Heraldo-Diario de Soria

EL BURGO DE OSMA

La CHD levanta el veto del riego en la vega del Ucero

Los hortelanos consideran que se tendría que haber esperado diez días antes de restringir el uso del agua

Estado en el que se encontraba el cauce del Ucero cuando se prohibió el riego-A.H.

Estado en el que se encontraba el cauce del Ucero cuando se prohibió el riego-A.H.

Publicado por
Ana Hernando
Soria

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Los hortelanos de la comarca de la vega del Ucero recibieron a mediados del mes de agosto la terrible noticia de la prohibición de riego por parte de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), que remitió una carta a todos los Ayuntamientos de zona afectada anunciando dicha prohibición ante la situación de sequía que sufría la cuenca.

El anuncio levantó las críticas de todos los hortelanos de la vega, ya que les la medida llegaba en el peor momento del año porque era cuando se iniciaba la cosecha de gran parte de los productos de la huerta, recordando que en la zona no existían grandes terrenos, sino pequeños huertos y parcelas, sin llegar ni siquiera a las diez hectáreas de regadío. En estos pueblos, que se engloban en los municipios de El Burgo de Osma, Ucero y Valdemaluque, la lluvia del mes de septiembre fue recibida con un regalo y cuando el cauce subió de los 220 y 360 litros por segundo en las estaciones de control de Ucero y Osma, respectivamente, pudieron volver a regar sus huertos.

«Ha sido una barbaridad», explicó uno de los hortelanos, Santiago Bartolomé, quien reconoció que los hortelanos «hemos sufrido mucho» y consideró que la medida fue tomada «como alguien novato que entró a decir algo y no sabía, pues haber preguntado», criticó, a la vez que se propone fotografiar desde el mismo punto el río cada día del año. Explicó que si se hubiera esperado diez días no habría sido necesario tomar ninguna medida, porque ya no habría hecho falta el riego y por eso consideró que el error llegó «no por maldad, sino por falta de experiencia», afirmó.

En estos momentos el caudal del río «se va manteniendo justo pero va bajando» y lamentó que actualmente solo riegan aquellos hortelanos que tenga cardo o escarolas, pero aún quedan cultivos para regar y otros, como las alubias, que se deben dejar secar. «El fallo fue que nos han quitado uno o dos riegos», lamentó Bartolomé, quien achacó a ese fallo la merma del producto, que aunque no se estropeó, impidió que creciera la producción de cada huerta.

El hortelano, que es presidente de la Asociación de la Huerta de El Burgo de Osma, aseguró que se han perdido 11.000 metros cúbicos que han bajado aguas abajo «a alguien habrá beneficiado, aquí no, desde luego», lamentó Bartolomé, que consideró que la medida de la CHD fue «un desastre ecológico» y valoró como altas las pérdidas y aconsejó que la próxima vez se dialogue con los expertos hortelanos, sorprendiéndose también de la ausencia de interés por parte de los grupos ecologistas, «cómo no han venido aquí, que han muerto bancos de peces», lamentó. También la pesca se vio afectada por la medida, y conseguir una trucha en las aguas del Ucero fue complicado durante esta campaña.

«Menos zapato y más bota», recordó Bartolomé, quien consideró que desde la Confederación deberían haber contado con planes alternativos a la prohibición del riego. Solo habría hecho falta uno o dos riegos para salvar la campaña.

La carta con la prohibición del riego fue registrada en el Ayuntamiento burgense el 21 de agosto, después de las fiestas patronales, remitida por la Comisaría de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Duero, del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.

Entonces, su alcalde, Jesús Alonso, trasladó a la CHD «la inquietud de las comunidades de regantes de la vega del río Ucero» y rogó «encarecidamente, que pueda barajar la posibilidad de reconsiderar la prohibición total del riego en lo que atañe a los cultivos y permitir el mínimo riego indispensable para no echar a perder los productos», explicó Alonso en su carta, trasladando así la valoración de los propios regantes de que «la cantidad de agua necesaria sería escasa y su disponibilidad posibilitaría que los cultivos no se perdieran tan solo permitiendo un riego restrictivo unos días determinados», continuó.

La CHD contestó «rápidamente», según afirmó Alonso, autorizando los riegos puntuales en la huerta burgense, haciéndose eco de la petición municipal, agradeciendo que levantara la prohibición desde el Consistorio.

Bartolomé, como hortelano, aseguró que «Jesús Alonso se ha portado perfectamente, hizo más de lo que le corresponde» y agradeció la medida que permitió recuperar el riego, aunque llegó tarde.

Precisamente esa merma de medidas provocó que los hortelanos decidieran no celebrar la tradicional feria de la huerta al no contar con el nivel de calidad necesario para un evento de estas características, a pesar de ello, durante este fin de semana, al igual que otros sábados del año, los soportales de la Plaza Mayor se llenaron de hortelanos que sacaban sus productos a la venta, entre los que había tomates, pimientos, judías, patatas, repollos, ajos o cebollas. Ha sido una participación más alta de lo habitual, ya que normalmente son cuatro los que sacan sus puestos en los sábados del año, pero una demostración de la importancia de mantener viva esta tradición burgense.

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