El Ayuntamiento adjudica en 431.000 euros una nueva fase de la muralla del Mirón

El arreglo y descubrimiento de la muralla de las márgenes y el Mirón se prolonga en una nueva fase. El proyecto tiene mucho de excavación y enseñanza, pues no hay mucho a la vista y se trata de desenterrar y consolidar lo que pueda haber bajo el terreno. Esta extensión de las obras está ya en condiciones de comenzar, después de que el Ayuntamiento haya adjudicado el contrato. Las obras correrán a cargo de la empresa Técnicas para la Restauración y Construcciones (Trycsa), por un importe de 431.000 euros. La firma fue la única que presentó una oferta en el concurso que salía con un presupuesto base de 462.000 euros. La financiación procede en un 50% de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (EDUSI), los fondos Feder que desde hace años están actuando en el casco histórico y cuyo plazo de aplicación se acerca a su fin.

La intervención del Ayuntamiento completa y da una lectura integral a las tapias en esta parte de la ciudad. Esta segunda fase va desde el quiebro de la muralla al pie del cerro hasta la ermita del Mirón, en la unión con el lienzo bien conservado que cierra uno de los lados del recinto del templo. El quiebro es donde acaba la anterior ejecución, el aproximadamente medio kilómetro que se inicia desde el puente de piedra. Entre ese punto y la ermita es poco lo que puede verse. El objetivo es descubrir la traza que puede vislumbrarse en algún punto. Son unos 200 metros lineales que se excavarán a ambos lados del muro.

El plazo de ejecución es de cuatro meses y en este tiempo los operarios no sólo desvelarán lo que ahora está oculto o sólo se intuye. Está previsto que se acondicionen los visibles fragmentos de las defensas que dan cuenta de las voladuras de la Guerra de la Independencia. En su caso, si fuera necesario por el plan de obra, podrán ser desplazados.

En principio, la existencia de la traza está clara. Pero en buena medida será el ritmo de la excavación y lo que se vaya desvelando las cuestiones que marquen la intervención. Aunque los objetivos son precisos, el proyecto puede variar en función de lo que haya sobre el terreno. Son siete los sondeos arqueológicos previstos para comprobar las hipótesis. No se descarta que se puedan encontrar las bases de los cubos. Desde el quiebro hasta el Mirón, los planos consideran que puede haber hasta seis torres. La excavación al nivel de rasante determinará su volumen, en unas labores que prevén además habilitar las salidas naturales de agua, si se localizan.