Heraldo-Diario de Soria

Empleo

La contratación en Soria cae en 2023 gracias al impulso de los indefinidos

Desde el inicio de la reforma laboral Soria registra 21.492 relaciones laborales sin término, más que todos los firmados de esta tipología en los siete años anteriores

Un trabajador del sector de la Construcción en una obra de la capital. MARIO TEJEDOR

Un trabajador del sector de la Construcción en una obra de la capital. MARIO TEJEDOR

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Soria

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La contratación en Soria ha experimentado un importante descenso durante 2023, con un total de 25.695 firmas, y vuelve a cifras de hace diez años, con 25.341 contratos registrados en 2013. Pero en positivo cabe destacar que el 40% son indefinidos, 10.030, el triple de antes de la reforma laboral que entró en vigor el 1 de enero de 2022, cuando se firmaron 3.510. Así, desde entonces suman 21.492 relaciones laborales por tiempo indefinido en apenas dos años, más que todos los firmados de esta tipología en los siete años anteriores.

De este modo, en 2023 se han firmado 7.522 relaciones laborales menos que en el año anterior, el segundo año consecutivo en el que cae la contratación en la provincia, lo que supone una merma de un 22%, si bien en 2022 el descenso no fue tan relevante como ahora, dado que entonces se registraron 1.869 menos que en 2021, cuando el dato total fue de 35.086 contratos.

Además, a lo largo de 2023 se han reducido todas las tipologías de contratos, tanto por tipo de jornada como por temporalidad, según los datos de la Dirección Provincial de Soria del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). La mayor caída se ha producido en los de jornada completa, un 26%, pasando de los 20.878 de 2022 a los 15.434 de 2023, mientras que en los de jornada parcial la merma es de un 21% con 7.627 firmados frente a los 9.630 del año anterior. Y 2.634 fijos discontinuos en 2023, un 2,76% menos con respecto a 2022, 2.709. Un descenso que va directamente relacionado con el Real Decreto-ley 32/2021, de 28 de diciembre, de medidas urgentes para la reforma laboral, la garantía de la estabilidad en el empleo y la transformación del mercado de trabajo, ya que prioriza el contrato indefinido, y prácticamente obliga a las empresas a contratar de manera permanente..

Del total de los contratos, 13.342 fueron firmados por hombres y el resto, 12.353, por mujeres. La diferencia entre sexos se hace más patente en los de jornada completa, ya que ellos firmaron 9.092 de un total de 15.434, lo que supone casi el 60%, y ellas, 6.342, el 40%. Sin embargo, las féminas lideran la contratación parcial, con 4.909 firmados de los 7.627, el 64%, casi el doble que los parciales de hombres, 2.718 (el 36%). En los fijos discontinuos: 1.532 hombres y 1.102 mujeres. Lo cierto es que la estabilidad femenina se ha visto favorecida tras la aplicación de la norma. Así se constata del incremento en la proporción de mujeres en las relaciones sin fecha de finalización, con el 42% de todos los indefinidos.

La delegada territorial de UGT en Soria, Azucena Pérez, asegura que la reforma laboral está siendo “eficaz” porque está cumpliendo con los objetivos de “dar más estabilidad en los contratos, dado que había mucho uso fraudulento de la temporalidad”.

Para Javier Moreno, secretario general de CCOO en Soria, la reforma laboral “está funcionando porque la clase trabajadora necesita esa estabilidad que le da un contrato indefinido”. Señala que no sólo se convirtieron todos aquellos que eran temporales, sino que se han aumentado mucho los contratos de nueva creación indefinidos. Una situación que está cambiando no sólo en la empresa, sino también en las administraciones públicas”, donde cree que sigue habiendo todavía mucha temporalidad. “Tienen hasta el 31 de diciembre para cumplir con los procesos de estabilización”.

