La puesta al día de los mapas de ruido contempla 160 mediciones

La ciudad crece, las zonas cambian sus intensidades de tráfico y se abren o cierran establecimientos. En unos años, desde que se aprobó la última actualización de los planes de ruido, las situaciones se han modificado y hay que actualizar las mediciones y la identificación de áreas. El Ayuntamiento lanza la puesta al día de los documentos con los perfiles de los espacios. Entre otros análisis se contemplan una serie de 'sondeos acústicos', que, con diversas duraciones y emplazamientos, darán como resultado una imagen de cómo los decibelios afectan a las calles. Son 160 las mediciones de las que se hará cargo el adjudicatario tras el procedimiento iniciado por el Consistorio. Una cantidad similar a la de la modernización de los mapas iniciada en 2018 y con visto bueno al año siguiente. No obstante, hay algún cambio en su distribución.

Para analizar la proliferación de sonidos en la ciudad el Ayuntamiento prevé 100 análisis de corta duración, por 10 de comprobación larga y 50 especiales en la zona industrial. Los cálculos cortos se refieren a 15 minutos, mientras que los 10 puntos de mayor estudio estarán en observación durante 24 horas. Para el polígono no se determina el tiempo en que los aparatos tienen que estar recogiendo datos. Las condiciones de contratación determinan que el número de pruebas es el mínimo exigido.

En relación a 2018-2019 disminuye el número de estudios de larga duración (pasan de 20 a 10) y aumentan los breves (de 90 suben a 100). El polígono mantiene su medio centenar de mediciones. En la actualidad el presupuesto de licitación asciende a 30.000 euros, procedentes de una ayuda de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio. Es la misma fórmula de la revisión de hace años, ya que la Ley del Ruido de Castilla y León establece que los planes deben modernizarse al menos cada cinco ejercicios, una obligación que afecta a los municipios de más de 20.000 habitantes. En este tiempo parecen haberse encarecido los servicios, ya que el presupuesto de licitación de 2018 ascendía a 24.300 euros.

El plan vigente analizó una superficie de 13 kilómetros cuadrados (áreas urbanas y urbanizables) y las conclusiones fueron que el 91,5% de la población está expuesta a un nivel que no supera los 66 decibelios, marca que señala el límite de la comodidad acústica. Otro 8,5% de los residentes de Soria vive en espacios que pueden sobrepasar ese escalón. Sin embargo, se apreció una mejoría en relación a 2012-2013, cuando se elaboraron los primeros planes de ruido.

La empresa que resulte adjudicataria tendrá un plazo de al menos ocho meses para elaborar su trabajo. En su caso, puede presentar una reducción. Pero no podrá ser inferior a los seis meses. Las evaluaciones de los índices acústicos se ajustarán a las estimaciones de la Directiva europea sobre la materia. El cumplimiento de los valores límite; la relación de residentes, viviendas, centros de salud y docentes y su vínculo con el ruido; y la exposición de las zonas de la ciudad y los mapas de conflicto son las tareas que tiene que elaborar la empresa ganadora del concurso, entre otras tareas. Las mediciones se distribuirán por todo el término municipal, según el uso real o previsto: urbano, industrial, itinerarios de tráfico, comerciales, instalaciones o residencial.

La firma desarrollará las conclusiones de tal manera que sean aptas para su difusión por internet. Las condiciones de contratación indican que las referencias serán publicadas en la página web municipal. Los planes vigentes pueden consultarse en la web. El Consistorio mantiene además una red de estaciones medidoras de la calidad del aire, cuyas informaciones pueden consultarse en tiempo real también en la página web municipal.