Csif cifra en ocho médicos los que trabajan sin homologación en Soria

El fin de la permisividad decidida por el Gobierno durante la pandemia para permitir a los especialistas extracomunitarios no homologados trabajar para cubrir las enormes necesidades sanitarias del momento deja fuera de la legalidad a los médicos que no cuentan con un título convalidado en el país. En el servicio de oncología ya han sufrido la primera baja –se le acaba el contrato a un facultativo y no se le puede volver a contratar– y la situación puede repetirse. Según indicó ayer la Central Sindical Independiente y de Funcionarios, CSIF, en Soria trabajan actualmente ocho médicos sin la homologación, una convalidación que debe dar el Gobierno central pero que tarda en tramitarla varios años, lo que levanta la queja de la Junta de Castilla y León, del Colegio de Médicos de Soria y del propio sindicato, que ayer convocó una concentración para denunciar la situación general de la sanidad que calificó de «caos».

Desde Csif apuntaron que estos ocho facultativos son médicos de familia, de atención primaria, tanto de urbana como de rural, aunque no les consta en qué punto se encuentra su situación contractual y el proceso de homologación. Respecto al oncólogo no renovado, que ejercía como refuerzo puesto que la plantilla orgánica está al completo con cuatro profesionales –aunque actualmente uno de ellos está de baja–, el responsable de sanidad de Csif, Ricardo Sanz, indicó que «los gestores tendrán que buscar un reemplazo, si no sufrirá las listas de espera».

Precisamente el problema de las largas demoras para una consulta con el especialista, una prueba diagnóstica o una operación fue uno de los aspectos demandados por el sindicato en la concentración celebrada ayer en las puertas del Hospital Santa Bárbara, con la presencia de unas 30 personas, y otras 15 ante el centro de salud de La Milagrosa. «Denunciamos el caos sanitario que sufren los profesionales de la sanidad y el continuo deterioro de nuestro sistema de salud, que afecta directamente a los pacientes y a la calidad de los servicios», rezaba el manifiesto leído por el sindicato, sumándose a las movilizaciones que están llevando a cabo los empleados públicos de la sanidad por diferentes comunidades de España. 

Además de reclamar las 35 horas semanales y una mejora de las retribuciones tras los recortes practicados por la Junta de Castilla y León, desde Csif recalcaron que «la situación en la atención primaria es límite, con una carga de trabajo agotadora e inasumible, con citas para los ciudadanos que oscilan entre los 5 y los 15 días en los centros de salud de la comunidad. La falta de médicos y enfermería resulta clamoroso», denunció Csif.

«No hay profesionales y tienen que competir con otras comunidades, por eso hay que hacer Soria atractivo, porque en País Vasco y Navarra pagan más. Hay una retribuciones obsoletas y todos esos profesionales se van», afirmó Sanz, quien matizó que «es un mal del Sistema Nacional de Salud porque tenían que haber previsto los políticos las jubilaciones», a lo que se suma que los médicos internos residentes, MIR, «no se quedan». 

«En Soria hay plazas MIR sin cubrir. De médicos de familia, de 15 ofertadas se han quedado descubiertas 10, sólo vinieron cinco. No la quiere nadie», añadió sobre la última incorporación de residentes en mayo de 2022:«Les formas aquí y les das buenas condiciones y pueden quedarse en Soria, pero si no vienen...», lamentó el responsable de sanidad de Csif. 

El sindicato recordó que existe déficit de profesionales en Soria y que en varias especialidades no se llega a cubrir la plantilla orgánica y que harían falta unos 150 profesionales de enfermería para cumplir las ratios adecuadas. En conclusión, Csif habló de una situación de «desánimo» entre los profesionales, de «descontento, desmotivación y desaliento».