«La madera era rechazada por los industriales»

El presidente de la Sociedad Vecinal de Aprovechamientos Forestales de Duruelo de la Sierra, Guillermo Lafuente, quiso desmentir las palabras del alcalde de la localidad, Alberto Abad, respecto a la gestión de la conocida popularmente como suerte de pinos de la localidad y en las que le acusaba de no vender la madera municipal desde 2012 alegando falta de interés por parte de las empresas madereras.

«Sus declaraciones cuentan con algunas inexactitudes, bastantes errores y muchas mentiras», aseguró a través de un comunicado, «muchas motivadas por el atrevimiento que da la ignorancia».

Lafuente matizó que los vecinos llevan desde 2015, «no desde 2012 como afirma el señor alcalde», sin percibir los aprovechamientos forestales municipales, «algo que queda patente en las declaraciones de IRPF del citado ejercicio». «En el pleno de abril de 2013, siendo concejal el señor alcalde, se aprueba la venta de los rodales 89 y 90 por parte de la corporación municipal. Del resultado de dicha venta nada se sabe ante la reiterada negativa del alcalde a facilitar las cuentas», indicó. «Como tampoco sabemos las cuentas finales de los 51 metros cúbicos sobrantes adjudicados con motivo de la venta», añadió.

Por el contrario, Lafuente explicó que las cuantías correspondientes a la Sociedad Vecinal de Aprovechamientos Forestales es conocida por «cualquier vecino de la localidad, menos, al parecer, por el señor alcalde, ya que las citadas cuentas están colocadas en los lugares habituales para dar conocimiento a los vecinos de las cuentas, elaboradas por asesoría independiente al margen de la sociedad». Además añadió que se han presentado «escritos dirigidos al Ayuntamiento reclamando cuentas, sumas y restas y entrega de sobrante para reparto a los vecinos» y matizó que la colaboración entre la Comisión Vecinal y el Consistorio no debe ser «sumisión ni obediencia». «Colaborar es trabajar en común para conseguir un fin. Pero el Ayuntamiento no colabora, quiere el ordeno», indicó, calificándolo de «dictadura».

Lafuente también señaló que «si en estos años no se ha puesto madera a la venta es porque el Ayuntamiento no ha puesto a disposición de la Sociedad Vecinal las cortas anuales correspondiente y porque la crisis ha motivado que hayan descendido las ventas de madera y que los precios hayan caído en picado». «Ante esta situación, y siendo un producto no perecedero, se ha optado por no ya vender, sino regalar, la madera. Opción realizada por otros ayuntamientos y sociedades, así como por la Mancomunidad de los 150 Pueblos», matizó el presidente.

«Mucha de la madera era rechazada por los industriales del ramo por tener los almacenes llenos y porque medidas y cubicaje de la misma no se adaptaba a lo que el mercado demandaba, en un momento en el que todo lo relacionado con la construcción se había desplomado», añadió.

Lafuente hizo también referencia a las declaraciones de Abad sobre la concesión de derechos forestales a los forasteros, matizando que «todos los integrantes» de la corporación municipal «están casados con forastero o forastera». «Para fijar población no están, por desgracia, los escasos rendimiento que nos proporcionan los aprovechamientos forestales», aseguró.

El presidente de la sociedad lamentó que para la subasta celebrada el pasado día 7 el Ayuntamiento decidió, «se supone que en un pleno, retirar la gestión de los aprovechamientos a la Sociedad Vecinal». «Diremos que hasta cierto punto es legal pero no legítimo».

En relación a las declaraciones vertidas por el primer edil sobre las dimisiones registradas en la junta directiva de la Sociedad Vecinal, su presidente matizó que algunas fueron «por simple ética, como quien formaba parte del Ayuntamiento y de la Sociedad Vecinal, y otras por presiones recibidas desde el propio Consistorio».