SAN JUAN 2015 | MIÉRCOLES EL PREGÓN
Siete orejas para el toreo a caballo en el inicio de feria
El rejoneo marca un dulce comienzo a la feria de San Juan con una plaza prácticamente llena / Andy Cartajena se impone en el coso soriano con 4 trofeos
De izquierda a derecha, Leonardo Hernández, Andy Cartagena y Pablo Hermoso de Mendoza-VALENTÍN GUISANDE
La primera corrida de rejones del Miércoles El Pregón se saldó ayer con ocho orejas, una plaza casi llena y un cartel con los mejores diestros a caballo del momento, lo que supuso un buen aperitivo para abrir el apetito ante futuras citas taurinas sanjuaneras. La lidia estuvo protagonizada por Pablo Hermoso de Mendoza, Andy Cartagena y Leonardo Hernández.
El primer toro fue para Pablo Hermoso de Mendoza, con 477 kilos, y después de hacer una lidia entregada y vistosa, parando al toro con los caballos efectuó dos pinchazos y un rejón de muerte trasero tras lo que tuvo que desmontar y descabellar.
El segundo toro de 487 kilos fue lidiado por Andy Cartagena, que conectó con el público dirigiéndose a los tendidos. Utilizó dos caballos en una lidia con muchos adornos tras lo que dio un rejón de muerte preciso y consiguió las dos primeras orejas de la tarde.
El tercer toro de la tarde fue Cantaor, con 490 kilos. Lo lidió Leonardo Hernández, un rejoneador de Badajoz más joven que los anteriores. Puso bien las banderillas, citó el toro desde lejos y deleitó con las banderillas cortas, lo que dio pie a una lidia aplaudida, pero falló al matar al errar tres veces con el rejón de muerte y tener que bajarse finalmente de la cabalgadura para descabellar. Pese a ello el público le premió con una ovación y saludó desde el tendido.
Con el cuarto toro volvió a escena Hermoso de Mendoza. Pesó 544 kilos y de nombre Saleroso. En este caso Hermoso de Mendoza utilizó tres caballos, diferentes a los usados en el primer toro. En esta ocasión el astado dio algún síntoma de flojera, si bien no hubo que devolverlo al corral, y el rejón de muerte tuvo un efecto fulminante, lo que le proporcionó dos orejas.
El quinto toro fue de 498 kilos y con él Andy Cartagena hizo una lidia similar a la del primer toro pero con más riesgo, se acercó al público, hizo andar al caballo sobre las patas traseras, puso los pares de banderillas efectivamente, puso un caballo de rodillas y puso un rejón de muerte sin soltar, lo que le dio dos orejas.
El último toro fue de 528 kilos le sirvió a Hernández para obtener dos orejas con una lidia efectiva, poniendo las banderillas al quiebro y con juegos con el caballo variados.