Heraldo-Diario de Soria

Joven Orquesta Sinfónica

Borja Quintas se despide del "milagro de la JOSS" tras 12 años a la batuta

El director de la Joven Orquesta Sinfónica de Soria conduce este domingo su último concierto, una cita emotiva también por el 20 aniversario de la formación

Borja Quintas, director durante los 12 últimos años de la Joven Orquesta Sinfónica de Soria.

Borja Quintas, director durante los 12 últimos años de la Joven Orquesta Sinfónica de Soria.HDS

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La música tiene el poder de despertar sentimientos y este domingo la Joven Orquesta Sinfónica de Soria (JOSS) promete movilizarlos a raudales. Por un lado, celebra en el Otoño Musical Soriano, Festival Internacional de Música de Castilla y León, sus 20 primeros años de andadura. Será en un magno concierto en el que reunirá a sus actuales componentes y algunos de sus 'ex' más ilustres (Palacio de la Audiencia, 12.30 horas). Por otro lado, su director durante los últimos 12 años, Borja Quintas, dice adiós. Súmese al Mahler más introspectivo y ya se tienen los ingredientes para una cita musical llamada a perdurar más allá de cualquier nota. ¿Un antes y un después?

"Han pasado ya 12 años. Han sido muchos programas, muchas experiencias, muchos centenares de músicos que han pasado por la Joven Orquesta Sinfónica de Soria, la mayoría de Soria, pero muchos también de otros rincones de España", rememora un Borja Quintas inmerso en numerosos proyectos sonoros dentro y fuera de España. "Ha sido una evolución interesante, bonita, pero que también ofrece retos muy serios".

El director de la orquesta hasta el mediodía de este domingo advierte que "observamos en los últimos años un descenso en el número sobre todo de instrumentistas de cuerda que van saliendo de los últimos cursos del conservatorio. Hay mucho trabajo hecho, pero también un gran reto por delante para que el proyecto pueda seguir y con el nivel de exigencia y de resultados que nos hemos impuestos desde el principio".

Mantener una orquesta como la JOSS no es sencillo, y en una provincia tan poco poblada roza lo titánico. "Todos los que han venido de fuera, sobre todo, siempre se han quedado muy sorprendidos. Con la fama que tiene Soria de estar aislada, de ser pequeñita y de ser muy suya, que haya tenido una orquesta de nuestra envergadura, que haya afrontado los programas que hemos sacado adelante y con la solvencia y la calidad en relación al presupuesto, a todo el mundo le suele dejar muy sorprendido. Somos conocidos como 'el milagro de la JOSS'", apunta Quintas. "Somos la orquesta que por euro ha conseguido hacer las cosas más grandes en toda España pero vamos, sin ninguna duda".

La juventud ha respondido y la pregunta sobre el siguiente paso acecha. ¿Sería posible una 'Vieja' Orquesta Sinfónica de Soria? El director de la JOSS ríe, pero también atisba lo que podría ser el futuro. "Hay muchas fórmulas y en Soria hay músicos, hay talento, hay trabajo. Siempre lo ha habido. Todos los veteranos de la JOSS van a tocar con nosotros en este programa para celebrar el 20 aniversario. Es un concierto intergeneracional. Vienen varios veteranos y entre ellos está una contrabajista de la Orquesta Nacional de España, el solista de trompa de la Sinfónica de Bilbao... Hay mucho talento. Pero yo no sé si es necesario que Soria tenga una orquesta profesional como ciudades de millón y medio o dos millones de habitantes". 

No obstante Quintas sí que ve posible ofrecer una alternativa a escala. "Desde luego si existe la posibilidad de tener una agrupación que, con cierta estabilidad -una vez al mes, una pequeña temporada de seis u ocho conciertos- pudiera tener una actividad más permanente. Pero claro, nada de esto se puede hacer si no hay un apoyo concreto de financiación pública. La ayuda que tenemos aunque cada euro se agradece, por supuesto que sí, está muy lejos de poder soñar con una cosa más estable".

Borja Quintas, a la batuta de la JOSS.

Borja Quintas, a la batuta de la JOSS.HDS

Porque no, la música clásica no se ha ido. Puede que no sea generalista -aunque este domingo el concierto deje corto el aforo de la Audiencia- pero sigue gozando del apoyo de sus fieles y del trabajo duro de quienes la despiertan. "Lo primero es ir al concierto y ver los resultados, ver lo que ocurre. Van a salir 111 jóvenes a ese escenario de la Audiencia. Son 111 personas que han dedicado la mayoría de sus vacaciones en lugar de estar haciendo botellones o durmiendo, a estar ensayando ocho horas al día dejándose la piel. Abre un pequeño rayo de esperanza en la sociedad", sentencia un Borja Quintas orgulloso de 'sus músicos'.

