Heraldo-Diario de Soria

LOTERÍA

Abrazos, Sanjuaneras, cava y cajas de cerveza muy repartidas

Los premiados disfrutan de una larga celebración, «que tampoco es que sea para ahorrar»

Publicado por
ANTONIO CARRILLO
Soria

Creado:

Actualizado:

Al bar Queru no le faltan fieles ni ambiente de normal. Si no hubiese tocado nada, muy posiblemente hubiese tenido un vermú animado. Pero claro, lo de repartir cientos de décimos del quinto premio hizo que tuviese que repartir después cientos, si no miles, de quintos de cerveza.

Como era domingo y no era cuestión de madrugar mucho, la animación llegó de forma paulatina. Obviamente corrió el espumoso, pero los primeros en llegar buscaban más la felicitación y choque de manos con el personal. Poco a poco un goteo incesante de agraciados se iba sumando.

«¿Tú llevas? ¿Sí? ¡Pues yo también!». Y abrazo al canto, claro está. Poco a poco el trasiego de botellines fue in crescendo. «Hombre, yo el décimo me lo he dejado en casa, claro», comentaban entre sí. Por prudencia, no fue fácil ver uno de aquellos rectángulos de papel que de repente valían 6.000 euros gracias al azar.

Por lo general todos eran conscientes de que de esta no se jubilaban, pero cierto es que tampoco esperaban la alegría. «Anoche estábamos aquí y pensábamos ‘¿Y si nos toca la porra? Y hoy, mira». La mayoría coincidía en que una parte sustancial posiblemente se gastase estas Navidades, «que 6.000 euros tampoco es que sea un ahorro muy allá», al menos cuando la fiesta ganaba enteros.

Para otros hubo dos alegrías prácticamente seguidas. La primera, la confirmación de que eran partícipes del quinto premio. La segunda, que hasta los 20.000 euros Hacienda no echa mano a la cuantía y por tanto los billetes se cobraban de forma íntegra. Hubo quien preguntaba si la cosa no estaba en 2.000 euros y, al cerciorarse de que la cuantía exenta era mayor, ampliaba aún más la sonrisa. «¡Que se joda Hacienda!», exclamaban con más ganas de cachondeo que de otra cosa.

El interior del bar ya se había quedado pequeño y fuera se extendía una celebración con visos de alargarse. Algunos, ya bien regados, dudaban si iban a comer a casa o a cualquier otro sitio o aprovechaban la sensación de haber ganado por primera vez un premio en la lotería. Otros relataban sus anécdotas como la del novio que presumía de pasar de comprar décimos y por suerte se comprobó que era más pose que realidad.

Tampoco pasaron del todo desapercibidas las gambas del Duero que habían llamado a la suerte desde el Teatro Real. Un grupo de estudiantes, al parecer organizados por una soriana, habían acudido a ver el sorteo en directo caracterizados de crustáceos y alguno atribuyó la suerte a su presencia.

Llegó la tarde, se marchó el sol y la fiesta seguía. El pop, electro, grunge e indie que suele pinchar el bar Queru dio paso a unas Sanjuaneras mientras algunos irreductibles que resistían allí desde primera hora comenzaban a acusar la juerga. Para unos cuantos cientos de sorianos un día gris lo fue mucho menos.

tracking