El Obispado matiza que no se puede externalizar la residencia de El Royo sin permiso del propietario

La institución propietaria de la residencia de El Royo, la Fundación ‘Colegio de Nuestra Señora del Carmen’ explicó ayer que el cambio de modelo de gestión promovido por la Diputación provincial para el centro necesita de la autorización de la citada Fundación para poder llevarse a cabo. Desde el Obispado recordaron que el convenio de cesión del edificio finalizó el pasado año y que la institución provincial todavía no ha solicitado su renovación. La Diócesis considera que dicho convenio es un elemento «del todo punto necesario» para que «la Diputación pueda gestionar por sí o por otros la residencia». 

LA PROPIEDAD

El Vicario General de la Diócesis, Gabriel Ángel Rodríguez, indicó que «la Fundación ‘Colegio de Nuestra Señora del Carmen’ de El Royo tiene como Presidente y único Patrono al Obispo de la Diócesis de Osma-Soria. El único patrimonio de la Fundación es el inmueble donde en estos momentos tiene su sede la residencia de ancianos». Rodríguez señaló que «en el año 1981 se cedió el uso y disfrute del inmueble, no la propiedad, a la Diputación provincial para que en él se estableciera la citada residencia». 

Los responsables del Obispado sostienen que «aunque en el documento que acordaron Fundación y Diputación se hablaba de cesión ‘indefinida’, en realidad el Código civil establece una limitación de 30 años para el usufructo de bienes inmuebles a favor de una Corporación. Pues bien, esos 30 años se cumplieron en 2011, lo que significa que el Convenio es necesario renovarlo para que el inmueble siga cumpliendo con los fines queridos por la Fundación, o rescindirlo de manera definitiva».

NUEVO CONVENIO

Con vistas a solucionar ese vacío legal, Rodríguez manifestó que «desde la Fundación, tenemos preparado un borrador de nuevo convenio para consensuar con la Diputación, pero ésta todavía no ha escrito formalmente al señor Obispo, Patrono único de la Fundación, solicitando dicha renovación». El Vicario subrayó que «este tema es especialmente delicado porque en ese convenio se prevén los medios para que el inmueble cumpla los fines fundacionales (atención a los ancianos) y es, además, un elemento del todo punto necesario para que la Diputación pueda gestionar por sí o por otros la residencia». 

El responsable eclesiástico insistió en que «la Diputación no puede sin una expresa autorización del Patrono de la Fundación ceder la gestión de la Residencia» y añadió «de no mediar dicha autorización, la Diputación se arriesgaría a establecer un negocio jurídico nulo. Y, obviamente, la Fundación estaría obligada a defender sus derechos para asegurar el cumplimiento de sus fines con todas las garantías jurídicas». 

Además de estos aspectos legales Rodríguez quiso destacar que «la Fundación debe velar porque los residentes reciban un trato digno y respetuoso en toda circunstancia; debe velar, igualmente, por el mantenimiento de los servicios religiosos, y debe exigir al gestor de la residencia que se tenga muy en consideración a los ancianos con especiales necesidades económicas. Además, y según la voluntad del fundador, se debe dar prioridad a los ancianos del Valle y Pinares así como a los descendientes de la familia del fundador».

LA EXTERNALIZACIÓN

En lo referente al proceso iniciado por la Diputación para externalizar la gestión del servicio de las cuatro residencias desde el Obispado informaron de que «la Diócesis en cuanto tal no tiene ni puede tener un juicio hecho sobre la cuestión de la externalización de ésta o de otras residencias. No es su tarea entrar en cuestiones de gestión de otras instituciones, de la misma forma que sería intolerable que otros organismos pretendieran marcar la tarea de la Iglesia diocesana. En relación a la de El Royo, y como queda dicho, la Fundación pondrá todos los medios, sin excluir ninguno, para que sus fines se sigan cumpliendo y queden salvaguardados los derechos de los residentes y de los trabajadores». 

72 PLAZAS

El centro geriátrico de Nuestra Señora de las Mercedes cuenta con una superficie de 3.566 metros cuadrados. En la residencia se atiende tanto a personas que se valen por sí mismas como a las que precisan asistencia continuada. La capacidad máxima de la residencia es de 72 plazas entre válidos y asistidos. En  la actualidad tiene 15 plazas vacías. En cuanto al personal que trabaja en la residencia en la actualidad la relación de puestos de trabajo contempla 36 puestos de trabajos. La intención con la externalización es incrementar la ocupación hasta el 95% y la plantilla se elevaría hasta los 44 trabajadores según el informe elaborado por Mensor para la Diputación provincial de Soria.