La última granizada daña 15.000 hectáreas de cultivos herbáceos

Agroseguro ha comenzado a peritar las parcelas de cultivos dañadas por la última tormenta de granizo que tuvo lugar el viernes. Los técnicos han podido constatar daños en 15.076 parcelas que suman 15.474 hectáreas de cultivos herbáceos perdidos que no se podrán cosechar en esta campaña.

Estas 15.000 hectáreas se suman a las 24.000 que ya se habían detectado a causa de tormentas con pedrisco en semanas anteriores.

En los primeros días de esta semana, Agroseguro ha recogido un total de 309 partes de propietarios de fincas desde la tromba de agua y de granizo del viernes y se espera que se seguirán recogiendo más siniestros.

Los daños han sido generalizados en todas las comarcas agrarias, ya que toda la provincia estuvo prácticamente afectada por las tormentas. La peor parte se la llevaron las comarcas agrarias del Campo de Gómara y de Almazán. En la primera se han contado hasta 6.839 hectáreas dañadas por el pedrisco del viernes en un total de 6.404 fincas; en la de Almazán se contabilizaron un total de 2.945,77 hectáreas en 1.925 parcelas.

La comarca de El Burgo de Osma también fue una de las más dañadas con 1.848 hectáreas y 2.322 parcelas. En el otro lado de la lista se encuentran las comarcas agrarias Arcos de Jalón y de Pinares, con 236,77 y 43 hectáreas, respectivamente. La granizada del viernes cayó a las puertas del inicio de la cosecha. En algunos puntos de la geografía soriana ya habían comenzado a trabajar las máquinas, pero en la mayoría de las zonas todavía no se había comenzado. Entre ellos se encontraban los agricultores de Ágreda, Matalebreras y también los de los pueblos próximos a Los Villares a los que les sorprendió el fuerte pedrisco, tanto por la virulencia de la tormenta como el tamaño de las piedras que cayeron del cielo que troncharon de una vez las espigas de grano y las cabezas de girasol.

Hasta la fecha, el pedrisco ha arrasado 40.000 hectáreas de cereal en las sucesivas tormentas de primavera y verano. Todos los daños se han producido fundamentalmente en el mes de julio y el pedrisco está detrás del 80% del total de los siniestros de los que se ha dado parte a lo largo de esta campaña, donde las hectáreas dañadas se aproximan a las 50.000.

El 80% de la superficie de cultivos herbáceos extensivos está asegurada en Soria. El mismo porcentaje que en Castilla y León, donde se ha visto incrementada debido a las medidas que ha puesto en marcha la Junta de Castilla y León y cuyo objetivo ha sido dotar al sector de instrumentos que afiancen la competitividad de las explotaciones agrarias, permitiéndoles gestionar los riesgos que puedan poner en peligro su rentabilidad.

Este cambio de modelo ha implicado un aumento de financiación, se ha triplicado el presupuesto en lo que va de legislatura y el impulso de las mejoras en las condiciones del seguro, todo lo cual se ha traducido en que la superficie asegurada en esta campaña haya superado el 80 % y el número de pólizas suscritas se haya elevado por encima de las 40.000 en Castilla y León.

Los agricultores y varios ayuntamientos han comenzado también a valorar los daños registrados en los caminos agrícolas y en los accesos a las fincas de labor. En el municipio de Los Villares había puntos impracticables para el acceso a los cultivos.

Los agricultores sorianos ya esperan que las tormentas no dañen más la cosecha de este año. Las previsiones meteorológicas parece que van a respetar en los próximos días el calor y el buen tiempo, por lo que se podrá recoger el trigo y la cebada.

El incremento de las precipitaciones en los meses de primavera permitió una mejora notable en el desarrollo del cultivo y un ahijamiento normal, aunque el exceso de humedad ha ocasionado que en algunas provincias de la Comunidad se hayan presentado dificultades para el abonado de cobertera y los tratamientos fitosanitarios y herbicidas.