Heraldo-Diario de Soria

DEMOGRAFÍA

Dos de cada tres municipios pierden población

Sólo 32 ayuntamientos logran engrosar su censo mientras que 29 mantienen en 2012 las cifras del ejercicio anterior

Sólo la capital y su alfoz, junto con Ágreda y Ólvega, arrojan datos positivos. A.M.-

Sólo la capital y su alfoz, junto con Ágreda y Ólvega, arrojan datos positivos. A.M.-

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T. C. / Soria
Soria

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La despoblación es un mal crónico de la provincia y las ‘recetas’ no funcionan. Así lo evidencian los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística relativos a los censos definitivos a 1 de enero de 2012. Respecto al año anterior 122 municipios, uno de cada dos de los que componen Soria, perdieron habitantes. En 29 casos el dato de empadronados por Ayuntamiento se quedó como estaba. Y sólo en 32 casos, lo que supone el 17,5% de los municipios, la población creció, si bien en la mayoría de los consistorios los incrementos fueron mínimos.

 

Habitualmente las localidades más pequeñas pierden habitantes en beneficio de las cabeceras de comarca. No obstante, sólo la capital y su alfoz, junto con Ágreda y Ólvega, arrojan datos positivos. En Soria la población crece en 160 habitantes, el mayor de los incrementos; Golmayo suma 86 vecinos más; Los Rábanos añade seis personas a su lista; y por ejemplo el cercano Almajano crece en nueve vecinos más. Garray también sube con fuerza con 32 censados más. Ágreda crece una milésima parte gracias a tres nuevos censados sobre los 3.174 de 211 y Ólvega mejora el dato con un incremento de 27 personas registradas.

Pero más allá de la zona centro y de noreste soriano, ni siquiera los grandes ayuntamientos se salvan. Almazán es uno de los que más sufre la despoblación. De hecho, perdió 144 habitantes en un año según los datos oficiales publicados ayer por el INE. En El Burgo de Osma las cifras caen en 40 vecinos. Arcos de Jalón también ve como su censo baja en 30 personas, mientras que San Pedro Manrique pierde 17. En Pinares, los descensos van desde los ocho habitantes de Duruelo hasta los 28 de Vinuesa. San Leonardo, uno de los municipios especialmente castigados por la crisis, ‘sólo’ desciende en 11 vecinos. Berlanga pierde 42.

Algunas localidades sufren un problema añadido al de la despoblación, el de quedarse por debajo de los límites fijados para algunas subvenciones. Así, en ocasiones se convocan ayudas para ‘municipios de más de 1.000 habitantes’ o para aquellos que superan el centenar. Varios de los ayuntamientos sorianos han perdido esa condición.

Por ejemplo, Vinuesa y Berlanga se quedan, según los últimos datos definitivos presentados por el INE, por debajo del millar cuando en las cifras del año anterior lo superaban. Otros ayuntamientos, como Aldealafuente, Fuentes de Magaña, Renieblas o Velamazán bajan en esta ocasión de los 100 censados.  Ciria y Los Villares de Soria sufren un caso especialmente ajustado. En los datos publicados en 2012 tenían los 100 habitantes ‘clavados’; en las cifras de este 2013 se señala que han perdido un vecino cada uno, quedándose en 99.

Respecto a los más poblados, la lista oficial apenas registra variaciones. Soria, Almazán, El Burgo de Osma, Ólvega y Ágreda encabezan la lista. Sólo las variaciones de Golmayo, que gana 86 personas, y San Leonardo les acerca sensiblemente respecto a las tablas anteriores, aunque la localidad pinariega sigue por delante.

Ocho vecinos en Estepa

Entre los menos poblados destacan casos como los de Estepa de San Juan, con ocho habitantes en todo el municipio, tres menos que en el censo anterior; Villanueva de Gormaz, que a pesar de las cifras bajas suma un vecino más y llega a los diez; Herrera de Soria, que mantiene los 14; Maján, que pierde uno y queda con 13 vecinos; La Quiñonería, que pasa de 15 a 12 censados; o Valdeprado, que queda con 13 frente a los 18 anteriores, lo que porcentualmente supone un descenso del 28% en un año.

Respecto a los mayores incrementos, de nuevo Soria y sus 160 vecinos más encabezan la tabla, seguidos de Golmayo, Ólvega o Garray. Los mayores descensos de población se registraron en Almazán, con los 144 vecinos menos reseñados. Berlanga, con 42 menos; Cubo de la Solana, cuyo censo desciende en 24 vecinos; El Burgo, con un descenso de 40 ciudadanos; Arcos de Jalón, que pierde 30; o Vinuesa, con 28 censados menos, son los que más han sufrido en este período las consecuencias de la despoblación en la provincia.

Además, las esperanzas en la pirámide población son escasas. Hay más ancianos de 85 años (774) que niños en su p

rimer año de vida (652). De hecho, la cifra de bebés es la menor de toda la tabla hasta llegar a la de 86 años. Hay además 83 centenarios registrados. Todo ello, a pesar de que 9.904 extranjeros se encontraban residiendo en la provincia, la mayoría jóvenes.

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