Heraldo-Diario de Soria

PATRIMONIO

Expolian los capiteles de la ermita de San Lorenzo en Boós

No se conoce la fecha exacta en la que las piedras fueron arrancadas del templo

El arco una vez arrancadas las columnas y los capiteles.-HDS

El arco una vez arrancadas las columnas y los capiteles.-HDS

Publicado por
Virginia Fernández
Soria

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La ermita de San Lorenzo en la localidad de Boós, perteneciente al término municipal de Valdenebro, ha sido el objetivo del último expolio contra el patrimonio en la Diócesis de Osma-Soria. En la mañana de ayer se personaron en el cuartel de la Guardia Civil de El Burgo de Osma el alcalde pedáneo, Antonio Jiménez, y el párroco de la localidad para denunciar el robo de dos capiteles románicos (fechados a finales del siglo XII o principios del XIII) y sus respectivas columnas. El templo, situado a poco más de un kilómetro al suroeste del pueblo y en ruinas desde hace tres décadas, conserva parte de los muros y el arco triunfal sobre capiteles de hojas.

El robo, del que se desconoce cuándo se produjo, se conoció ayer cuando la casualidad hizo que unos vecinos acudieran al templo tras recordar lo sucedido a mediados del mes de agosto en la ermita de La Mercadera, en el municipio de Rioseco de Soria. «Dio la casualidad de que estuvimos por la mañana con personal del Equipo Roca de la Guardia Civil y hablamos de lo ocurrido en La Mercadera. Cuando se fueron dos vecinos se acercaron a la ermita y vieron que faltaban las columnas y los capiteles», explicó Jiménez, quien indicó que, aunque se desconoce la fecha exacta en la que se cometió el robo, en su opinión ha podido efectuarse «en los últimos días». «El 13 de agosto entró gente y hace poco me ha dicho un vecino que él fue a finales de agosto. Hasta el 15 de septiembre ha estado el pastor por allí, quedándose de noche, así que yo creo que ha sido esta semana o la pasada. Tal y como estaba el terreno se ve que ha sido hace pocos días», comentó, y matizó que «no se han visto movimientos raros en la zona».

El alcalde pedáneo tiene la impresión de que quienes llevan a cabo este tipo de robos en edificios religiosos conforman «una mafia que trabaja bajo pedido». «Si no hay mercado no se meten en estas cosas; tiene que haber un mercado que trafique con antigüedades o con piezas de este tipo», añadió al respecto. «Yo creo que lo tienen todo colocado a personas con dinero. Supongo que se informan de las cosas que hay y tienen contactos para que albañiles que seguramente hayan recibido formación vengan a quitar las piedras», explicó.

Las personas encargadas de hacer este trabajo «vienen muy bien equipadas, con material, furgonetas y maquinaria específica».

Tanto Jiménez como los vecinos lamentan que los amigos de lo ajeno puedan regresar a la zona y continuar con el expolio de la ermita.

Precisamente se estaba barajando la posibilidad de llevar a cabo trabajos de consolidación o restauración de algunas de las zonas de este templo. «Era algo que nos estábamos planteando y ahora se nos ha fastidiado», lamentó Jiménez.

«Esto es una desgracia», aseguró, y transmitió su deseo de que «pillen a los que están arriba».

La ermita de San Lorenzo perteneció al despoblado de Boíllos y mantuvo el culto hasta hace 30 años. Allí acudían los fieles principalmente el martes antes de la Solemnidad de la Ascensión y al finalizar la recogida de la cosecha para celebrar la festividad de San Lorenzo.

Esta acción recuerda a la llevada a cabo el 14 de agosto en la ermita de La Mercadera, en Rioseco de Soria. Y es que en las últimas seis semanas el patrimonio religioso en la Diócesis de Osma-Soria ha sufrido tres ataques: en el mes de agosto el expolio de la ermita de La Mercadera donde los ladrones sustrajeron piedras de gran tamaño, la cruz de piedra de la espadaña y la sillería de la portada del templo; el robo sufrido en la ermita de la Virgen de Ulagares en Castilruiz donde los ladrones se llevaron algunos objetos de culto, dinero y herramientas de una empresa que trabaja en el templo hace apenas 15 días, y el de la ermita de Boós, el tercero de esta serie de ataques contra el patrimonio.

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