Cuenta atrás para inaugurar la estación de autobuses que tendrá tienda de alimentación

Apenas unas semanas quedan para estrenar la remodelada estación de autobuses de Soria, a punto de finalizar las obras de modernización que está acometiendo la empresa Arcor, adjudicataria del proyecto en abril de 2022 por 3,29 millones de euros. Las últimas actuaciones se están centrando en retoques de pintura, fontanería o iluminación, así como en el asfaltado de las dársenas que delimitan el espacio para que entren los vehículos. Mientras tanto, los servicios de línea que no tienen acceso se ‘apean’ en la calle Zaragoza contigua a la terminal, dado que el pasado 30 de octubre arrancaban también las obras de la rotonda de la estación, donde confluyen las avenidas Valladolid con Constitución y Eduardo Saavedra, dentro del proyecto de mejora y humanización de las travesías de Soria.

Ya están en servicio la zona de expedición de billetes, el kiosco y la cafetería, que se ha trasladado al vestíbulo junto a la entrada de la avenida Constitución. De hecho, la parte que lleva más retraso es el espacio que antes ocupaba el local de restauración, donde ahora está previsto que se ponga en marcha una tienda de alimentación. En cuanto a los locales comerciales del interior, la separación abandona el cerramiento actual, de manera que quedan con cancelas enrollables. La delegada del Gobierno regional en Soria, Yolanda de Gregorio, se mostró ayer confiada en que la terminal pueda inaugurarse antes de que termine el año, tal y como manifestó el pasado lunes la consejera de Movilidad y Transformación Digital, María González Corral, durante su visita a Ágreda. Además, indicó De Gregorio que será la propia concesionaria del servicio público de la estación, Gal Bus SL, la que anuncie la empresa que ocupará este espacio comercial. También pidió disculpas a los ciudadanos en nombre de la Junta por los trastornos que están ocasionando las obras.

Y es que la estación ha estado operativa durante todo el tiempo, compaginando las actuaciones, que arrancaron en julio del año pasado, con el servicio de transporte. Adjudicadas a través de Somacyl -Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León-, estas obras de modernización, que tienen un plazo de ejecución de 18 meses, se enmarcan en un proyecto global de las red de infraestructuras de titularidad autonómica y en el caso de Soria suponen una inversión de 3,29 millones de euros, financiada por la propia Junta de Castilla y León y los fondos europeos Next Generation.

El cambio en el interior de la estación -cuyo estado reclamaba desde hacía tiempo una reforma con urgencia- ha sido total, con dos alturas además de la planta baja. La primera es para espacios coworking, una zona de recepción e información y un espacio abierto destinado a oficina. Y la segunda planta queda reservada para la Administración regional.

Las dársenas de acceso a los vehículos estarán reubicadas con respecto a su situación actual: una de las alas es para el aparcamiento de los autobuses y la otra para uso exclusivo de los viajeros mediante la incorporación de un cerramiento acristalado con puertas automáticas para acceder a las dársenas.

Además, un itinerario accesible en el exterior del edificio comunica las dos entradas existentes con la vía pública y las zonas comunes exteriores a través de rampas, tanto a la avenida Valladolid como a la avenida Constitución. Mientras, en el interior, la comunicación entre plantas es mediante ascensor.

La nueva terminal de autobuses de Soria cuenta también con un sistema de aplicación de energías renovables. Así, funcionará una climatización con aire exterior y con recuperación de calor del aire de renovación. También dispone de calefacción de suelo radiante con caldera de biomasa que estará situada en sótano y que servirá de apoyo para los días más fríos. Las instalaciones tienen tecnología Led en todas las luminarias, que prevé una reducción de la potencia demandada en un 80%, así como placas fotovoltaicas en la nueva cubierta, lo que garantiza el suministro eléctrico sanitario para las instalaciones térmicas, eléctricas y de iluminación.

La reforma en el exterior también ha tenido en cuenta la eficiencia energética: las obras de modernización han supuesto la sustitución de todo el revestimiento exterior por una «fachada ventilada» con acabado en placas de hormigón oscuras, cámara de aire ventilada y aislamiento. Añadido a la fachada existente, ello supone una mejora del 77,36% de la demanda energética.

En definitiva, el proyecto ha levantado un edificio con gran reorganización de los espacios para incrementar su funcionalidad, con mejora de su envolvente térmica y la implantación de una plataforma digital para la gestión centralizada de los sistemas de control.