La nueva fábrica de Picos de Urbión estará en pleno rendimiento en octubre

Se cumple el primer aniversario de uno de los sucesos más importantes ocurridos en los últimos años en la localidad pinariega de Duruelo de la Sierra. Ha pasado exactamente un año desde que sucediera uno de los incendios más voraces registrados en décadas en esta población, un hecho que acabó con una de las principales naves industriales del polígono, exactamente 1.600 metros cuadrados de la empresa Picos de Urbión, dedicada a la fabricación de palets y palots, quedaron consumidos por las llamas en una madrugada del 26 de julio del pasado año. 

El siniestro se produjo a las cinco de la madrugada y quedó extinguido tras cinco horas de angustia y miedo. El sonar de las campanas de la iglesia hizo que cientos de durolenses salieran asustados de sus camas y corrieran hacia el incendio para ayudar en todo lo posible. «Ver cómo reaccionó el pueblo de Duruelo, y ver cómo los vecinos nos ayudaron fue algo que tendremos siempre grabado en la memoria. Fue impresionante», comentó emocionado el vicepresidente de la empresa Ernesto Pascual, que define este año como «difícil, muy duro. Pero en el que la ilusión ha podido con todo, y a pesar de las dificultades hemos resurgido de las cenizas y seguimos adelante renovados y con mucha más fuerza que antes». 

Al lugar de los hechos acudieron motobombas de Duruelo, Covaleda, Vinuesa y Quintanar de la Sierra, así como bomberos de Soria y guardias civiles de los puestos de Covaleda y San Leonardo de Yagüe. «Se vivieron verdaderos momentos de pánico. El incendio era de grandes dimensiones y el ruido que provocaba fue algo que no olvidaré nunca», confiesan algunos de los testigos que un año después recuerdan el momento con especial emotividad.

La casualidad del destino quiso que el incendio coincidiera con el aniversario de los 50 años de creación de esta empresa, que fue la primera cooperativa que se fundó en Duruelo de la Sierra haciendo de pionera para tantas otras que llegaron después y siendo ejemplo de impulso del asociacionismo cooperativo. 

«Fue una casualidad pero ese mismo día cumplía la fábrica 50 años. La policía científica dijo que el incendio se produjo por un cortocircuito, arrasó con toda la nave antigua y pudimos salvar la línea de clavado, la nave con las calderas y los dos secaderos», añade el vicepresidente, que narra esos primeros momentos tras el suceso como días de angustia con un único objetivo de continuidad, «nuestro temor era perder los clientes, pero seguimos trabajando con la ayuda de la mayoría de las empresas de Duruelo y también alguna de Covaleda y Regumiel (Burgos). A todas ellas les estamos muy agradecidos y también a la aseguradora que actuó muy rápido para que pudiéramos continuar. No podemos dejar de agradecer también al Ayuntamiento de Duruelo que se preocupó desde el primer momento por nosotros, en especial el alcalde Román Martín que fue uno de los socios creadores de esta empresa». 

Ahora, tras un año de duro trabajo, Picos de Urbión con quince socios y dos empleadas en la oficina, tiene un futuro prometedor y más consolidado que nunca. Ya tienen la nueva nave terminada a falta tan solo de echar la solera y el tejado, y comenzarán a trabajar en ella al 100% en el mes de octubre.

«Empezaremos poco a poco en septiembre, y más o menos en octubre puede que estemos trabajando en la nueva nave», declara Ernesto Pascual, «la nueva nave va a ser más o menos igual a lo que teníamos, pero todo mucho más moderno y con mejores condiciones para el trabajo. 1. 500 metros cuadrados y una explanada nueva para dejar el producto terminado», añade el vicepresidente. Una imagen renovada que aporta más confianza es la que a partir de ahora dará esta empresa pinariega. Una apuesta por la continuidad en tiempos de crisis, a pesar de las dificultades. Todo un ejemplo de lucha y esfuerzo el de estos durolenses que han sabido ser un equipo ante las adversidades.