El diseño de los corredores europeos emplaza la Soria-Castejón al 2050

La reapertura de la Soria-Castejón ha sido señalado como uno de los principales proyectos para la próxima legislatura. La línea, pendiente del resultado de un estudio de viabilidad encargado por el Gobierno, figura dentro de los corredores europeos encuadrada en la denominada red global. Esta misma semana se acordaba en el seno de la UE el reglamento de la red transeuropea en el que, entre otras cuestiones, se indica que el desarrollo de esa red global deberá completarse para 2050, por detrás de la red básica y la red básica ampliada.

Destacados representantes del Gobierno, entre ellos la exministra de Transportes, Raquel Sánchez, y la exdelgada del Gobierno en la Comunidad, Virginia Barcones, apuntaron directamente a la Soria-Castejón como la vía para que la provincia quede conectada a los corredores europeos de transportes. En los propios mapas del ministerio así figura. El visor de la Red Transeuropa de Transportes (RTE-T) refleja la Soria-Castejón como vía convencional de nueva construcción con estatus de «planificada» y con la fecha de última actualización de 1 de diciembre de 2023. Tal y como está explicado, la vía está incluida dentro de la denominada como red global –comprehensive network por su denominación en inglés–.

El pasado martes, 19 de diciembre, desde el ministerio de Transportes y Movilidad que ahora dirige Óscar Puente se informó sobre el «importante acuerdo» sellado en el marco de la presidencia española de la UE para «aprobar el reglamento de la Red Transeuropea de Transporte». A través de una nota de prensa se indicaba que el objetivo de la nueva normativa es «impulsar el desarrollo de una red fiable y de alta calidad que garantice una conectividad sostenible en toda Europa sin interrupciones físicas ni eslabones perdidos». Además de otras cuestiones se indica que el acuerdo «cuenta con el respaldo de la Comisión Europea».

Desde el ministerio recalca que se trata de un acuerdo «ambicioso y realista en sus exigencias técnicas» y «establece una red que se desarrollará o modernizará por fases, ya que el nuevo reglamento «fija plazos claros para la finalización» de esa red. Es en este punto donde las noticias para Soria son negativas y es que, según detalla Transportes «la red básica deberá estar terminada en 2030, la red básica ampliada en 2040 y la red global –en la que está incluida la Soria-Castejón– en 2050» y remata explicando que «para la definición de estas capas se han seguido criterios estrictos y homogéneos para los 27 Estados miembros de la UE». A tenor de ese acuerdo, el horizonte de finalización de la Soria-Castejón queda fijado para 2025, dentro de 26 años. Es una situación similar a la que afecta, por ejemplo, a la Ruta de la Plata en el oeste de la Comunidad.

La constatación de los plazos conocida esta semana confirma las peores sospechas sobre las posibilidades reales de la reapertura de la línea y la conexión de la provincia con los corredores europeos. La Federación de Empresarios de Soria (FOES) subrayó su preocupación por el escenario actual. La propia patronal soriana ya había elevado una consulta a la Comisión Europea sobre la situación real de la Soria-Castejón el pasado mes de junio y en aquel momento ya les explicaron, desde la dirección general de Transporte y Movilidad de la Comisión, que la citada vía pertenecía a la red global y que el horizonte de finalización de esa parte era el 2050.

«Nos quedamos a la cola», explican desde la Federación advirtiendo que una de las razones que motivan la inclusión en la red global es que la provincia cuenta con menos de 100.000 habitantes. La patronal advierte que además la postergación puede suponer un doble castigo para la provincia ante el temor de que la nueva normativa sobre emisiones de vehículos pesados implante algún tipo de graven por las emisiones de CO2. Desde FOESinsisten que las empresas sorianas perderían competitividad ya que además de no tener acceso al transporte ferroviario en el transporte por carretera tendría un coste añadido.

En este contexto, la propia Federación ya ha puesto sobre la mesa la posibilidad de reabrir la Valladolid-Ariza con el objetivo de que la provincia sirva de ‘nexo’ directo a través del centro de la península entre los corredores atlántico y mediterráneo. Esta tesis también se ha defendido desde el PP. El punto clave estaría que al ser una nueva infraestructura podría quedar enclavada en la red básica –o la red básica ampliada– acelerando su desarrollo. Desde FOES también insisten en que aunque los planes europeos sitúan ahora la Soria-Castejón en el horizonte 2050 el Gobierno español tiene capacidad para impulsar su desarrollo antes de esa fecha, aunque reconocen que es una cuestión altamente compleja.

La situación de la Soria-Castejón, tal y como está explicado, se asemeja bastante a la reclamada reapertura de la Ruta de la Plata. Tras conocerse el planteamiento de desarrollo y a preguntas de los periodistas, el portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, señaló, sobre la Ruta de la Plata, que el Gobierno «ha perdido» la oportunidad que entrañaba la Presidencia de turno del Consejo de la UE para que esta «obra prioritaria», que pasaría por la reapertura de la línea cerrada en 1985, que en parte de su trazado se ha reconvertido en una vía verde. De esta forma, el consejero denunció que este proyecto se haya visto «excluido de un momento más próximo», al ser una infraestructura que Europa pide se recupere para 2050. «No es una buena noticia», dijo. No hizo referencia directa a la Soria-Castejón, pero cabe recordar que la reapaertura de la línea si figuraba dentro de las reclamaciones que la Junta incluyó en la carta remitida hace unas semanas al ministerio de Transporte sobre las necesidades de la Comunidad Autónoma.

La Soria-Castejón lleva 27 años cerrada y además del ‘obstáculo’ de la planificación de los corredores europeos que hoy llevan su finalización a 2050, antes tendrá que enfrentarse al veredicto del estudio de viabilidad encargado por el Gobierno. El contrato se adjudicó en octubre del año pasado con un plazo de ejecución de 15 meses. La previsión es que en las primeras semanas de 2024 puedan conocerse, al menos, las primeras conclusiones del estudio. Desde los diferentes partidos políticos se ha insistido en que más allá de la cuestión meramente económica debe tenerse en cuenta cuestiones como la vertebración del territorios y las posibilidades de desarrollo de la provincia de Soria.