MEDIO AMBIENTE
Asden: «Nos consta que algunos pescadores habían echado siluros»
Los ecologistas alertan del daño a la trucha y considerar la ‘invasión’ «insalvable»
Embalse de la Cuerda del Pozo, donde recientemente se capturó un siluro. / VALENTÍN GUISANDE-
La presencia de siluros en el embalse de Cuerda del Pozo, certificada la semana pasada con la entrega de un ejemplar capturado en esas aguas al Seprona, no ha cogido por sorpresa al colectivo ecologista Asden. Su portavoz, Carlos González, denunció que «nos consta que desde hace tiempo se habían echado siluros por parte de algunos pescadores de manera ilegal».
De hecho, los ecologistas sorianos consideran que «podría ser una causa por la que están desapareciendo especies autóctonas como se puede ver con el descenso de la trucha». En el tramo medio del Ebro aragonés se atribuye a esta especie la desaparición del barbo y los últimos recuentos en Cuerda del Pozo alertaron de la baja densidad de esta especie tanto en el embalse como en los cauces que vierten y salen de él.
González explicó que «son carnívoros y de gran tamaño. Necesitan comer una gran cantidad de materia al día» para alimentarse. En España se capturan con cierta asiduidad ejemplares por encima de los dos metros de longitud y cerca de los 100 kilos de peso, si bien el ejemplar capturado en el embalse medía 49 centímetros. Estas dimensiones se corresponden con un ejemplar de unos tres años. Llegan a vivir 80.
Desde Asden «lamentamos que esto suceda. Habrá siluros, que antes no había, pero estamos perdiendo otras especies. Una con gran prestigio para los pescadores era la trucha y estamos perdiéndola», lamentó el portavoz.
González incidió en que estas introducciones, totalmente ilegales, acaban generando «el desequilibrio en el ecosistema de un río». Además de alterar las cadenas alimentarias y de introducir nuevos depredadores, la ausencia de depredadores naturales para las nuevas especies invita al pesimismo. «Esto no tiene solución, es como el cangrejo señal» reintroducido hace unos 35 años y que ha terminado por llevar al borde de la extinción al cangrejo autóctono.
Desde Asden se teme, vista la experiencia de otros territorios, que el siluro sea «imposible de eliminar. Tardarán más o menos, pero van a colonizarlo». Por ello su portavoz calificó de «verdadero problema que alguien caprichoso haya soltado siluros para pescarlos», puesto que pone en serio riesgo el resto de especies pescables en esta zona del Duero.