Heraldo-Diario de Soria

SAN JUAN 2022

Sábado Agés: «Que empiece a correr el vino»

Las subastas toman las Cuadrillas con bandejas de carne que no acaban, despojos del toro y botas

Las cuadrillas estuvieron hasta la bandera.-GONZALO MONTESEGURO

Las cuadrillas estuvieron hasta la bandera.-GONZALO MONTESEGURO

Publicado por
JOSÉ ÁNGEL CAMPILLO
Soria

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La ciudad se llena de ecos de música y de familias y grupos de amigos de ronda por las calles para ir por las diferentes Cuadrillas. Las subastas del Sábado  Agés llenaron los frigoríficos de muchos con unas bandejas de carne que harán las delicias en la tarde de las Bailas o se reservarán para otros encuentros. Botas, despojos del toro y, sobre todo, carne, mucha carne a la vista del público con consecuencias en las carteras y con la alegría de participar y le perspectiva de una buena merienda.

«Que empiece a correr el vino por ahí a destajo y que suene la música», dio comienzo la subasta en Santiago, tras la lectura del acta del Catapán y el mensaje que ronda en la cabeza de todos en estos sanjuanes: el tiempo pasado en blanco. «Hay ganas»» en general, pero también «de carne y os aseguro que tenemos y mucha además». A partir de ahí bandejas a 40, 45, 55 euros. Morcillos en los que la puja subió a 40 y 50 euros, redondos a 100 y 65 euros, espaldilla por  55. Con los comentarios de alabanza al género: «Con esto se hacen unas calderetas de miedo»; «es de un toro que tenía carne para todos»; «os vais a poner las botas»; «¡cuántos medios toros hay esta tarde!» o «con esto tenéis para un equipo de fútbol».

A veces la gente se demora pujado y otras el subastador da salida en una rápida sucesión ascendente de cantidades. Los años pasados hacen agradecer más los reclamos rituales: «Vale más»; «más vale y más darán» y el «música y que no falte vino». Este no deja de seguir circulando en manos de las botas de la gente de las Cuadrillas. Luego también de las subastadas. Por ejemplo, algunas de las que se sacaron ayer en Santiago superaron los 200 euros (225 y 235) y una rozó los 500 (485).

Pujar tiene sus reglas: «Quien manda es la subasta es el subastador», informaban en Santiago, y «si hay alguna duda la resuelve el subastador». Todo claro para dar paso a Raquel, quien presentaba la primera bandeja con una invitación irresistible: venía con el toro de la Cuadrilla, «perfectamente toreado, matado y ahora para comer». De la res también salen al público los despojos, como los cuernos que allí acabaron en 50 euros. Y el rabo, en 20. O las patas, de una utilidad discutible que encontraba ingeniosamente la subastadora: «es como un complemento», sirve «de llavero, para lo que queráis». Al final, un par de patas «de las buenas» se remataron en 20 euros y seguían los anuncios. «Venga, que esto pesa y me lo quitan»; «a los de amarillo se os comen la tajada»; «música y a las tres venid a por ella», la bandeja.

Con una ligera lluvia que se hizo presente cuando las subastas llevaban una hora, a la tarde de los Agés se unió la corrida de toros, donde actuó Rubén Sanz. Al finalizar el festejo, las idas y venidas, incitaciones al público y pujas se encontraban en su apogeo culminando la jornada en la que las Cuadrillas hacen el reparto de la tajada cruda y la Asociación de Jurados el homenaje a los autores de las sanjuaneras.

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