Historia
De cuando vecinos de La Losilla quisieron quitar el agua a los de Narros y el caso llegó a Felipe IV
El lugar era de los más poblados y de los que contaba con más labradores
y criadores de ganado de la jurisdicción de Soria
Cuál será la razón por la que se encuentra el documento a que nos referimos entre los fondos del Archivo de la Insigne Iglesia Colegial de San Pedro, de la ciudad de Soria, es algo que desconocemos. Tema que dejamos en manos de las generaciones por venir de jóvenes investigadores.
Revolviendo «papeles» del susodicho depósito documental hemos dado con una real carta y provisión, datada en Madrid el 13 de agosto de 1660, remitida a Juan Bautista de Valpuesta, corregidor de Soria. Felipe IV, por ella, ponía en su conocimiento que Hernando García, en nombre del concejo y vecinos del lugar de Narros, jurisdicción de Soria, había acusado criminalmente a Juan de Porras, vecino de La Losilla, a Bernardo Martínez, que lo era de Valdelagua, jurisdicción de Magaña, y a la justicia de esta última villa.
El demandante, ante el Consejo Real, había hecho relación como dicho lugar había estado, y estaba, en quieta y pacífica posesión, desde tiempo inmemorial, del goce del agua de la fuente Chaperío, que nacía en La Losilla. El agua se conducía y encaminaba mediante una acequia y para salvar un barranco, en término de este lugar, lo hacían mediante un canalón de madera, corriendo por cuenta de los vecinos de Narros la limpieza de todo el trayecto de la misma.
Aducía, además, que nunca, hasta hacía pocos días, les habían «impedido ni estorbado ni contradicho en manera alguna» en llevar el agua, así como entrar en término de La Losilla para proceder a limpiar la acequia. También, que el lugar «era de los mejores y más populosos de vecindad y de labranza y crianza de ganado que había en la jurisdicción de esa dicha ciudad, y no había tenido otra agua así para beber los vecinos del dicho lugar como para abrevadero de los ganados mayores y menores y para riego de sus heredades y prados». Caso de quitarle el disfrute «se despoblaría el dicho lugar, su parte, a que no era justo se diese lugar».
El caso es que los vecinos y ganados del dicho lugar de Narros estaban pereciendo y, respecto de ser Magaña y La Losilla lugares de señorío, fuera de la jurisdicción de Soria, Hernando García suplicó al rey se averiguase y, hallando ser cierto, mantuviese y amparase al concejo de Narros y a sus vecinos en la posesión inmemorial en que habían estado y estaban. Y que condenase a los dichos en las penas en que habían incurrido por haberles quitado el uso y aprovechamiento del agua proveyendo el remedio más conveniente para la conservación del lugar, sus vecinos y ganado.
Así las cosas el monarca, a instancia de los del Consejo, ordenó a Juan Bautista de Valpuesta que, dentro de tres días primero siguientes de como fuere requerido por su provisión, les enviase una relación verdadera, firmada de su nombre, «en manera que haga fe de lo que acerca y en razón de lo susodicho ha pasado y pasa para que visto se provea lo que convenga». Y esto so pena de la merced real y de diez mil maravedís para la Cámara del cuarto de los Felipes.
El corregidor, deseando con todo cuidado ponerlo en ejecución, hizo las diligencias oportunas en la ciudad, con sujetos de todo crédito y conocedores del término donde manaba la fuente que llamaban del Chaperío. Estaba informado, de igual modo, que de ella se abastecía, desde tiempo inmemorial, el lugar de Narros «sin que sea provecho o no alguno della por salir se unas peñas que miran a dicho lugar de Narros y su curso natural la conduce a dicho lugar y pasando por heredades de los vecinos del aunque por ajena jurisdicción ques la de Magaña sin que se pueda conducir a dicha parte».
Así mismo estaba informado «que el dicho lugar de Narros no tiene otra agua alguna que poder usar, así para sus vecinos como para sus ganados siéndolo de muchos y muy poblado, con que si les falta el socorro de dicha agua no se podrá conservar».
Concluye Juan Bautista de Valpuesta, corregidor de Soria, que, de todo ello, tenía remitida información a su majestad a pedimiento de la acusación para que, a vista de ella y de este informe, se sirviera de proveer y mandar lo que más conviniera a su real servicio.
El hecho de que Pascual Madoz, en su «Diccionario geográfico, estadístico, histórico de España y sus posesiones de Ultramar» no haga referencia a la mencionada fuente nos hace pensar que, acaso, cuando se publicó, habría dejado de manar. En cambio al tratar de Narros, y aparentemente contradiciendo lo expuesto en el pleito, escribe «dentro de él se encuentran varias fuentes, de las que se forma un arroyo que va a desaguar al río Moñigón».
En el «Nomenclator histórico, geográfico, estadístico y descriptivo» de Manuel Blasco Jiménez, escribe, «sub voce» Naharros, «solo dispone de las [aguas] de un arroyo descubierto que procedente de una pequeña cueva (la Chapería) de la jurisdicción de Povar, recorre más de una legua para verter su caudal en dicho Narros sobre un gran pilón de piedra sillar».