‘Hay una posicion media entre no alarmar y mentir’

«Está siendo horrible». Así describe la situación una mujer que tiene a su padre internado en la residencia de Los Royales. Como otros familiares, lleva días intentando recabar información de lo que ocurre en el interior del centro donde atienden a su padre, pero la tarea no está resultando fácil. «Tiene que haber una posición media entre no alarmar y mentir», asegura, después de hoy la Junta reconociera 11 fallecimientos en los últimos 17 días. 

«El viernes mi madre pudo ver a mi padre, pero se tuvo que marchar antes de tiempo», explica. Para poder contactar con su familiar «nos dieron un teléfono con una extensión donde nos darían toda la información». Sin embargo, el sábado y el domingo fue imposible contactar con Los Royales. «Salía que estaban las llamadas restringidas y te entra la angustia, se dicen cosas, oyes cosas, pero era imposible contactar», comenta. 

Durante esos días, cuando el teléfono era descolgado, tenían que esperar para hablar con las coordinadoras pero «estaban siempre ocupadas». No fue hasta el martes cuando por fin les comunicaron que su padre «estaba bien». 

«Desde dentro nos dicen que hay un tomate impresionante y que no están diciendo la verdad», advierte. En su caso su familiar es dependiente y está en su habitación, a su vecino «le hacen estar en el cuarto». 

«Es tremendo, me desespera, es mentira lo que están diciendo», lamenta. «Mi padre lleva algo más de un año y como mucho haya cuatro muertos al mes», subraya. «El viernes había una responsable que estaba al borde del colapso, se les ha ido de madre», insiste. 

Otra familiar de residente con la que puedo hablar este medio describió la situación de forma parecida aunque en su caso «esta mañana (por ayer) me han llamado y he podido hablar y ahora estoy un poco más tranquila».  En su caso puede recibir noticias a través de otro familiar que trabaja en el centro, pero reconoce que hay sensación de «desesperación». «El domingo llamé y no pude hablar, me decían de hablar con el director, pero ni él me conoce ni nada», indica. 

«Yo ahora mismo me tengo que creer lo que me dicen, me tengo que fiar», asevera. Aunque a su familiar le están tomando la temperatura, no es de los 50 pacientes asilados. «Nos dicen que los asilados están cada uno en su habitación», señala. «La situación es alarmante porque sientes angustia», reconoce tras conocerse los últimos datos sobre el centro aunque reitera que «te tienen que creer lo que te dicen».