Heraldo-Diario de Soria

¿De quién era un cuadro de El Bosco que hubo en El Burgo de Osma en el siglo XVII y dónde está?

Fue su propietario Bartolomé Sanz de Vera, perteneciente a uno de los Linajes de Soria, canónigo de la catedral de Osma y vicario de la archidiócesis de Zaragoza

Imagen de El Bosco.

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Publicado por
Jose V. de Frías Balsa
Soria

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La constancia de que El Burgo de Osma albergó un cuadro de Hieronymus Bosch El Bosco, en algún momento de la segunda mitad siglo XVII, es un hecho probado por un documento del Archivo Diocesano de Zaragoza. Se trata del inventario, con fecha de 1690, de los bienes que Bartolomé Sanz de Vera trasladó desde la Villa Episcopal al palacio arzobispal cesaraugustano. Entre lo llevado se registra, por lo que a pintura se refiere, “un lienzo de Roma grande de San Miguel. Item otro pequeño del niño Jesús y San Juan. Item una pintura original del Bosco pequeña en tabla. Item otra tabla pintada de D. Alvaro de Luna. Item un retrato del Duque de Alba pequeño”… Inventario que fue expuesto al público el 10 de junio de 2022 con motivo del Día Internacional de los Archivos. ¡Cuantos documentos de nuestros archivos eclesiásticos y civiles esperan ser expuestos y publicados!

Pero, ¿quién era el propietario del cuadro del pintor más misterioso de la historia? Pues Bartolomé Sanz de Vera, dignidad de capiscol de la catedral de Osma, de donde salió para vicario general de Zaragoza llamado por Antonio Ibáñez de la Riva, su arzobispo (1687-1710), también canónigo oxomense y gran promotor de la causa de canonización y beatificación de Juan de Palafox y Mendoza, obispo de Osma (1654-1659). Ofrecemos uno escuetos datos de este soriano que espera, como tantos otros, un estudioso que le biografíe.

Bartolomé Sanz de Vera fue hijo de Miguel Sanz de Vera y Doña Gerónima González, vecinos que fueron de Soria. El 5 de marzo de 1652 apoderó a Miguel Sanz de Vera, su hermano, canónigo de la misma catedral al menos entre 1645 y 1653, para que en su nombre “como natural de dicha ciudad y de los Doce linajes de ella pueda hallarse en cualquier juntas que dichos linajes hiciere así en virtud de convocatoria para nombrar procuradores generales de Cortes por dicha ciudad como sin ella y en dichas juntas hacer cualesquier proposiciones, votar, resorber y contradecir todo aquello que viere que conviene al servicio de Dios nuestro señor y bien de dicha ciudad y linajes”. Por una sustitución de poder que Miguel hizo, el 26 de junio de 1652, sabemos que Bartolomé era, entonces, clérigo de órdenes menores.

El 17 de agosto de 1654, la madre, ya viuda antes de abril de 1650, vecina de EB, hija y heredera de Valentín González y Catalina de Tardesillas, le otorgó carta de poder para vender ciertas heredades. Hizo lo mismo, el 10 de diciembre de 1663, por hallarse “afligida con la gravedad de mi enfermedad”, para que, en su nombre, hiciera testamento; lo que llevó a cabo el 29 de marzo del año siguiente. Se mandó enterrar en la catedral junto a su hija Dª Isabel Sanz de Vera, mujer que había sido de Gaspar Velázquez de Obregón, vecino de Santa María la Real de Nieva. Y entre las mandas que dispone, además de «una joya de perlas» para la Virgen del Espino de esa iglesia, dejó, por la mucha devoción que tenía a San Saturio, una reliquia del patrono de la ciudad con la que el poderhabiente mandó hacer “un medio cuerpo de talla en que se ponga dicha reliquia para que esté en mayor veneración. Años después, el 17 de octubre 1670, Dª Francisca Luisa Sanz de Vera, su hermana, viuda de Mateo Pacheco, vecino que fue de Sigüenza, le apoderó, con Manuel Pacheco, señor de la villa de Pozancos, su sobrino, y el Lic. Bernardo Miguel, residente en El Burgo, para parecer ante los alcaldes ordinarios de Sigüenza o ante cualquier juez y pedir la dieran lo que la pertenecía de la herencia de su marido.

