Buenos pronósticos para la campaña resinera que rozará las mil toneladas

La campaña resinera es «muy buena». A falta de la última recogida, la temporada presenta unos pronósticos más que aceptables. «Parece que la campaña será bastante buena, aunque aún falta unas semanas para que acabe», indica Concepción Martínez de Miguel, de la empresa Resinas Naturales. Teniendo en cuenta estas previsiones y la cosecha de años anteriores, la temporada presente podría llegar a las mil toneladas de resina extraídas de los montes sorianos, esto es, un millón de kilos.

La miera recogida el pasado año en la provincia rozó los 900.000 kilos, según fuentes de la empresa, situada en Almazán. Los mismos datos maneja Cesefor: según datos facilitados por el Centro Forestal y de Servicios, en la campaña de 2015 se recogieron en el conjunto de Castilla y León 11.140 toneladas de miera, de las cuales casi 900 toneladas correspondieron a la provincia de Soria.

En pleno proceso de ampliación, Resinas Naturales adquiere producto a 85 resineros, la mayoría a través de una empresa. Desde que hace unos años ayuntamientos como el de Tardelcuende y Almazán apostaran por este yacimiento de empleo, el sector ya ido creciendo. Las citadas fuentes calculan que el número de resineros en la provincia pasa del centenar y registra un aumento paulatino, después del notable incremento que hubo en la campaña 2014/15.

En trabajos directos, el sector de la resina da trabajo en Castilla y León en estos momentos a 900 personas, frente a los 770 resineros registrados la temporada anterior, según datos facilitados por Cesefor.

La empresa ha tenido un fuerte espaldarazo hace un par de meses con las ayudas Reindus, de las que recibirá cinco millones. La firma planea una inversión superior a los siete para la ampliación de la fábrica que tiene en Almazán.

La temporada resinera se prolonga durante diez meses: suele comenzar en marzo y acabar en noviembre y, al igual que ocurre en el sector agrario, está muy ligada la climatología, en especial a la lluvia. Pero también del pino a resinar: «Cuando se abre el primer año se obtiene poco producto y a partir del quinto menos», indica la gerente de la empresa, que alude asimismo al trabajo del resinero como otro de los factores que influyen en la cantidad de miera que se obtenga. Un resinero experimentado obtendrá mucha más resina que un joven aprendiz de primer año. La primera remasa fue entre finales de junio y primeros de julio; la segunda a finales de agosto y primeros de septiembre y la tercera está siendo ahora.

Desde su inicio, la firma segoviana compra resina de Guadalajara y Burgos, además de Soria. De esta provincia llega, sobre todo, de tres zonas. La más cercana es la que abarca toda la comarca del Izana y Almazán, con Quintana Redonda, Tardelcuende y Matamala. Desde el área de Pinares, procede de los términos de San Leonardo, Espejón, Espeja de San Marcelino, Vadillo y algunas localidades burgalesas como Hontoria del Pinar.

La tercera zona resinera la comprenden Bayubas de Arriba, Bayubas de Abajo, Valdenebro, Quintanas de Gormaz, Berlanga y Andaluz.

Aunque con mucha diferencia se trata de la de mayor envergadura, Resinas Naturales no es la única empresa en la que acaba la resina que se extrae de los montes de la provincia, en Cuéllar y Segovia, a las que venden producto algunos resineros de Tardelcuende, Almazán y San Leonardo, según han indicado fuentes del sector.