La unión de 500 valientes en El Burgo

El color rosa tomó ayer El Burgo de Osma. La localidad acogió ayer el XIX Encuentro de pacientes diagnosticadas de cáncer de mama de Castilla y León, con motivo del Día Mundial de esta enfermedad. Ataviadas con pañuelos y gafas rosas, el color identificativo de esta dolencia, muchas de estas supervivientes recorrieron las calles de la villa demostrando que «hay vida durante y después» del cáncer de mama.

La jornada dio comienzo con la bienvenida por parte de las autoridades presentes y la junta provincial de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en el paraninfo del Centro Polivalente, donde escucharon las exposiciones sobre la dieta mediterránea y su importancia. En primer lugar intervino Virginia Lope, científica titular de la Unidad de Epidemiología del Cáncer del Instituto de Salud Carlos III, que explicó los resultados del estudio realizado por el equipo de la doctora Marina Pollán sobre la dieta mediterránea. Tras esta intervención fue el turno del director de la Fundación Científica de Caja Rural y coordinador de la Red de Comunidades Emblemáticas fe la Dieta Mediterránea de la Unesco, Juan Manuel Ruiz Liso, quien habló sobre la importancia de la alimentación y transmitió a las asistentes «un mensaje de optimismo».

Cerca de 500 mujeres acudieron a este encuentro, que tuvo un marcado carácter festivo, ya que tras las charlas tuvieron tiempo de recorrer los principales escenarios turísticos de la localidad.

Tras el paseo todas se dieron cita en la plaza Mayor burgense, pasadas las 14.00 horas, para conformar un enorme lazo rosa al que se sumaron las autoridades presentes, entre las que se encontraba la delegada del Gobierno en Castilla y León, María José Salgueiro, y la subdelegada en Soria, Yolanda de Gregorio. También asistieron el presidente del Consejo Ejecutivo de la Asociación Española contra el Cáncer, Ignacio Muños, así como los presidentes de las delegaciones de las provincias castellano y leonesas. Juntos, y portando cartulinas rosas, crearon un gran lazo, muestra de su unión y su lucha contra la enfermedad.

En su intervención, De Gregorio valoró «valentía y esa postura vital que se deduce de todo lo que hacen» de las pacientes y se mostró convencida de que «hay vida mientras se combate el cáncer y hay vida después del cáncer». «Les queda mucho por vivir», añadió.

Además señaló que «la ciencia y la medicina han avanzado enormemente, quizá más que la educación y la prevención». «Sabemos que con la conjunción de todas estas fuerzas, se puede hacer frente con más eficacia a la enfermedad», afirmó.

Como representante del Gobierno de España en Soria, trasladó a las asistentes el apoyo no sólo a las pacientes sino también a sus familiares. «Es un mensaje de aliento y esperanza desde el convencimiento de que van a superar esta dolencia», sentenció.

Tras la creación del gran lazo rosa en la plaza Mayor, amenizada por la música de los gaiteros y que finalizó con un aplauso por parte de las autoridades, tuvo lugar una comida de hermandad a la que acudieron pacientes y autoridades y en la que pudieron disfrutar de la jornada en un ambiente más relajado.

España está a la cabeza de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en diagnóstico precoz y con acceso a tratamientos innovadores. En España, el cribado se viene realizando con excelentes resultados. Las mamografías son una de las pruebas diagnósticas que llevan años demostrando su eficacia en la detección precoz y España es pionera en su aplicación.

La subdelegada del Gobierno en Soria señaló que el «objetivo es obtener una atención cada vez más efectiva, más rápida, más cercana al paciente y de mejor calidad».

También quiso poner el acento en la prevención al considerar que «es uno de los principales objetivos que persigue la AECC». «Sabemos que la educación en salud es esencial porque miles de cánceres pueden evitarse cada año gracias a gestos simples, como no fumar, no abusar del alcohol, no exponernos al sol sin protección o mantener una alimentación equilibrada», indicó.

Igualmente, destacó que es «muy importante» no sólo el apoyo médico sino «también social, el apoyo de todos», por lo que puso en valor el papel de la AECC y de los encuentros regionales de mujeres diagnosticadas de cáncer de mama, que ayer celebró su decimonovena edición.

Finalmente, De Gregorio comentó lo cerca que siente esta enfermedad, diagnosticada a su madre. «Ella me ha demostrado a mí y a toda mi familia, su coraje, su valentía y su esfuerzo por superarlo. Este orgullo que siento hacia mi madre, a todas las aquí presentes, lo sienten vuestros hijos y familiares. Nunca lo olvidéis», sentenció.