Heraldo-Diario de Soria

Asistencia sanitaria

La sanidad soriana asume este verano 8.073 tarjetas de desplazados

Atención Primaria refuerza con médico y enfermero las zonas de salud de El Burgo, Pinares-Covaleda y San Leonardo. El efecto de la época estival se nota en las guardias, que ya doblan pacientes atendidos

Centro de salud rural.

Centro de salud rural.Mario Tejedor Hernández

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Soria

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El verano revoluciona los centros de salud de la provincia por la llegada de los sorianos de la diáspora, y todas sus generaciones, además de los turistas propios de la época. Es un momento de tensión en la sanidad provincial, principalmente la rural, acostumbrada a pocos pacientes, y en un alto porcentaje de edades avanzadas.

En lo que va de verano se han registrado ya 8.073 tarjetas sanitarias de desplazados, cifra que previsiblemente seguirá creciendo a lo largo del mes de agosto, al menos hasta la semana próxima, como indica la directora médica de Atención Primaria de la Gerencia de Asistencia Sanitaria de Soria, Ana Tabernero. «La experiencia nos dice que hasta la tercera semana siguen llegando, y luego se van quedando los mayores, que hasta el otoño ya no se van. Nosotros los llamamos nuestros desplazados, que ya se esperan a la vacunación de la gripe», matiza Tabernero.

Según constata, la situación sanitaria en la provincia están siendo «tranquila» en cuanto a que no está habiendo graves incidencias, pero con un alto volumen de trabajo que sale adelante con el refuerzo aplicado. La directora médica apela a la experiencia y las estadísticas para explicar dichos refuerzos, concentrados en tres zonas de salud de Soria, en concreto en El Burgo de Osma, Pinares-Covaleda y San Leonardo. Estas son las zonas tradicionalmente más tensionadas durante la época veraniega por la presencia de visitantes y turistas, incluso de chavales en los campamentos. Otras zonas de salud como Almazán o Arcos también lo notan pero en este caso ya cuentan con dos médicos todo el año para las guardias. En la Ribera, la cercanía de San Esteban de Gormaz y Langa de Duero hace que cuenten con tres equipos disponibles.

En lo concerniente a El Burgo de Osma, Pinares-Covaleda y San Leonardo se han incorporado un médico de familia y una enfermera, respectivamente. En los dos centros de salud pinariegos, estos profesionales se suman en fines de semana, puentes, fiestas y momentos puntuales de mayor pico. En el caso de El Burgo, el refuerzo en las guardias se realiza todos los días de la semana. «Durante todo el año, de lunes a jueves hay un medico, y de viernes a domingo son dos, pero ahora en verano hay dos todos los días», explica la directora médica de Atención Primaria, quien apunta que las contrataciones de estos profesionales de apoyo se ha venido realizando los últimos meses, en un ejercicio de planificación y ante la conocida llegada de numerosos desplazados.

«Sabemos que hay más desplazados que atendemos en la sanidad soriana de los que solicitan la tarjeta sanitaria. Gente que pasa aquí tiempo y no se la hace, también el turista que viene para unos días, los niños de los campamentos... Pero la cifra oficial en estos momentos es de poco más de 8.000», cuantifica Tabernero, sobre un dato que es más bajo que hace un año por estas mismas fechas, cuando se gestionaron 8.900, y mucho más que en 2021 en que se solicitaron 10.000. «Fue el año después del inicio de la pandemia y la gente cambió el habitual destino de la playa por los sitios pequeños y optó sobre todo por los pueblos, con lo que solicitó su tarjeta sanitaria de desplazada por si acaso», explica la médica. En 2022 la confianza aún no era plena y también hubo mayor previsión de los desplazados, algo que parece haber desaparecido. Añadido, sobre todo, a otro nuevo cambio de tenencia puesto que el turismo de playa se ha vuelto a imponer y aunque el visitante regresa al pueblo, ya no es como lo ocurrido justo después de la pandemia.

Respecto a las contrataciones, la responsable de Atención Primaria indica que son ocho los profesionales médicos que refuerzan la asistencia, entre ellos los cuatro médicos internos residentes, MIR, de los cinco que acabaron, que decidieron quedarse en Soria, y uno más llegado desde Burgos. Junto a ellos, también se contrató a otros tres médicos de área. Tabernero habla de contratos indefinidos y de fidelización. «La planificación en los últimos meses fue cubrir las plantillas, de los médicos de equipo y de los de área, que hace atención continuada y cobertura de las vacaciones, las bajas, etc. Contratamos los últimos meses para tener plantillas cubiertas», matiza, teniendo en cuenta lo ocurrido en otros años y organizando en virtud de esa experiencia adquirida.

La sanidad soriana rural también cuenta con los denominados médicos de familia externos, que llevan más de una década desplazándose desde Comunidades Autónomas de Aragón y Madrid para cubrir las guardias en zonas de la Ribera y de Arcos de Jalón.

«Hemos reforzado en función de la experiencia, porque en julio quizá tuvimos menos que otros años, pero agosto es el más fuerte, y de hecho desde que ha comenzado el mes lo hemos notado», asegura Tabernero. Se nota en el aumento de la presión asistencial ordinaria durante la mañana y en los puntos de atención continuada.

«Si en una guardia de 24 horas en El Burgo de Osma se ve a 20 pacientes, este sábado ya fueron 50», pone como ejemplo del incremento registrado, y sobre todo en estas fechas, puesto que Sanidad también considera el punto álgido del verano el puente del 15 de agosto, desgraciadamente mirando también al tráfico y a la afluencia de muchos más visitantes. Hasta ahora, caídas, traumatismos, cuestiones menores en las urgencias, además del día a día de todos aquellos que regresan, junto a sus patologías, a pasar el verano en el pueblo.

Tabernero afirma que la sanidad soriana «está preparada» para el aumento de pacientes en verano, si bien, hay «que cruzar dedos y que todo siga saliendo bien gracias al trabajo de todos», concluye.

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