"Que vengan y vean ese resultado y esa entrega y sobre todo que vean ese mensaje, por qué hacemos todo eso para que ese día 500 personas lleguen a la sala y tengan una experiencia única", resume sobre lo que hay detrás de un 'simple' minuto de concierto. "Estoy seguro de que el que va y se pone enfrente recibe, recibe ese esfuerzo, esa energía y ese mensaje artístico para el que nos estamos preparando. Es una ocasión única para que toque el corazón".

Respecto a su marcha y a pesar de su prestigio, señala que la estructura de la JOSS va mucho más allá. "Todos hacemos todo lo que podemos. En el equipo de la junta directiva, de la asociación, todos tienen sus papeles muy definidos y repartidos para que todos puedan aportar. Hay cosas mucho menos agradecidas que salir al escenario y ensayar la parte artística. Detrás hay una parte muy importante de coordinación de músicos, de logística, de traslado de instrumentos, de alquileres, de planos, de medidas, de presupuestos...".

La dedicación hace que "estén todos haciendo esa labor, que es la heredera de la que en su día montaron los padres, los fundadores de la JOSS. También hay que señalar cómo aquella valentía y aquella visión de montar una orquesta en una ciudad que parecía que no tenía esas posibilidades, al final ha terminado en lo que es".

Borja Quintas, en un concierto al frente de la JOSS.

Borja Quintas, en un concierto al frente de la JOSS.HDS

Quintas es artista, pero tampoco rehúye la relación entre la música y las matemáticas. De estas últimas hay que saber para mantener un proyecto como la JOSS y "la creación de la escuela fue también una visión importante como método paralelo de financiación. Se dieron cuenta de que con la ayuda del ayuntamiento no era suficiente si queríamos un proyecto con la calidad que veníamos defendiendo. Al final la escuela es también la que lo posibilita con el trabajo de todos los profesores y el sacrificio que supone sacar ese presupuesto para que pueda financiar la orquesta en paralelo".

Toca echar la vista atrás. En unas horas Borja Quintas dejará la batuta de la Joven Orquesta Sinfónica de Soria, un semillero que ha dirigido durante más de media vida de la formación. La sensación es que "he estado muy, muy feliz en este proyecto. Fue la primera orquesta que cogí cuando volví de Rusia y la cogí con muchísima ilusión. Hemos hecho muchísimas cosas y espero que de una manera o de otra mantengamos una relación. He dicho que siempre estaré a disposición cuando queramos rememorar viejos tiempos o cruzarnos con la historia". 

"Pero también hay otros muchos proyectos en paralelo que tengo en funcionamiento con otras orquestas jóvenes, con otros proyectos profesionales, también guardo relación profesional con Rusia desde siempre y se mantiene". También toca dar el do de pecho en la parte didáctica, por si fuese poco la labor con la juventud. "Una parte importante de mi vida profesional es la docencia, la formación de nuevos directores de orquesta que ejerzo tanto en el Conservatorio Superior de Música de Aragón como en el Katarina Gurska de Madrid".

¿Borja Quintas se anima a volver para el 25 aniversario? "Sería una gran ilusión y un honor poder participar de una forma o de otra en el 25 aniversario y ojalá que cuando llegue el 25 aniversario el presupuesto sea más boyante, el apoyo sea más grande, haya muchos más músicos y la orquesta esté donde se merece". Se va, pero queda un hilo que los une.

Respecto al concierto de este domingo, hay coincidencias curiosas que terminan de exacerbar los sentimientos. "Hemos cogido la Sexta Sinfonía de Mahler. En la JOSS es cierto que existe como una tradición con Mahler, y es que hemos hecho una sinfonía cada tres años. Desde que estoy yo, en 2014 hicimos la Tercera Sinfonía; en 2017 hicimos la Quinta; en 2021, que tuvimos un año de desfase por la pandemia, hicimos la Cuarta; y ahora cerramos este 'miniciclo' de Sinfonías con la Sexta. Es verdad que a mi me aterroriza un poco la idea de que sea 'La Trágica'. Como yo estoy diciendo adiós y la obra es trágica me parece a lo mejor una coincidencia poco afortunada, pero la música es tan extraordinaria, tan bella y tan enigmática al mismo tiempo... No es tan directa o tan evidente como la Quinta. Es un mensaje que algunos se han atrevido incluso a decir que no se debería predicar por lo oscuro que tiene dentro de esa enorme belleza. Es muy, muy, muy especial", insiste Quintas.

"La hemos estado trabajando, la hemos estado descubriendo junto. De los 111 músicos, 109 la están tocando por primera vez. Podemos decir que la estamos descubriendo nota a nota y sacando los entresijos emocionales y expresivos que Mahler nos estaba intentando transmitir para que llegue con la fuerza con la que él la escribió", resume el director de la JOSS. Es "muy poderosa, muy enigmática y esperemos realmente que el resultado no deje al público indiferente". Con tantos ingredientes arropándola, desde los reencuentros al adiós, desde la nostalgia al futuro, seguro que deja huella.

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