PATRIMONIO
La necrópolis BIC de Ucero aparece de nuevo labrada
A pesar de la figura de protección vuelven a verse surcos sobre la parcela
Parte de la necrópolis de San Martín de Ucero, declarada Bien de Interés Cultural hace menos de cuatro meses, vuelve a estar labrada. De esta forma se prolonga una situación que ya puso de manifiesto DIARIO DE SORIA / EL MUNDO hace cuatro años, tras constatar que había incluso restos óseos en medio de un campo de labor.
En la actualidad se pueden observar surcos y rodadas en alguna de las parcelas que contempla este amplio complejo. Asimismo se ve crecer la vegetación junto a la carretera SO-920, que cruza la zona del yacimiento arqueológico.
En este espacio se realizaron algunas labores arqueológicas en la pasada década de los 80 y se recuperaron restos tanto de ajuares como humanos. Se cree que las piezas abarcan un período histórico que va del Paleolítico Medio al Medievo pasando por la época celtíbera romana. La situación de deterioro hace que este bien haya acabado en la Lista Roja de Patrimonio que elabora Hispania Nostra.
Según esta asociación «la tierra que cubre la necrópolis celtíbera de Ucero, ha sido arada y se sigue arando para su explotación agrícola con el consiguiente perjuicio para los restos arqueológicos de la zona. Los desprendimientos de tierra originados por las lluvias han dejado al descubierto restos pertenecientes al yacimiento, como fragmentos de cerámica y huesos humanos». Por ello considera que el riesgo es la «destrucción de los yacimientos por labores agrícolas y corrimiento de tierras».
El expediente BIC se incoó el 1980. Casi un cuarto de siglo después, se completó el trámite, concretamente en diciembre de 2014, cuando el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León dio luz verde. Entonces se ‘oficializó’ que «el yacimiento consta de sucesivas áreas funcionales que abarcan una dilatada cronología, ya que presenta restos esporádicos desde el Paleolítico Medio, y se reconocen vestigios estructurales, tanto residenciales como funerarios, de época romana y medieval. El núcleo principal, mejor conocido gracias a las excavaciones arqueológicas efectuadas desde los años 80, se localiza en el sector sureste del pueblo en la margen izquierda del Ucero».
Las investigaciones arqueológicas realizadas hace tres décadas permitieron «identificar dos habitaciones correspondientes a la parte urbana de un complejo vilicario tardorromano, que se extiende a ambos lados de la carretera SO-920, ocupando los parajes de San Martín y Pozo de Jaray», poco antes de llegar a Ucero desde El Burgo.
«La zona arqueológica comprende un complejo de ocupaciones sucesivas de muy distinta entidad, muy representativas del tipo de yacimientos constatados en la Comunidad. La necrópolis celtibérica ha proporcionado unos ajuares de gran calidad e importancia, recuperados a través de trabajos científicos», explicaron fuentes de la Junta hace sólo cuatro meses.
En lo tocante a la villa romana, «se ha reconocido muy parcialmente, si bien la constatación de espléndidos pavimentos musivarios polícromos de tema mitológico indica la relevancia de la quinta aristocrática aquí ubicada en época tardorromana. Estas características muestran el alto valor cultural del patrimonio que alberga este lugar y justifican su declaración como Bien de Interés Cultural».
Este medio intentó en la jornada de ayer recabar la postura de la Junta sobre estos hechos si bien no fue posible contar con una valoración oficial de lo ocurrido.