Asden denuncia las «graves deficiencias» del actual Micocyl

El colectivo ecologista Asden cargó ayer contra las, a su juicio, «graves deficiencias» del programa de gestión micológica en la provincia, dentro del Micocyl. Según explicaron desde el colectivo, «han pasado ya 14 años desde que se empezó con la regulación micológica en Soria. En este tiempo al menos se han invertido (o gastado) dos millones de dinero público, ha desaparecido el centro de Investigaciones Forestales de Valonsadero, y lo que debería ser un aprovechamiento forestal como otro cualquiera sigue siendo un ‘proyecto’ que presuntamente genera muchos beneficios, pero que no repercuten ni en la conservación y mejora del medio natural productor ni en los propietarios de los montes».

Desde Asden se considera fundamental garantizar la sostenibilidad del recurso y para ello «se debería regular, y reducir en su caso, la presión recolectora en aquellos montes que mayor presencia de recolectores o de extracción soportan, ya que es conocido que la sobre explotación perjudica a la larga la producción de hongos».

Otra de las cuestiones que los ecologistas consideran mejorables es que la Junta controla los Montes de Utilidad Pública pero los gestiona «una institución privada como es el Cesefor» que «adquiere el aprovechamiento de forma poco transparente». Asimismo Asden señala que se emiten unos permisos de derecho privado que supervisan los agentes forestales y la Guardia Civil «cuyos salarios y recursos son costeados por los impuestos de los ciudadanos ajenos al proyecto».

Según Asden su labor resulta infructuosa ante las cuadrillas de recolectores extranjeros que recogen para subsistir.  «Paradójicamente esta problemática se puede resolver eficazmente si se aplicarán con rigor las leyes alimentarías, sanitarias, laborales y tributarias a los intermediarios que ahora mismo se están enriqueciendo con la miseria de estos recolectores». Por ello lamentaron que no se aprovechase para regular en la reciente Ley de Montes. «Estamos en desacuerdo con la actual regulación porque es una privatización de un recurso público» que no evita la presión, afecta a otros sectores y favorece la «economía sumergida».

No obstante, el colectivo ecologista se muestra partidario de que exista una regulación. «Hay que decir que la gestión micológica agrupada de los montes de Utilidad Pública tiene grandes ventajas, y que sería recomendable que a semejanza de las Reservas de Caza se gestionara directamente por la Junta de Castilla y León para que generasen interesantes rentas a los ayuntamientos». Asimismo «el atractivo turístico de la recolección de setas se debería mejorar con más medidas como son las de reservar ciertos días o montes para la recolección recreativa».

Por último reclama que «los beneficios económicos que obtiene la hostelería deberían repercutir de forma proporcional e inmediata en la conservación de los montes» y no sólo invirtiendo dinero público para una posible sobre explotación.