Autorizado de nuevo el eólico Cerros de Radona tras el revés del Supremo

La Junta ha autorizado de nuevo la instalación del parque eólico Cerros de Radona, entre Medinaceli y Alcubilla de las Peñas, toda vez que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJ) y el Tribunal Supremo ‘tumbasen’ la primera aprobación. De esta forma, esta inversión de casi 30 millones de euros vuelve a contar con los permisos preceptivos para su puesta en marcha dentro del denominado ‘nudo eólico de Medinaceli’.

A mediados de 2007, la Viceconsejería de Economía dictó la autorización original. Un año después, se aprobó el proyecto de esta instalación, basada en 16 aerogeneradores de 2,5 megawatios para sumar una potencia total instalada de 40 megawatios. Sin embargo, en 2010 el TSJ acordó «anular resoluciones y retrotraer las actuaciones» para subsanar los defectos encontrados en la resolución de impacto ambiental.

Detrás de esta medida está una especie en peligro de extinción, la alondra ricotí. El ‘nudo eólico de Medinaceli’ contempla la creación de hasta nueve parques eólicos, caso del actual, de otros tres que ya tienen la declaración de impacto ambiental (’Carabuena’, ‘Escaravela’ y ‘Parideras’) o en tramitación (‘Topacio’). Según el TSJ en una sentencia refrendada por el Supremo, se había considerado sólo el impacto individual de cada parque y no se había analizado de forma más amplia lo que podía suponer todo el conjunto para esta especie de ave, cuyo hábitat se localiza en la zona sur de la provincia y cuya población es muy escasa.

Por ello, los tribunales vinieron a instar a que se obtuviesen nuevos permisos contemplando todo lo proyectado e instalado en la zona y no sólo cada parque de forma individual. Esta media permitiría ‘desbloquear’ los permisos para poder ejecutar la inversión. En el caso del ‘Cerros de Radona’ asciende concretamente a 28.616.958,31 euros.

Para poder dar este paso, la Declaración de Impacto Ambiental apunta una serie de medidas específicas para proteger a la alondra ricotí, considerando el impacto global de los trabajos ya ejecutados. Así, se deberá realizar un seguimiento de la mortandad de las aves y se pararán los aerogeneradores en horas concretas durante el proceso de cría.

La Declaración también reseña una serie de medidas de recuperación del hábitat de la alondra ricotí. De esta forma, la empresa deberá participar en un plan de restauración para hacer que zonas que actualmente no albergan la especie puedan hacerlo en un futuro. Los terrenos prioritarios se encuentran en Layna-Obetago, Sierra Ministra, Miño-Medinaceli, Blocona-Beltejar y Radona. Como mínimo, se habilitará una superficie de 150 hectáreas.