Heraldo-Diario de Soria

INFORME

El peso del menospreciado insecto también en la economía

Un informe de la Asociación Española de Entomología y Ecologistas en Acción sobre la situación y conservación de estos animales destaca su importancia para la biodiversidad y aboga por que las administraciones adopten medidas

Un escarabajo.-HDS

Un escarabajo.-HDS

Publicado por
P. P. S.
Soria

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  • ¿Por qué son importantes?

  • Causas de la reducción

  • Medidas para frenar el declive

  • La Asociación Española de Entomología y Ecologistas en Acción presentaron ayer el informe ‘Análisis de la situación y propuestas para la conservación de los insectos’ estudia la importancia ecológica y las principales amenazas de los insectos, de los cuales se conocen algo más de un millón de especies. Pero no solo. El documento incide también en su importancia económica, que no es poca.  

    Y es que, el valor de los insectos en términos económicos «es altísimo», suscribe el estudio, explicando la razón: los polinizadores, esto es, las abejas, mariposas, algunos parientes de las moscas (dípteros) y varios escarabajos, «materializan el servicio de polinización de la mayoría de plantas silvestres y de los cultivos agrícolas». Según la FAO, se estima que la producción agrícola mundial que depende directamente de estos insectos supone beneficios crecientes de entre 235.000 y 577.000 millones de dólares al año o 2.400 millones de euros de valor asociado a la agricultura española, suscriben las citadas organizaciones. 

    Los insectos son el grupo más abundante y diverso de seres vivos y forman parte del patrimonio cultural y natural de la humanidad, hasta el punto de que dos de cada tres especies de animales son insectos. Por cada persona existen 300 millones de individuos de estos animales, que han colonizado tierra, mar y aire.  

    ¿Por qué son importantes?

    Los insectos desempeñan un valioso papel en los ecosistemas y en los seres vivos y desempeñan roles clave en la ya citada polinización, así como en la descomposición de residuos, en los procesos de formación del suelo y del reciclaje de nutrientes y en las cadenas tróficas como presas o como depredadores y parasitoides, «actuando en la lucha biológica contra especies plaga, lo que reduce la necesidad de aplicación de insecticidas».

    También proporcionan alimentos y otros productos como biocombustibles o fibras, y son esenciales en los medios acuáticos, donde son bioindicadores de calidad. Unos «servicios» que suelen ser desconocidos por la sociedad, que, apunta Ecologistas en Acción y la Asociación de Entomólogos, a veces los infravalora o menosprecia. «Esta percepción negativa es errónea e injusta. No son más de un 2 % los insectos que pueden causar problemas». 

    Las alarmas sobre la desaparición de los insectos saltaron al público en 2017, cuando científicos alemanes constataron que se había reducido más del 75 % de la biomasa de insectos voladores en áreas protegidas de Alemania. Según dichas asociaciones, a nivel mundial el 40 % de las especies de polinizadores se encuentra en peligro de extinción; en Europa lo están el 9 % de las especies de abejas, incluidos los abejorros, que son los mejores polinizadores. «De los escarabajos polinizadores, solo 10 especies están recogidas en listas rojas de España y/o Europa».  

    Causas de la reducción

    El informe achaca esta reducción al modelo de producción y consumo actual, debido al cambio en los usos de suelo, la agricultura y la expansión urbanística y de infraestructuras, el uso de biocidas (herbicidas, fungicidas e insecticidas) y la deforestación y la pérdida de hábitat, especialmente de pastos y praderas. Todo ello pone en riesgo la biodiversidad de los ecosistemas terrestres, el abastecimiento mundial y su valor económico. 

    El informe sostiene que la adopción de medidas concretas para frenar su extinción «debe considerarse como uno de los grandes retos ambientales», especialmente teniendo en cuenta que son miles las especies de vertebrados e invertebrados que se alimentan o que dependen de ellos. Sin insectos se perdería gran parte de la biodiversidad mundial. Por ello, Ecologistas en Acción y la Asociación Española de Entomología animan a las diferentes administraciones a aplicar propuestas concretas que lograrían frenar el actual declive de los insectos. 

    Medidas para frenar el declive

    Las medidas que propone el informe se agrupan en cuatro bloques: 

    Medidas que pueden adoptar los municipios

    . En esta área se recuerda que los ayuntamientos tienen importantes competencias «que les permiten desarrollar muchas de las propuestas incluidas en este informe, especialmente las relativas a regular y controlar las podas y siegas de plantas silvestres en plena floración; y restaurar espacios degradados, como solares abandonados y pastizales con flores autóctonas. Entre ellas están también cultivar en jardines, plazas y calles plantas atractivas para los insectos; así como instalar en zonas verdes o ajardinadas albergues para insectos, y en general favorecer una mayor diversidad de hábitat de polinización en entornos urbanos. 

  • Medidas para favorecer actividades agrarias sostenibles. Los autores del informe ponen sobre la mesa la política agraria, cuyas medidas más efectivas están para detener la pérdida de insectos están relacionadas con reducir sustancialmente el uso de biocidas, hacer efectiva la prohibición de las fumigaciones aéreas, promover las buenas prácticas agrarias compatibles con los insectos, así como restaurar plantas autóctonas en pasillos y lindes, y frenar la intensificación y homogeneización de los monocultivos. 
  • Medidas para mejorar la legislación. Una de las carencias en patrimonio natural, dentro de la normativa ambiental, es la falta de protección de los insectos.
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