Heraldo-Diario de Soria

SAN JUAN 2023

Una Compra en remojo

La temida suspensión no se produjo y encierro y suelta se celebraron con la relativa normalidad del barro y la amenaza de lluvia. El mal tiempo propició un 80% menos de atenciones sanitarias.

Un momento de la Compra. - MARIO TEJEDOR

Un momento de la Compra. - MARIO TEJEDOR

Publicado por
J.A.C.
Soria

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Con un ojo en el cielo y otro en el móvil y la aplicación del tiempo. Así vivieron los sanjuaneros bastantes horas en la jornada de ayer, pendientes de si la Compra llegaba a buen puerto o se suspendía o, al menos, no se celebraba por completo. El encierro de la Comprilla adelantó temprano que habría jornada y ya a esas horas el Ayuntamiento junto a peñas y Jurados habían consensuado que se lanzaba el festejo, después de una madrugada de truenos, torrentes y granizo. Por la tarde la salida de la comitiva estuvo presidida de nubes y algunas gotas pero la Compra marchaba y estaba a lo que pudiera salir. El precedente más inmediato auguraba complicaciones, ya que poco antes una intensa granizada había descargado en Valonsadero y los vídeos e imágenes que circulaban de grandes piedras no eran alentadores. Al final la festividad se completó con la tradicional tienta de los novillos y la suelta hacia el fondo de la Cañada. Fueron once las reses que pasaron la prueba de las carreras y las llamadas. Hay que tener en cuenta que dos se encuentran lastimadas, aunque se tiene confianza en el descanso de los días que restan hasta la ansiada Saca. 

Entre la precaución por el abundante barro y los posibles resbalones de una vegetación empapada, también tal vez por la menor afluencia, las atenciones sanitarias fueron escasas. No faltaron los revolcones y alarmas en un terreno muy complicado de charcos, que dejó a la gente remojada y manchada ante unas reses que, sin las apreturas del calor, salían fuertes. A las 19.15 horas el responsable del puesto de Cruz Roja, Norberto Cardona, informaba de una veintena de atendidos, en principio por cuestiones leves. En esos momentos se habían practicado dos traslados al hospital Santa Bárbara, debido a golpes que requerían de mayor indagación. Hubo un herido por contacto con novillo, que no requirió traslado. Heridas y pequeños traumatismos protagonizaban el resto de inspecciones. A las 20.30 el parte de Cruz Roja no había variado. El tiempo revuelto propició un balance escaso en comparación con otras jornadas. Un 80% menos de atenciones, calculó Cardona.

Con unas previsiones meteorológicas catastróficas a lo largo del día y especialmente a partir de las cuatro de la tarde, en la mente de muchos estaba presente la posibilidad de la suspensión. Lo sucedido en la madrugada, con una sucesión de tormentas hacía pensar en lo peor. La decisión de seguir adelante se había adoptado poco antes de que comenzara la Comprilla, después de conversaciones y acordar una reunión, precisamente, durante la madrugada. El consenso fue que «celebramos la Compra íntegra», refirió el alcalde, Carlos Martínez.

A eso de las cinco y media el regidor había consultado al presidente de los Amigos de La Saca, Raúl González, la autoridad de Tráfico y algunos Jurados. Entonces suspender parecía la opción razonable. A las siete ya «no era posible, porque teníamos a todo el mundo en Valonsadero», indicó.

«Desde las cinco de la mañana llevamos en comunicación con unos y con otros», resumió Martínez, y «hemos decidido en una reunión a las siete y media en el picadero, en el centro de operaciones que tenemos allí, junto a peñas y Jurados de Cuadrilla» que la jornada seguía adelante.

«No es fácil», admitió poco antes de la salida a las 17.00 horas. El «punto de inflexión» resultó el inicio de la Comprilla. Si las puertas se abren en torno a las 8.00 horas, esto se había retrasado a las 8.30. Al llegar los responsables, la «gente ha silbado», pero ha «aplaudido cuando hemos abierto».

«Esto son los sanjuanes», prosiguió el regidor antes de la salida de la comitiva, «se celebran pase lo que pase y pese a quien pese». En este sentido, «nos adaptamos diariamente a lo que pueda suceder». También hay que tener en cuenta en la decisión la importante logística que suponen las celebraciones en Valonsadero. La última suspensión de la Compra se acordó en 2010 y no sucedió en la misma jornada sino con antelación y encuentro previo con los Jurados debido a los pronósticos de lluvias.

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