Los vecinos de La Mallona recurren la instalación de plantas de áridos en la cantera

Los vecinos de La Mallona siguen con su cruzada contra la cantera que tienen a unos metros del casco urbano del pueblo. El vecino Jesús Arauzo ha presentado un recurso de reposición contra la licencia ambiental concedida por Alcaldía, en la que el Ayuntamiento de Golmayo, al que pertenece la pedanía, ha otorgado a la empresa Construcciones y Obras Llorente S.A. (Collosa) para la construcción de plantas de áridos y cemento de la cantera.

Este vecino, junto a las agrupaciones ASDEN y Ecologistas en Acción presentaron alegaciones contra esta licencia y que fueron desestimadas por el Consistorio. Arauzo, que dijo que cuenta con el respaldo de los vecinos del pueblo entre los que recogió firmas, también ha trasladado a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta una queja sobre la extensión abierta en la finca. En este sentido subrayó que la explotación de caliza supera, con creces, las 3,28 hectáreas que se destinaron a la extracción de caliza.

«Así no se puede vivir, el pueblo está condenado a muerte», aseveró Arauzo, quien describe las enormes molestias que sufren a diario los vecinos de La Mallona. El impacto de la cantera en el paisaje se aprecia desde la carretera nacional y los montones de arena han comenzado a obstruir el camino que une La Mallona con Las Fraguas.

Por su parte, el alcalde de Golmayo, Benito Serrano, aseguró que la licencia se ajusta a la legalidad y cuenta con los informes favorables de la Junta de Castilla y León. En este sentido agregó que si «este vecino o cualquier otro considera que el trabajo de la cantera es irregular puede acudir a los tribunales» y matizó que como alcalde, si la actividad cuenta con todos los informes a favor se tiene que conceder la licencia «porque sino estaría prevaricando». En este sentido, ayer indicó que en este caso, el Ayuntamiento solo ha recibido alegaciones a las concesiones de las licencias y de las autorizaciones y «nunca se han presentado recursos, aunque dicen que lo hacen».

El regidor municipal aclaró que la concesión a Collosa es para la extracción útil de 375.000 metros cúbicos de calizas para zahorra artificial y en la actualidad han movido 140.000 metros cúbicos. «Toda esta información está documentada y se informa de ella al Ayuntamiento y una vez que se consiga este volumen se parará la obra», agregó Serrano.

Asimismo, el plazo de ejecución de la licencia está supeditado a la duración de las obras del tramo de la autovía A-11, entre La Mallona y Venta Nueva. La planta de tratamiento de áridos dispondrá de un sistema para la supresión de polvo que se genere en el trituradora, así como se tendrán que realizar riegos periódicos en la zona y la empresa ha tenido que presentar en el Ayuntamiento un Plan de Gestión de Residuos, acorde a la actividad solicitada.

En lo que se refiere a la planta de cemento, asimismo deberá contar con un sistema de atrapapolvo y un plan de riego en los caminos y se tendrá que presentar ante el Servicio Territorial de Medio Ambiente, un informe preliminar de la situación de los suelos. Tendrá que estar ubicada a 500 metros del núcleo de población. La empresa también ha solicitado licencia ambiental para ubicar una tercera planta de aglomerado asfáltico caliente, que debe contar con el informe favorable de la sección de Minas de la Junta de Castilla y León. A fecha de hoy esta licencia todavía está pendiente.

Las alegaciones que presentaron Arauzo, ASDEN y Ecologistas en Acción se desestimaron por parte del Ayuntamiento de Golmayo, en base a determinados informes. El primero de ellos emitido por la Diputación Provincial, un segundo por parte del arquitecto municipal, un informe favorable emitido por el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, en el que consta que las instalaciones necesarias para la ejecución de una infraestructura general se encuentran recogidas en el Plan Regional de Ámbito Territorial ‘Valle del Duero’ y «se consideran usos permitidos por el planeamiento, no siendo necesaria la autorización de uso excepcional».

Por último, Jesús Arauzo lamentó que los vecinos de La Mallona tengan que sufrir esta actividad «a las puertas de casa» e indicó que aunque son pocos los empadronados (no llegan a la decena) está abocado a desaparecer y recordó que este pueblo se había quedado casi sin población y se pregunta «¿si es así como quieren mantener la vida en los pueblos de la provincia».