El reparto de agua a los pueblos desciende un 87% en cinco años

En los últimos años se ha producido un considerable descenso del número de litros de agua que el servicio de la Diputación Provincial de Soria ha abastecido a los municipios de la provincia afectados por escasez, avería de la red de abastecimiento o mala calidad del agua debido, entre otras razones, a la mejora de los sistemas de canalización y a las diferentes obras de captación realizadas. Tanto es así que en los últimos cinco años el reparto ha caído en un 87% si se toman como referencia los datos del primer semestre. En 2013 se repartieron por los municipios de la provincia 1.328.000 litros de enero a junio, mientras que en el mismo periodo de la presente anualidad la cifra ha descendido a 170.000 litros. Cierto es que en 2013 la cifra se disparó y desde entonces ha ido disminuyendo notablemente: 239.000 litros en 2014, 224.000 un año después, 673.000 en 2016 y 287.000 en el primer semestre de la pasada anualidad.

Con respecto a 2017, el número de litros abastecidos ha mermado en 117.000, una cifra considerable.

La Diputación, consciente de los problemas de abastecimiento que presentaban algunas localidades sorianas, subvenciona las obras hidráulicas para lograr que poco a poco estos municipios vayan mejorando su situación y no tengan que depender de este servicio, que consiste en llevar agua con camiones cisternas de la institución provincial al punto en el que se manifieste la escasez.

Durante la presente anualidad en los primeros seis meses se han abastecido 170.000 litros, 90.000 de enero a marzo y 80.000 de abril a junio. De los 90.000 litros del primer trimestre, dos terceras partes fueron a parar a la localidad de Torlengua (60.000), que tuvo problemas por la rotura de una tubería. También se abasteció a Ventosa de San Pedro (19.000 litros) y a una propiedad ubicada en Golmayo (11.000).

En el segundo trimestre dos municipios se sitúan a la cabeza con 19.000 litros, Señuela y Vilviestre de los Nabos. Con 11.000 litros se situaron el Campamento de El Calar y Cantalucia y con 10.000 Liceras. 5.000 litros recibieron La Miñosa y Torlengua.

Uno de estos municipios, Liceras, solicita agua a la Diputación de manera periódica ya que la que llega a sus viviendas está contaminada con arsénico. El alcalde de la localidad, Timoteo Arranz (PP), avisa a la institución provincial cuando el nivel de agua del depósito baja. «Lo hacemos cuando vemos que se empieza a necesitar. Depende mucho de la gente que haya en el pueblo, no es lo mismo que haya 700 a que haya 100», explicó. Por ello solicitan que se les llene el depósito con 5.000 litros, servicio por el que deben abonar una cuantía a la Diputación.

A pesar de que este municipio tiene una necesidad permanente de agua debido a la presencia del arsénico, las cisternas de la institución provincial encargadas de transportarla hay semanas en las que no realizan ningún viaje debido a que no existen peticiones o averías. «Nosotros nos hace falta sólo para beber, por eso hay semanas en la que no solicitamos, pero en otros municipios tienen averías o falta y la tienen que utilizar para todo», comentó Arranz.

En el tercer trimestre los datos hacen presagiar que se va a experimentar un importante aumento en lo que al suministro se refiere, ya que a fecha de 14 de agosto se han repartido 650.000 litros. La mayoría, 535.000, se han destinado a municipios que han presentado averías en la red, siendo Blacos, con un total de 342.000, el que, con mucha diferencia, más agua ha necesitado por esta causa. Un total de 69.000 litros han sido proporcionados a vecinos debido a la escasez de agua y 46.000 por la mala calidad de la existente.