Heraldo-Diario de Soria

QUINTA ESQUINA

Jorge López: «Mi bisabuelo iba a vender pescado por los pueblos y yo llevo haciéndolo 22 años»

Tenía que haber sido pez. Daría igual de río que de mar abierto. De otro modo no se entiende que después de pasar horas entre merluzas, congrios, besugos y salmonetes (su preferido), en casa se relaje contemplando un acuario. Jorge López de Miguel (Casarejos, 1972) lo lleva en la sangre y en la raspa dorsal. Genaro empezó la saga, que luego siguieron Jesús, José y ahora él. Asegura convencer a la parroquia con calidad y de vez en cuando escucha a ‘Fito’. Claro, «por la boca vive el pez».

Jorge López, en el mercado-MARIO TEJEDOR

Jorge López, en el mercado-MARIO TEJEDOR

Publicado por
P. PEREZ SOLER
Soria

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Pregunta.– ¿Para ser pestacatero en qué no se moja?

Respuesta.–En política no habría que hablar, ya nos aburren bastante.

P.– ¿Qué raspas no le gustan?

R.– La gente que viene a mangonearte, o que no confía en ti. Se me atragantan los que intentan engañarte o hacerte daño.

P.– ¿Soria es merluza o cangrejo?

R.– Ni una cosa ni otra, una intermedia. Soria es una pescadilla, por el avance lento que tenemos y una calidad de vida buena. (Creía que por lo de morderse la cola…). También puede ser.

P.– ¿Para qué las agallas?

R.– Para luchar y defender lo nuestro. Hay que luchar por el comercio en Soria, porque se quede en el centro, porque se está yendo más a los extrarradios por las nuevas urbanizaciones. Hay que luchar por el comercio del centro que siempre es más cercano y de mayor calidad.

P.– Ya vemos que lleva el ascua a su sardina. (Pasa un paisano que le llama «pescadilla» y «artista»). ¿Para qué las utiliza usted?

R.– Creo que lucho por el mercado, por el desarrollo en los pueblos también. Voy a vender a los pueblos. (¿Arenques como antiguamente?). Vendo lo mismo que aquí, de todo. Llevo 22 años vendiendo en los pueblos. He aprendido todo de ser pescadero en los pueblos, es donde más aprendes. La gente mayor es la que te enseña a ti a vender, a estar en un mostrador. Te lo enseña todo. El problema es que no hay gente, y cada año hay menos. Voy a los mismos pueblos todo el año, y ahora nos tiramos ocho meses que prácticamente vamos a las casas directamente. Y sabemos qué consume cada uno.

P.– ¿Dónde se siente como pez en el agua?

R.– Con los clientes, dándole satisfacción al cliente, que esté contento con el trato y la calidad.

P.– ¿A qué precio podré comer pescado esta Navidad?

R.– Si queremos lo típico, caro. La merluza no es lo que más sube. El rape, que es lo que la gente más quiere consumir, sube mucho. La almeja y la nécora se dispara. (¿Cuál es el misterio?) Como todo el mundo quiere comer, pues sube. El congrio está bastante bien, el chicharro que es un pescado buenísimo te lo puedes comer a buen precio. Puedes comer lo de todos los días, y si quieres lo que consume todo el mundo en esas fechas, es lo que va a subir.

P.– ¿Por qué lo congelado nos deja más fríos?

R.– Porque pierde sabor, no tiene las propiedades del pescado fresco.

P.– ¿Qué pescado es y por qué?

R.– Un pez espada, por aquello de que es luchador. Un pez espada, sí. (¿Y el soriano?) No sé. Igual una pescadilla.

P.– Le he visto en Facebook, ¿qué le hace al comercio la Red (social)?

R.– Al mío poco. Hay comercios que sí, sobre todo si tiene venta on line.

P.– ¿Soria come más hueso o más raspa?

R.– Soria come bastante raspa. Tenemos un buen puerto de mar. Aquí se vende bastante pescado y tenemos mejor pescado que muchos sitios grandes. Por ejemplo, Zaragoza. Nos llega mejor pescado del Norte. Luego tienes el pescado de las grandes superficies que es otra calidad. Aquí la gente quiere consumir buen pescado porque siempre se ha comido buen pescado.

P.– ¿Por qué el pez grande siempre se come al chico?

R.– No siempre. El pequeño a veces tiene mala leche.

P.– ¿Qué le ligó al mundo marino?

R.– Lo llevo de siempre. Me viene de bisabuelo, ya. Mi bisabuelo iba a vender pescado por los pueblos y yo sigo haciéndolo. Tenía pescadería en el pueblo y le mandaban el pescado en tren. Luego mi abuelo, después mi padre y luego yo. Aquí (en el mercado municipal) llevo tres años y medio. Pero en venta ambulante 22 años. Te va enseñando la gente. Sales, vendes pescado pero a estar detrás de un mostrador. Ya puedes hacer cursos y todo lo que quieras pero quien te enseña de verdad es el cliente todos los días.

P.– Alguna rareza del personal.

R.– Muchas, cada persona tiene las suyas. Hay gente que le vas a dar una cosa y quiere siempre la de al lado, porque piensa que le estás dando…. Es una de ellas. Salen todos los días nuevas.

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