Heraldo-Diario de Soria

MICOLOGÍA

Los permisos micológicos de turistas se disparan y ya suponen el 44%

La campaña de primavera irregular se reactiva en junio por las tormentas

Recolector de setas en una imagen de archivo. HDS

Recolector de setas en una imagen de archivo. HDS

Publicado por
IRENE LLORENTE YOLDI
Soria

Creado:

Actualizado:

El fin del estado de alarma ha disparado la demanda de permisos micológicos de turistas en el coto Montes de Soria, que ya suman 3.193 de un total de 7.434 expedidos hasta la fecha en lo que va de año. Justo antes del 9 de mayo apenas se habían registrado 41 carnés de recolectores de fuera de la provincia, lo que demuestra el interés que tienen los amantes de la micología, aunque si bien es cierto que las especies de primavera no acaparan tanta atención como las de otoño. Lo cierto es que se han incrementado con creces todos los permisos, ya que entre mayo y y junio Montes de Soria ha tramitado 4.400 licencias micológicas; el 70% de turistas. Y el porcentaje de foráneos sobre el total solo del mes de junio, con 2.602 permisos, asciende hasta el 80%.

“Esto demuestra que se está concentrando la actividad del micoturismo en estas fechas porque hay más opciones de poder venir después de concluir el estado de alarma”, constata José Antonio Vega, director técnico de Montes de Soria, asociación que aglutina a 82 propietarios (y otros dos de la provincia de Burgos) y 156.000 hectáreas, incluida la superficie de la Junta de Castilla y León.

Además, todas las medidas adoptadas hasta ahora encaminadas a acabar con la pandemia empiezan a dar su fruto en cuanto a la movilidad de la gente. Y es que el año pasado por estas fechas se expidieron 1.717 carnés, una cuarta parte de los actuales. No obstante, el estado de alarma no ha frenado a los recolectores provinciales, aunque la producción no les haya acompañado en una campaña que los expertos califican de “irregular”. Ya son 7.434 permisos expedidos en el acotado Montes de Soria, el de mayor superficie de la provincia y que opera en conjunto con la superficie de los de la Junta. La mayoría, para uso recreativo, 5.992, frente a los 1.445 comerciales.

A su vez, la mitad de las licencias de Montes de Soria son de recolectores locales, 3.177, 46 provinciales, 3.193 vinculados y 3.193 foráneos, lo que refleja que el 44% es de turistas. Además, “una parte muy importante de los recolectores renuevan desde su casa, algo que ha ido en aumento a raíz de la pandemia para evitar acudir de forma presencial”, explica José Antonio Vega.

Producción

La campaña micológica de primavera 2021 ha sido en general irregular y menos productiva de lo normal, aunque con matices entre especies y hábitats. Todo ello a pesar de las condiciones favorables de humedad y temperatura registradas en abril, mayo y primera semana de junio. No obstante, las abundantes precipitaciones durante todo el mes de junio han provocado la reactivación hasta la fecha de muchas de las especies propias de esta época.

“Si nos referimos a las setas de interés socioeconómico de primavera más recolectadas en cuanto a cantidad, en Soria serían los Boletus, lansarones y marzuelos. No obstante, la diversidad de setas de primavera es muy interesante y amplia”, indicó el director del Instituto Micológico Europeo (EMI en sus siglas en inglés), el soriano Fernando Martínez Peña.

Las especies más favorecidas han sido las de pradera, como los lansarores o perrechicos (Calocybe gambosa). Hubo picos de producción de senderuelas (Marasmius oreades) especialmente durante la primera semana de mayo. También fructificaron las setas de cardo (Pleurotus eryngii), las barbudas (Coprinus comatus) y los champiñones (Agaricus spp).

Por el contrario, las colmenillas (Morchella spp) y los bonetes (Helvella lacunosa y Helvella leucopus) han tenido una fructificación muy escasa. Los marzuelos (Hygrophorus marzuolus) también registraron producciones más bajas de lo normal y se vieron afectados por las adversas condiciones meteorológicas registradas en marzo. 