Lo más importante a su juicio es que “se han sentado las bases para que no haya abusos excesivos con los contratos temporales”, ya que cuando un trabajador quiere construir su proyecto vital lo hace en función de su empleo y un contrato indefinido garantiza una estabilidad.

El presidente de la Cámara de Comercio de Soria, Alberto Santamaría, reconoce en la reforma laboral una parte positiva, que es “la seguridad en la garantía de un empleo y eliminar la contratación en precario”, pero por otro lado destaca la parte negativa, que es “la falta de flexibilidad para la empresa, que puede hacer resentir la demanda de trabajadores”. En este sentido, pone de manifiesto que si vienen problemas de producción, también hay que proteger al empresario, y si el sistema es más rígido se pueden generar más problemas en la contratación. “El empresario también quiere plantillas estables, pero a veces el mercado demanda más flexibilidad y no puede lastrar el tejido productivo”. Es más, cree que “con tan poca flexibilidad cada vez cuesta más conseguir gente para trabajar”.

Los jóvenes están detrás de más del 44% de los contratos parciales o por horas que se firmaron durante todo el año pasado en la provincia. Así, los menores de 30 años aceptaron 3.359 empleos reducidos de los 7.627 ‘minijobs’ registrados en 2023, a su vez una tercera parte de todos los contratos. A modo de comparación, en 2008, año considerado como el del comienzo de la crisis, fueron 5.544 los parciales de un total de 29.453 contratos, lo que implica que entonces los empleos por horas eran uno de cada cinco. Los sindicatos llevan años criticando este sistema de empleo porque «está destruyendo el mercado laboral», ya que genera «trabajadores pobres, con futuro complicado al no poder llegar a fin de mes». Y han seguido en tiempos de pandemia.

Y es que los minijobs, de los que comenzó a hablarse entre los años 2010 y 2011 como una vía para huir de las elevadas tasas de paro registradas entonces, se han llegado a duplicar desde el inicio de la crisis en la provincia, marcando la cifra máxima en 2018, con 12.350 firmados. Entonces, se plantearon como un ancla en el mercado laboral para los jóvenes, principalmente, porque en la mayoría de los casos ellos no deben soportar cargas familiares. Trabajos que eran a tiempo parcial, en definitiva, y que permitían trabajar menos horas y cobrar también la nómina en proporción a los mismos. El año pasado 1.553 contratos de este tipo fueron firmados por jóvenes entre 20 y 24 años, 1.179 por trabajadores de entre 25 y 29 años, y 627, de entre 16 y 19 años. A partir de los 30 años el número de contratos va descendiendo, con 848 firmados por gente de entre 30 y 34 años, 727 dirigidos a empleados de 35 y 39 años, y 662 en la franja de edad de entre los 40 y los 44 años. Son 660 los minijobs para trabajadores de entre 45 y 49 años, y 572 se firmaron por empleados de entre 50 y 54 años. En la siguiente franja, de 55 a 59, hay 401 registrados, y 398, para trabajadores de más de 59, tal y como indican las estadísticas de la Dirección Provincial del SEPE.

Los minijobs suponen contratar a una persona por menos horas de las estipuladas en la jornada completa. A falta de poder calcular cuáles son por la mitad de la jornada o por más o menos horas, hay una seña de identidad en el trabajo a tiempo parcial. Es sobre todo un trabajo femenino y mayoritariamente temporal. La proporción suele ser casi del doble de los contratos de estas características ofrecidos a hombres, como se contempla en las cifras del año pasado, 4.909 frente a 2.718. No obstante, en buena parte de las ocasiones es una demanda de la propia trabajadora para poder hacer realidad la conciliación familiar y laboral.

De hecho, se constata por los datos del SEPE que mientras que entre los 30 y los 45 años prácticamente los minijobs firmados el año pasado por mujeres fueron más del doble que los firmados por hombres, con 1.504 frente a 733, lo que viene a demostrar que son las mujeres las que optan por estos empleos en un intento de conciliación familiar y laboral.

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