Sanidad
El Procurador del Común pide a Sacyl «humanización» en el trato a un paciente terminal en Soria
Tras las quejas de la familia, la Defensoría afirma que no puede privarse al enfermo de tratamiento a pesar de que esté en paliativos, aunque rechaza hablar de «mala praxis»

Las quejas de la familia se produjeron sobre la asistencia en cuidados paliativos.
«Existe una obligación ética que va más allá de la ciencia, que exige tratar al paciente con humanidad». En esos términos se dirige el Procurador del Común a la Consejería de Sanidad de la Junta para reprocharle el trato recibido por un paciente terminal en el área de geriatría del Hospital del Mirón de Soria. Insta a Sacyl a impregnar la actividad asistencial de «humanización» y a facilitar a la familia y al paciente toda la información, explicando las diferente medidas y decisiones adoptadas en relación con el proceso.
La Defensoría responde a la queja cursada por la familia de un paciente de 90 años, ingresado en la unidad de paliativos por una candidiasis resistente, con un cáncer inoperable, que evidenciaba en su escrito que desde que le fue diagnosticado el cáncer todas las decisiones sobre su salud se han basado en la edad y el diagnóstico del cáncer, «sin realizar pruebas ni exploraciones mínimas con la finalidad de comprobar si el paciente tiene otras dolencias y se puede aplicar un tratamiento que le permita mejora su condición, alegando siempre que su estado es terminal», según sostiene la familia, aludiendo a una «desatención y abandono» del enfermo. En ese sentido, reclamaba que fuera tratado con «humanidad y rigor médico», y así lo exigió en «decenas» de reclamaciones a Sacyl.
Desde la Consejería de Sanidad indicaron al Procurador del Común que todas las decisiones adoptadas sobre el cuidado prestado al paciente se tomaron en base al juicio clínico del personal sanitario competente, «y se ha adecuado a la situación de enfermedad avanzada y progresiva que padece, evitando toda actuación que pueda suponer perjuicio para el paciente y priorizando toda medida posible de alivio». Insiste además la Junta en que las reclamaciones de la familia fueron atendidas.
El Procurador del Común, con constata la diferencia de versiones, señala que no puede pronunciarse sobre la existencia de una «mala praxis». No obstante, señala, «al margen de las cuestiones que afectan a los aspectos técnicos y científicos de la profesión sanitaria», que están sujetas al criterio clínico de los especialistas, «la circunstancia de que el paciente esté recibiendo cuidados paliativos no puede justificar que todas las decisiones se adopten en consideración a que tiene una patología incurable y por lo tanto no debe ser óbice para que no se realicen las pruebas diagnósticas, exploraciones y la aplicación de tratamientos tendentes a superar esa dolencia», tal y como reclama la familia en su queja.
Reclama así mismo la Defensoría que la decisión en torno a las actuaciones asistenciales a proporcionar al final de la vida corresponde siempre al paciente o en su caso a los familiares, tras recibir la oportuna información. De ahí que también insista en la necesidad de facilitar toda la información al enfermo y a sus familiares, pues la queja presentada evidenciaba la indignación ante la falta de atención, seguimiento y humanización en los cuidados que precisaba el paciente.
«Los profesionales deben intensificar la información, explicarles adecuadamente las diferentes medidas y decisiones adoptadas en relación con este proceso y en definitiva mejorar la satisfacción de los usuarios y sus familiares», sin embargo, continúa el Defensor del Común, según se deduce del escrito de queja, «estas actuaciones no se han producido en este caso».
En ese sentido, la institución pide a Sacyl que se preste al paciente la atención que precise en todo momento, realizando las actuaciones oportunas de manera que se le facilite el mejor tratamiento posible atendiendo a su bienestar, confort y a una calidad de vida digna hasta el final de su vida. De mismo modo, insta a Sanidad a que ofrezca información completa y continuada sobre su proceso, «en términos comprensibles», incluyendo diagnóstico, pronóstico y alternativas de tratamiento. Concluye reclamando que promueva actuaciones para recordar la importancia de la «humanización de la asistencia sanitaria y se garantice al paciente y a sus familiares un trato cercano, empático y adecuado».