y como publicó este medio en la víspera, las previsiones de Instituciones Penitenciarias pasan ahora mismo por terminar con la instalación de todo el equipamiento a finales del mes de abril del próximo año. Si esa premisa se cumple, Vilas considera que serían necesarios al menos «un par de meses» para ejecutar todas las pruebas de seguridad necesarias en una instalación penitenciaria.

La falta de personal no solo afecta a la nueva cárcel, también a la infraestructura también está en servicio. Vilas recordó que Csif lleva dos años «reivindicando mejoras» en las condiciones de los empleados penitenciarios y una de sus principales quejas es el «déficit» actual en las plantillas. En el caso de Soria el 20% (24 plazas) de la RPT está sin cubrir lo que «causa graves problemas en el desarrollo de las funciones de los trabajadores». «Con la plantilla actual somos incapaces de garantizar la seguridad», aseveró.

La falta de efectivos en Soria provoca que sea imposible «coger vacaciones o conciliar la vida familiar». Para paliar esta situación Csif reclama «una oferta de empleo público extraordinaria que cubra las vacantes». «El ministro hace oídos sordos, solo salen ofertas de empleo para cubrir las bajas que se producen de manera anual», lamento. En Soria el problema se agrava porque la plantilla tiene, de media, «más de 56 años» con lo que «en 2020 hay muchos trabajadores que pasarán a segunda actividad o se jubilarán». Csif recalca que esta situación «afecta a todas las áreas» del trabajo en el interior de la prisión.