“Ha sido un año inferior a la media en general. Si atendemos a los muestreos publicados para el marzuelo desde Micocyl, estaríamos en un año inferior a la media con 3,10 kilos por hectárea frente a los 5-10 kilos por hectárea que pueden registrarse en un año normal-bueno. Del resto de especies de primavera no hay registro de datos a largo plazo para comparar por el momento, por lo que nos tenemos que basar en criterios observacionales de expertos”, explicó el investigador.

En cuanto a los boletus de primavera como Boletus pinophilus, a pesar de haber registrado varias semanas de producción en los pinares albares desde abril, lo hicieron en cantidad bastante escasa y con abundante agusanamiento. Igualmente, cabe señalar la escasa producción de Boletus aestivalis y Boletus aereus registrada en los robledales (Quercus pyrenaica) en mayo y principios de junio, a pesar de que sí se registró abundante producción de especies de russulas dulces y Amanita rubescens. No obstante, las lluvias de la segunda mitad de junio han provocado la fructificación de producciones de Boletus aestivalis y Boletus aereus en bastantes zonas, pero con un grado de agusanamiento bastante alto.

“En la primera semana de junio, se vieron con profusión fructificaciones de rebozuelos (Cantharellus cibarius) en los pinares albares, aunque muchos carpóforos se deshidrataron rápidamente como consecuencia de las altas registradas la segunda semana de junio.

Pero la situación cambió notablemente durante la segunda quincena de junio con la entrada de varios episodios de fuertes lluvias y temperaturas frescas que reactivaron la fructificación de rebozuelos (Cantharellus cibarius) tanto en los pinares de Pinus sylvestris como en los robledales de Quercus pyrenaica  que se han mantenido hasta la actualidad. También se registraron picos importantes de Boletus aereus y Boletus aestivalis en los robledales y hayedos, si bien, con porcentajes de agusanamiento muy elevados”, añadió Martínez Peña.

Y es que todas las tormentas de este mes han mantenido la producción de muchas de las especies de primavera. Lo cierto es que el arranque de la campaña en marzo fue más seco de lo normal y con temperaturas muy contrastadas (periodos de temperaturas anormalmente altas seguidos de periodos de heladas). Posteriormente, abril y mayo fueron más húmedos de lo normal, pero en la primera quincena de junio se produjo un aumento brusco de temperaturas que deshidrató muchos carpóforos. Afortunadamente, la actividad tormentosa en la segunda quincena de junio y temperaturas suaves elevaron los niveles de humedad de suelo en superficie a porcentajes superiores al 80%, lo que mantuvo las buenas condiciones de fructificación hasta final de la primavera y principios del verano.

En el caso de la campaña de primavera, más que un retraso de la producción, se han producido algunas anomalías. Por ejemplo, las altas temperaturas de marzo provocaron adelantos en la producción de Boletus pinophilus. Así el 8 de abril se reportaron fructificaciones muy puntuales de Boletus pinophilus en la comarca de Pinares. Esta especie ha ido generando nuevas fructificaciones hasta la actualidad pero escasas e irregulares. Es previsible que el cambio climático acentúe los episodios meteorológicos extremos y ello condicione la fenología de las especies fúngicas.

Los técnicos de la Fundación Cesefor, a partir de los inventarios que realizan de forma periódica en distintas parcelas de investigación en zonas productoras, dentro del programa Micocyl de la Junta, han constatado una buena fructificación de setas silvestres, sobre todo de Cantharellus cibarius, (rebozuelo) con rendimientos de recolección próximos a 1 kilo por hora en algunos rebollares de la comunidad. También se han registrado buenas producciones de Boletus aereus, Boletus reticulatus y Russula cyanoxantha (carbonera), sin embargo casi la totalidad de los ejemplares de estas especies, se encuentran parasitados. E incluso de Amanitas caesarea (oronjas), debido a la sucesión de eventos tormentosos de las últimas semanas, constató el técnico del área de micología y truficultura de la Fundación del Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León (Cesefor), José Miguel Altelarrea. Y es que la producción de estas especies “de verano”, además de las características del medio físico y del hábitat, están condicionadas por la magnitud de las precipitaciones, la temperatura y además por el número de eventos lluviosos que tienen lugar en los 15-20 días anteriores.

tracking