En varias ocasiones le apoderó el prior y cabildo para asuntos concernientes a esta corporación. Ofrecemos algunos casos: El 24 de mayo de 1658 con Fernando de Río y Malo, prior, lo hizo para arrendar todos los frutos y rentas granados y menudos de las cillas de las iglesias colegiales y parroquiales de la ciudad de Soria y su partido. El 18 de marzo de 1661, con Francisco Malo y Neyla, prior, y el Lic. Alonso de Izana, canónigo, para recibir por médico al Dr. Baltasar Martínez, vecino de Madrigal. 

El 16 de junio de 1666 junto con el Dr. Manuel González Santiago, canónigo doctoral, para rematar las rentas que tenían en los arciprestazgos de Aranda, Roa, Aza, Cabrejas y Coruña en conformidad a las posturas hechas. El 23 de noviembre de 1663, en unión del Dr. Juan de Magano y Antonio Nieto, canónigos, para aceptar la dotación hecha por el obispo fray Alonso de Santo Tomás (1662-1664) electo del de Plasencia, en las festividades del Corpus, Infraoctava y octava, Jueves Santo, y Viernes Santo.

Visitó la diócesis por el obispo dominico fray Pedro de Godoy, que fue traslado a la diócesis de Sigüenza el año 1672. Años antes, el 2 de marzo de 1670, tuvo noticia el Dr. Miguel de Quintana, canónigo doctoral, provisor y vicario, que Francisco de Olmos, vecino de El Burgo, maestro de arquitectura, por mandato de visita de Bartolomé Sanz de Vera, capiscol, en la ermita de Nra. Sra. de Rubiales, en término de Soto de San Esteban, había mandado «por tener la caja de la imagen nueva y dorada y el retablo antiguo y no corresponder con la dicha caja se hiciese de nuevo pues había dinero bastante de sobra”. Hecha la traza y condiciones, tras pregonar la obra, dicho maestro la puso en 250 ducados obligándose a hacerla «en tiempo de cuatro meses de como se me rematase».

Pues bien, el 1.º de marzo de 1677, Bartolomé Sanz de Vera, capiscol, apoderaba a Pedro Tamayo y Durango, vecino de Aranda, a D. Gaspar Velázquez de Obregón, vecino de Madrid, sus cuñados, a Gerónimo José de la Abadía, colegial en el de San Antonio de Portacoeli de Sigüenza, y al Lic. Juan José Tierno, cura en Ventosa de la Sierra, para parecer ante el corregidor de Molina de Aragón, juez del expolio de fray Pedro de Godoy, y ante el nuncio “pidiendo se me haga paga del salario de visitador único y general que ejercí en servicio de la dignidad episcopal de este dicho obispado de Osma siendo obispo en él el Illmo. Sr. D. Fray Pedro de Godoy, que goce de Dios…” Más lo correspondiente de 500 ducados a 40 días que fue provisor.

El 16 de octubre de 1671, cuando era provisor y vicario general, autorizó a fr. Esteban de Valdivielso, confesor de la abadesa y monjas de la Concepción de Berlanga, para que éstas tomaran un censo, al redimir y quitar, de 1.100 rs. del quinto de los bienes de Juan de Ortega, platero.

El 17 de octubre de 1685 se firmó la escritura de concordia entre el prior y cabildo de la catedral de Osma y los curas del arciprestazgo de San Esteban. Por el cabildo lo hicieron Bartolomé Sanz de Vera, capiscol, Francisco Antonio de Isla, maestrescuela, y el Dr. Juan de Segura y Valle, canónigo doctoral. Por parte del arciprestazgo, el Br. Jacinto de Rubalcaba, cura de la villa de Santui, y Francisco Miguel Blanco, cura de Olmillos.

¿Cómo llegó a la familia Sanz de Vera el cuadro de El Bosco? Acaso nunca lo lleguemos a saber. Como tampoco, después de llegar a Zaragoza, dónde fue a parar.

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